Uno de los síntomas más frecuentes y limitantes del cáncer es el dolor, tanto el derivado de la propia enfermedad como el que pueden ocasionar algunas de las terapias que se administran para tratarlo. Se calcula que más de la mitad de los/as pacientes oncológico/as tiene que lidiar con alguna forma de dolor. En fases curativas lo padecen hasta uno/a de cada tres pacientes, y en estadios más avanzados pueden llegar a sufrirlo ocho de cada diez personas1.
El dolor supone una importante pérdida de la calidad de vida de los/as pacientes, limitándoles en su día a día. Su presencia, además, puede ser un indicativo de que la enfermedad no se está controlando adecuadamente y suele asociarse con peores pronósticos2-3.
Sin embargo, gracias a la investigación y el desarrollo que se ha producido en los últimos años, en la actualidad el cáncer no tiene por qué suponer necesariamente dolor. Se ha logrado evolucionar mucho en su manejo y ahora es posible ofrecer múltiples alternativas que ayuden a estas personas a lidiar con el dolor de la mejor forma posible, adaptándose a cada caso en particular. Desde las opciones tradicionales y más conservadoras como el uso de analgésicos hasta las terapias más avanzadas para quien ha desarrollado resistencia a los analgésicos o sufre de fuertes dolores.
Y aunque se ha mejorado mucho en la forma de tratar este incómodo y limitante síntoma del cáncer, también es cierto que queda todavía mucho camino por recorrer. Las investigaciones actuales se centran en entender mejor todos los mecanismos que hay detrás del dolor, así como en el desarrollo de nuevas terapias y tratamientos que nos ayuden a incrementar las alternativas existentes, conscientes de que en muchos casos se ha agotado el arsenal de opciones del que ahora disponemos para tratar el dolor sin obtener los resultados esperados4-6.
Nuestro propósito es mejorar la vida de las personas, por eso en ESTEVE tenemos el compromiso de dar apoyo a todas aquellas iniciativas destinadas a mejorar el abordaje del dolor en los/as pacientes oncológicos/as, más allá del desarrollo de nuevos medicamentos, investigando nuevas alternativas que puedan responder a las necesidades no cubiertas actuales2.
El dolor es una de las áreas terapéuticas prioritarias para ESTEVE. Además de nuestros esfuerzos en la investigación y desarrollo de nuevos tratamientos, colaboramos con diferentes entidades y asociaciones científicas para desarrollar protocolos que ayuden a estandarizar el tratamiento del dolor. Por otro lado, patrocinamos la elaboración de guías que recojan los últimos avances para informar a los/as pacientes. Creemos que es fundamental garantizar la equidad en el acceso a estos tratamientos contra el dolor y orientar a las personas sobre la gran variedad de opciones existentes. Desde ESTEVE colaboramos en el desarrollo de materiales informativos que les ayuden a comprender y conocer mejor la enfermedad para enfrentarla en el día a día.
Otro de los aspectos que promovemos desde ESTEVE para mejorar el abordaje del dolor oncológico es la necesidad de formar y actualizar en el conocimiento del manejo del dolor oncológico a especialistas del dolor, que puedan aplicar las opciones más adecuadas según cada caso, y los últimos avances existentes para aquellas personas que han generado algún tipo de resistencia a los analgésicos.
Tener acceso a los últimos avances en el tratamiento del dolor oncológico y disponer de información, consideramos que es fundamental para cambiar de alguna manera la idea de que el cáncer y el dolor están asociados, y que los/as pacientes sepan que no tienen por qué sufrir dolor y ver reducida su calidad de vida7.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: “Día Mundial del Cáncer”, promovido por CRIS contra el cáncer.
REFERENCIAS
1. Bouhassira D, Luporsi E, Krakowski I. Prevalence and incidence of chronic pain with or without neuropathic characteristics in patients with cancer. Pain. 2017;158(6):1118-1125.
2. Global Inequities in Pain Treatment: How Future Research Can Address This Better. https://www.iasp-pain.org/resources/fact-sheets/global-inequities-in-pain-treatment-how-future-research-can-address-this-better/
3. O’Brien T, Christrup LL, Drewes AM, Fallon MT, Kress HG, McQuay HJ, et al. European Pain Federation position paper on appropriate opioid use in chronic pain management. Eur J Pain. 2017;21(1):3-19.
4. Pérez C, Alonso A, Ramos A, Villegas F, Virizuela J. GADO: guía para el abordaje interdisciplinar del dolor oncológico. 2017.
5. Deer TR, Smith HS, Burton AW, Pope JE, Doleys DM, Levy RM, et al. Comprehensive consensus based guidelines on intrathecal drug delivery systems in the treatment of pain caused by cancer pain. Pain Physician. 2011;14(3):E283-312.
6. Mugabure B, Paredes M, Lasuen A, Gay F. Enfoque terapéutico práctico sobre la administración de fármacos intratecales para el dolor crónico. Revisión narrativa. Journal of the Multidisciplinary Spanish Pain Society. 2021;1:21-35.
7. Porta-Sales J, Nabal-Vicuna M, Vallano A, Espinosa J, Planas-Domingo J, Verger-Fransoy E, et al. Have We Improved Pain Control in Cancer Patients? A Multicenter Study of Ambulatory and Hospitalized Cancer Patients. J Palliat Med. 2015;18(11):923-32.