Con motivo del Día Internacional contra el Acoso Escolar, que se celebra el próximo martes 2 de mayo, la ONG Educo recuerda que España es uno de los países de la Unión Europea con mayor número de casos de bullying. Asimismo, denuncia las dificultades que existen para implementar correctamente la figura del coordinador de bienestar en los centros educativos, una de las claves para combatir esta lacra.
La Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI) preveía que todas las escuelas debían tener un coordinador de bienestar desde el inicio de curso en septiembre de 2022, pero la ONG indica que hoy por hoy no es así. Se trata de un referente muy importante para prevenir y detectar el acoso escolar, ya que está cerca del alumnado y puede apoyar al profesorado para que actúe si se produce algún tipo de violencia.
Las comunidades autónomas son las encargadas de desarrollar la normativa que regula esta figura. Según el análisis realizado por la ONG, únicamente en 11 comunidades autónomas hay algún tipo de normativa, orden o instrucción específica, o al menos han hecho alguna alusión a esta figura en una circular. Además, entre los territorios que ya tienen alguna legislación sobre el tema hay muchas diferencias en las horas que dedica el coordinador o coordinadora a esta misión. “Hemos visto normativas en las que no pone nada concreto sobre las horas que debe tener libres para ejercer este rol. En otras sí, pero hay mucha variación – en algunas es 1 hora semanal, en otras son 5 – y en todo caso, en general hablamos de poco tiempo. Un ejemplo a seguir podría ser Castilla-La Mancha, en la que las horas varían según el tamaño del centro educativo”, explica la directora general de la organización.
La formación es otro de los puntos débiles. De las 11 comunidades autónomas que han hecho algún tipo de comunicación sobre la figura del coordinador de bienestar, solo en 5 se hace referencia a su plan formativo. A ello se suma que la LOPIVI no contempla un presupuesto para formación. “Se les pide a las escuelas y a las personas que vayan a ejercer de coordinadores o coordinadoras de bienestar que asuman este rol. Pero no se las prepara lo suficiente ni hay recursos económicos para financiarlo. “Con unas cifras tan altas de acoso escolar en España, la figura del coordinador de bienestar es clave. Pero sin financiación ni formación adecuada, no se podrá prevenir o detectar el acoso escolar ni tampoco combatir otros tipos de violencia en el aula. O hay una apuesta clara por parte de todas las administraciones, o vamos por el camino de que la ley quede en agua de borrajas”, señala Pilar Orenes.
Cómo combatir el acoso hacia la infancia
Educo está llevando a cabo proyectos específicos para acabar con el acoso dentro y fuera de las escuelas desde 2016. Aparte del trabajo de incidencia política para que se implemente la figura del coordinador escolar en todos los centros, hace 6 años puso en marcha la metodología PROTEGEmos, para acompañar a entidades educativas, de ocio y de deporte y formarlas en temas de protección y buen trato hacia la infancia. Esta metodología permite tener una respuesta integral que va desde la prevención hasta la actuación cuando se produce un caso, pasando por asegurar la formación de todo el personal y garantizar que se escucha a niños, niñas y adolescentes para que sean parte de la solución. Se espera que, a finales de este año, unas 400 organizaciones apliquen la metodología de Educo para prevenir la violencia.
Asimismo, y en el ámbito de la innovación social de la entidad, Educo promueve el uso de dos herramientas tecnológicas de prevención del bullying. Por un lado, Kanjo, una plataforma de inteligencia artificial que revela patrones emocionales asociados al sufrimiento y permite la detección precoz de la violencia en la Primaria. Por otro lado, para Secundaria, está la app b-resol, con la que, de manera anónima, los y las adolescentes pueden alertar desde su propio móvil sobre situaciones de violencia que conozcan. También ha organizado el primer laboratorio social, en el que participan una veintena de profesionales de distintos ámbitos, en el que se crearán proyectos piloto para combatir la violencia hacia la infancia. “Ante una problemática tan compleja como la violencia hacia la infancia, las ONG tenemos que buscar soluciones innovadoras y diferentes. Estas dos herramientas son un excelente canal de comunicación para levantar sospechas y denuncias; también permiten hacer un seguimiento de cada caso y sacar estadísticas”, resume Orenes. Los 50 centros que usan b-resol tienen un 76% menos casos que la media.
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