Como versa el título de uno de los grandes éxitos de los Rolling Stones, satisfacción enorme es lo que siente nuestro colectivo por la reciente aprobación, tanto en el Congreso como en el Senado, del derecho a voto de las personas con discapacidad intelectual. Con la aprobación del nuevo texto, a partir de ahora, ningún juez podrá retirar el derecho a voto y se rehabilitará, de manera automática, el derecho a aquellas personas que por sentencia judicial les había quedado retirado.
El Congreso de los Diputados aprobó -por unanimidad- la modificación del artículo 3 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) con el objetivo de adaptarla a la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada en 2006 por la ONU y ratificada por el Estado español en el año 2008. Esta medida garantizará el derecho a voto a todas las personas incluidas todas aquellas que, por razón de discapacidad, se les había anulado el derecho de sufragio por decisión judicial.
Desde nuestra federación, acogemos con gran entusiasmo estas votaciones ya que por fin se reconoce un derecho inherente a toda persona. Lo que ha acontecido en el Congreso y en el Senado es un logro sin precedentes a favor de los derechos de las personas con discapacidad intelectual y de sus familias, que arrastran años de lucha.
La lucha por el derecho a voto de las personas con discapacidad intelectual tiene dos referentes clave: la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) y la Convención DPDI de la ONU (2006), donde no sólo se reconocen los derechos, sinó que obliga a la administración pública a hacer todo lo posible para que se puedan ejercer en igualdad de condiciones. Hoy ganan los derechos humanos, hoy ganamos todos.