Con motivo de la conmemoración del 15 de mayo, Día Internacional de las Familias, Cruz Roja ha presentado esta mañana su estudio ‘Familias de Acogida: análisis de los sistemas de soporte a esta modalidad de cuidado alternativo’, para concienciar sobre el papel de las familias en el desarrollo de esta modalidad de cuidado alternativo, reconociendo el compromiso ciudadano y la solidaridad que ejercen.
La investigación analiza de forma comparativa los diferentes marcos institucionales que desarrollan las Comunidades Autónomas, como entidades públicas competentes en la materia, y profundiza a través de técnicas cualitativas en la complejidad de esta medida de protección, sus activos y carencias, consultando a todos los actores implicados, con especial atención a los niños, niñas y adolescentes y a las familias de acogida.
La publicación complementa otros documentos técnicos sobre acogimiento familiar ya realizados por Cruz Roja sobre buenas prácticas y parentalidad social en una línea de investigación-acción que complementa el trabajo de intervención con los niños, las niñas y las familias que desarrolla desde hace 35 en el conjunto del Estado.
En España hay más de 16.000 niños, niñas y adolescentes de 0 a 17 años en acogimiento residencial que podrían ser acogidos por una familia, lo que supone un reto para toda la sociedad. Durante el año 2022, Cruz Roja atendió a 1.475 niños y niñas con la colaboración de 958 familias en 6 Comunidades Autónomas y 17 provincias. Además, atendió a más de 2.425 solicitudes de información a través del Servicio Multicanal ‘Ser AcogedorA’, desde donde llegaron a 62.050 personas a través de redes sociales.
Este estudio es un instrumento que permite a Cruz Roja aportar argumentos válidos y constatados de cara a los procesos de interlocución y diplomacia humanitaria con las administraciones públicas, encargadas de las políticas en materia de protección a la infancia. La fragilidad de los sistemas de apoyo, manifestada en la escasez de la ratio de los equipos profesionales por número de acogimientos, junto con la desigualdad territorial existente en los sistemas de prestaciones y apoyos al acogimiento que se recogen en el estudio, han de ser considerada de cara a no desvirtuar la naturaleza protectora de la medida, y a no transferir la responsabilidad pública en la ciudadanía.
Para que esta modalidad de cuidado sea eficaz, es imprescindible que las familias de acogida cuenten con equipos de acompañamiento y soporte disponibles, así como, mecanismos de acción positiva en los diferentes contextos institucionales de atención a las necesidades infantiles (educativo, sanitario, ocio y tiempo libre…). El estudio se ha presentado esta mañana con la intervención de María del Mar Pageo, Presidenta de Cruz Roja Española, Lucía Losoviz, Directora General de Derechos de la Infancia y de la Adolescencia, Estrella Rodríguez, Directora del Área de Estudios de Cruz Roja y la participación de una familia de acogida y dos jóvenes que han vivido esta experiencia.
Principales conclusiones del estudio
La investigación subraya el avance en el marco institucional y legislativo en materia de protección a la infancia (Modificación del 2015, Estrategia de Desinstitucionalización, etc.) que sientan las bases para el impulso de esta modalidad de cuidado en el conjunto de las comunidades autónomas. También destaca la positiva valoración de esta experiencia de vida que realizan los niños, niñas y adolescentes, en relación a los cuidados y apoyos materiales y emocionales que reciben, considerándolos de carácter trascendente, así como el retorno que reciben las familias de acogida.
El estudio pone de manifiesto que el desarrollo legislativo autonómico en materia de acogimiento familiar es desigual, y no está actualizado en algunas comunidades autónomas. Existen considerables diferencias territoriales, no en el espíritu normativo, pero sí en su concreción, alcance o desarrollo reglamentario. Como ejemplo, sólo tres Comunidades Autónomas tienen en vigor un Estatuto del Acogedor que recoge la regulación de los derechos y deberes de las familias acogedoras y de los niños y niñas acogidos.
Las familias y profesionales reclaman contar con el máximo posible de información sobre los niños y niñas, sus historias, sus comportamientos en los entornos anteriores, sus posibles enfermedades o discapacidades, etc., para acompañar y dar respuesta de la forma más adecuada a sus necesidades particulares. Asimismo, es necesario contar con más información sobre el futuro de los niños, niñas y adolescentes para gestionar de manera paulatina y adecuada los duelos y separaciones, en caso de que la Administración pública haya valorado una reunificación o una adopción.
Por otro lado, las familias opinan que son insuficientes las ayudas para los costes ordinarios de la crianza, a los que se suman gastos extraordinarios para cubrir necesidades específicas cuando se necesitan tratamientos especializados no cubiertos por el sistema público; terapias o intervenciones pedagógicas, odontología, etc. Las familias de acogida asumen la mayoría de estos gastos. Igualmente, las ayudas económicas y profesionales a las familias de origen, para facilitar las reagrupaciones, son muy limitadas; es muy necesario reforzar el apoyo para garantizar programas eficaces de preservación – reintegración familiar, con una dotación adecuada de soportes prestacionales a nivel social, terapéutico y educativo.
Así mismo las familias refieren la sobrecarga que generan los procesos burocráticos en los que se ven inmersos y solicitan la simplificación de trámites y la implicación de todos los sistemas públicos a través de mecanismos de acción positiva, como por ejemplo facilitar las citas ante organismos, etc.
Entre las motivaciones de las familias acogedoras figura de forma destacada la conciencia social sobre los problemas de la infancia en riesgo y desamparo, así como haber tenido experiencias propias o cercanas de solidaridad con la infancia. En todos los testimonios recogidos en el análisis cualitativo, destaca que la experiencia del acogimiento independientemente de cómo este haya evolucionado, casi siempre es gratificante. Son varias las familias de acogida que han participado en el estudio que tienen ya una larga trayectoria como acogedoras, en algunos casos de más de 15 años.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables.