El invierno trae consigo factores como las bajas temperaturas, las largas noches y el uso intensivo de sistemas de calefacción, los cuales elevan considerablemente la demanda eléctrica. Sin embargo, este incremento no solo impacta en las facturas eléctricas, sino también en la salud y el bienestar de las personas, sobre todo en aquellas más vulnerables.
“El confort térmico es fundamental para cuidar la salud durante el invierno, especialmente en personas mayores, niños y quienes padecen enfermedades respiratorias o cardiovasculares. Ante esta situación, mantener una temperatura estable y adecuada, entre 20 y 22°C durante el día y algo menor (18-19ºC) durante la noche, con una humedad en torno a 40-60%, reduce el riesgo de infecciones respiratorias, evita el estrés térmico y mejora la calidad del sueño. Además, es conveniente mantener una temperatura estable a lo largo del día sin grandes fluctuaciones, pero asegurando una ventilación adecuada. En invierno es preferible una ventilación más frecuente pero de corta duración (8-10 minutos) y aprovechando las horas de mayor temperatura para evitar grandes cambios térmicos”, explica Pablo Turrión, director médico Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.
Por otro lado, Catherine Cummings, directora de Sostenibilidad de Sanitas, añade que “optar por fuentes de energía renovable contribuye tanto a mitigar la huella de carbono como a fomentar un ambiente más limpio dentro del hogar al disminuir la emisión de partículas contaminantes. Por ello, es aconsejable adoptar medidas responsables y sostenibles no solo en los hogares, también entre los actores corporativos con el objetivo de beneficiar la salud de las personas y del planeta”.
A este respecto, Sanitas propone una serie de consejos prácticos para garantizar un invierno saludable y sostenible en el hogar. Cabe mencionar que algunas de estas prácticas las aplica en sus oficinas, centros médicos, clínicas y residencias con el objetivo de convertirse en compañía Net Zero:
- Uso racional de la calefacción: ajustar el termostato entre 19 y 21°C ayuda a mantener un ambiente saludable, eludiendo riesgos como sequedad en las vías respiratorias y problemas circulatorios. Por otra parte, es sugerible apagar la calefacción en habitaciones vacías para evitar el sobrecalentamiento de espacios y ahorrar energía. Además, mantener radiadores limpios y en buen estado asegura una mejor distribución del calor y minimiza la acumulación de partículas que pueden afectar la calidad del aire.
- Optar por Iluminación LED: sustituir bombillas tradicionales por tecnología LED es recomendable porque reduce el consumo energético en un 80% al mismo tiempo que evita la generación de calor innecesario en las habitaciones.
- Aprovechamiento de la luz solar: subir las persianas durante el día para maximizar el calor y la luz natural minimiza la dependencia de sistemas artificiales y ayuda a regular la temperatura interna del hogar, lo que potencia el confort y evita choques térmicos. Asimismo, cerrarlas al anochecer conserva el calor acumulado, menguando así el riesgo de temperaturas extremas que pueden afectar el sistema respiratorio.
- Electrodomésticos responsables: utilizar programas eco en lavadoras y lavavajillas disminuye el consumo de energía así como aminora el impacto térmico que estos aparatos generan en ambientes cerrados. En este contexto, apagar los equipos en modo standby elimina el uso innecesario de energía y previene la sobrecarga eléctrica, mejorando la seguridad y la calidad del aire al evitar el sobrecalentamiento.
- Revisión periódica de equipos: aparatos como calderas y radiadores deben revisarse regularmente para evitar emisiones de monóxido de carbono, que son dañinas para la salud. Además, disponer de electrodomésticos de alta eficiencia energética garantiza un rendimiento óptimo, contribuyendo a mantener una temperatura estable y segura en el hogar durante las bajas temperaturas.
En último lugar, cabe señalar que el 100% de la energía empleada en los centros de Sanitas proviene de fuentes de energía renovable, mientras que su red de residencias, hospitales y su sede central cuentan con paneles fotovoltaicos que generan hasta 1GWh de energía al año para autoconsumo.
“En Sanitas trabajamos por mejorar nuestra eficiencia energética, reducir nuestras emisiones y contribuir así a mejorar la salud del entorno en el que operamos. Por ello, nos hemos comprometido a ser una compañía con cero emisiones netas en 2040. Con este compromiso hemos conseguido reducir más del 78% de nuestras emisiones de CO2 directas desde 2009 y seguimos trabajando para reducir también las indirectas”, finaliza Catherine Cummings.
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