En un contexto en el que la acción climática y medioambiental está cada vez más presente en las empresas, y en el que nacen nuevas compañías con el propósito de generar un impacto positivo, BCorp lanza una nueva hoja de ruta que eleva los estándares hacia la transición verde, integrando además la dimensión social y de buen gobierno.
Actualmente, dentro de la organización existen casi 10.000 compañías en más de 100 países, y alrededor de 400.000 empresas ya utilizan la evaluación BCorp. Este año, han cobrado protagonismo nuevos sectores como la industria vitivinícola, con empresas como Raventós Codorníu; la hostelería, con Ilunion Hotels; y el cuidado personal, con la cosmética y maquillaje made in Europe de 3INA.
Según Eva Garrell, impact program senior lead, todas las empresas afirman ser sostenibles, pero no todas «apuestan por frenar su velocidad porque necesitan ser más competitivas». Sin embargo, según los datos del cofundador y presidente del movimiento, Raimon Puigjaner, las compañías que apuestan por este modelo crecen: “El 76% de las empresas que han conseguido nuestra certificación en Europa y España experimentan un crecimiento frente a las convencionales”.
A través de dos grandes consultas públicas globales donde se ha tenido en cuanta el contexto y el entorno, se han construido estos nuevos estándares que evalúan un desempeño mínimo de la empresa a través de 7 impact topics, reemplazando al sistema anterior que exigía la obtención de 80 puntos distribuidos en cinco grandes áreas.
Los nuevos temas de impacto son:
- Propósito y la gobernanza de las partes interesadas. Apuesta por que las empresas tomen decisiones considerando los intereses de todas las partes que están involucradas.
- Acción climática para no superar los 1.5ºC de temperatura, el límite crítico de calentamiento global fijado, incluyendo la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
- Prevenir, mitigar y tomar medidas para proteger los derechos humanos en todas las operaciones de la compañía.
- Trabajo justo. Promoción de empleos de alta calidad, mantener un entorno laboral positivo e incorporar las voces de los empleados en la toma de decisiones.
- Circularidad y gestión ambiental para minimizar el impacto en las operaciones.
- Justicia, equidad, diversidad e inclusión (JEDI) en el entorno laboral.
- Asuntos gubernamentales y acción colectiva: Participar y generar políticas sociales. En el caso de las empresas más grandes, compartir públicamente sus informes fiscales por países, fomentando la transparencia.
Además, estos requisitos son adaptativos. Es decir, se adaptan a las condiciones en las que operan, introduciendo un mecanismo de equidad con distinto nivel de exigencia según el territorio en el que se ubica, el tamaño y el sector al que pertenecen y contexto, con guias específicas para regiones con barreras regulatorias o legales.
Lucas Hunter, nombrado recientemente interim executive director, añade que además estas pautas se pueden encontrar de manera libre y accesible a todas las personas y empresas que lo necesiten: «Serán el open source de la sostenibilidad».
La nueva hoja de ruta de BCorp marca un punto de inflexión en la manera en que las empresas abordan su impacto social y medioambiental. Con criterios más exigentes, adaptables y públicos, esta propuesta no solo impulsa un modelo empresarial más justo y responsable, sino que posiciona la sostenibilidad como un bien común y accesible para todos.
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