El Corte Inglés lleva a sus centros la más cuidada artesanía marroquí a través de su Feria de Artesanía Esencia de Marruecos, en la que los clientes podrán descubrir una gran variedad de piezas elaboradas a mano por artesanos marroquíes que atesoran técnicas ancestrales cuyo saber hacer se ha transmitido de una generación a otra.
Los equipos de El Corte Inglés han visitado los talleres de estos especialistas en las ciudades de Marrakech, Fez, Essaouira, Agadir, Rabat y Casablanca, para seleccionar esas mercancías artesanas tan apreciadas y reconocidas por su gran belleza, vivos colores, diseños y patrones únicos y que forma parte del patrimonio cultural de Marruecos.
Apoyo a la artesanía
Con esta Feria de Artesanía que en esta tercera edición está dedicada a Marruecos, El Corte Inglés apoya la artesanía y el saber de estos oficios artesanos y cooperativas que ayudan a mantener estas tradiciones y las transmiten entre generaciones.
Esencia de Marruecos abarca una amplia variedad de categorías en las que se incluyen cojines, alfombras, objetos decorativos, vajillas, cristalería, accesorios de moda, jabones y una selección de alimentos característicos de este país.
Esencia de Marruecos pone énfasis en cinco categorías artesanas clave: Bordados Tradicionales, la cerámica de Tamegroute, el Junco como base de la cestería artesana, la técnica del vidrio soplado de Le Verre Beldi; y Sabra, un tejido que por su aspecto y brillo es muy parecido a la seda, y que se que extrae de fibras vegetales que posteriormente son tejidas.
Bordados tradicionales
Los clientes podrán descubrir cojines, manteles y accesorios de moda con diferentes tipos de bordados, realizados a mano y elaborados con técnicas milenarias que en Marruecos se distinguen perfectamente en función de la zona geográfica en la que se labran.
Así por ejemplo los bordados de Tetuán se remontan al siglo XV cuando esta técnica fue introducida por las comunidades musulmanas y judías. Esta labor, también conocida por el nombre de Taajira, se realizada en vivos colores extraídos de pigmentos vegetales, y se caracteriza por motivos geométricos y florales.
Los de Fez, son testimonio de la herencia milenaria del país, y su estilo destaca por el énfasis que se pone en los pequeños detalles, así como por sus patrones más pequeños y sus formas poligonales.
Cerámica Tamegroute
Otra de las claves de Esencia de Marruecos es la cerámica de la ciudad de Tamegroute, en la región de Draa, donde se encuentran los talleres más antiguos del país, casi inalterados desde el siglo XVII. Allí la arcilla se modela mediante un torno manual, cuyo mecanismo de pedal está semienterrado y deja al alfarero trabajar la arcilla con las manos a ras de suelo, permitiendo refrescar el cuerpo durante las calurosas jornadas de trabajo. Las piezas destacan por sus vistosos esmaltados, entre ellos el de color verde, obtenidos gracias a la mezcla de manganeso, sílice cobalto y óxido de cobre.
El Junco
Tradicionalmente, las hojas de diferentes tipos de Junco procedentes de diversas zonas de Marruecos han sido la materia prima clave en la elaboración de piezas de cestería y otros útiles destinados al uso agrario. Un material que, en la actualidad, se utiliza también para crear piezas de una gran belleza natural elaboradas con gran destreza a través de una técnica ágil y minuciosa y cuyo conocimiento se transmite entre generaciones.
Le Verre Beldi
Es el icono más representativo de esta artesanía (vaso de vidrio artesano), en la que expertos y hábiles sopladores modelan hábilmente, a través de una pipeta, el vidrio tras su paso por el horno. Soplido a soplido van dando forma al vaso con movimientos rápidos y rítmicos, lo que da como resultado vasos únicos y originales. Los hornos funden dos toneladas de vidrio reciclado en cada jornada a una temperatura de 1.800 grados.
Sabra
Se trata de un tejido que por su aspecto y brillo es muy parecido a la seda, aunque en este caso se extrae de fibras vegetales naturales que posteriormente son tejidas, por ello también se le conoce como seda vegetal. El hilo, excepcionalmente lustroso y sedoso procede del aloe vera, una planta autóctona de Marruecos. Los artesanos que elaboran Sabra utilizan las fibras de las plantas cosechadas para producir el hilo que posteriormente se tiñe de distintos colores para dar lugar, a través de telares artesanales, a tejidos singulares de gran colorido.