El ictus es una enfermedad tremendamente desconocida en nuestra sociedad. Sin embargo, según la Fundación Freno al Ictus, se trata de la primera causa de muerte entre las mujeres. En España, más de 100.000 personas cada año la sufren y 1 de cada 6 personas padecerán un ictus en algún momento a lo largo de su vida.
Ante esta incidencia tan negativa, no sólo a nivel de mortalidad, también a nivel de las secuelas físicas y psíquicas que genera, el establecimiento de alianzas es clave para tratar de mitigar los efectos de esta enfermedad. Este especial periodístico de Corresponsables recoge una serie de proyectos desarrollados por empresas privadas junto a la Fundación Freno al Ictus que permiten desarrollar proyectos para, por ejemplo, habilitar espacios cerebroprotegidos en centros industriales o formar a los profesionales del área de atención al público de grandes compañías como Vitaldent o Dreamfit para que sepan identificar los síntomas de un ictus de forma inmediata.
Para Julio Agredano Lozano, Presidente de la Fundación Freno al Ictus, la comunicación y puesta en valor de todas estas prácticas es muy importante “por el efecto multiplicador en la lucha contra el ictus” que tienen y también “para conseguir que otros se sumen a este objetivo”. Además, permite avanzar en la consecución de uno de los grandes retos de futuro que apunta Agredano: “la inclusión social y laboral de los afectados por la enfermedad, pues el ictus es una enfermedad tremendamente discapacitante”.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Alianzas contra el ictus