La ONG Accem ha celebrado este jueves las II Jornadas Sinracxen, que en esta ocasión se han titulado “Las múltiples caras de la discriminación”. En esta Jornada, que ha tenido lugar en el Auditorio de Tenerife, se han abordado distintos aspectos de la realidad de la discriminación y los discursos de odio basados en el racismo y la xenofobia, con las experiencias y conocimientos de profesionales de distintas entidades sociales locales.
Durante este evento se ha realizado la presentación del estudio “#(Des)conectad@s: Diagnóstico sobre la relación de la adolescencia con los discursos de odio en el entorno digital”, realizado durante todo este año y en el que se destaca que los jóvenes utilizan más redes sociales como WhatsApp, TikTok e Instagram, a las que consideran mucho más inseguras de cara a la difusión de discursos de odio étnico-raciales.
De hecho, según remarca este estudio, los discursos de odio a través de estos canales son cada vez más frecuentes y, en buena parte, es debido al incremento en la frecuencia de uso de las redes sociales por parte de los y las adolescentes.
Principales discursos de odio racistas y xenófobos
Según refieren las personas que han participado en esta investigación, los mensajes discriminatorios más frecuentes suelen ser aquellos con motivación racista y los que hacen referencia al color de la piel, siendo los principales colectivos discriminados las personas negras, las de origen marroquí, las de etnia gitana.
Otros discursos discriminatorios de gran calado en estas plataformas son aquellos dirigidos contra niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados, las personas migrantes o con diversidad funcional, así como los mensajes misóginos y machistas. La expansión de este tipo de discursos, a su vez, guarda relación con el alcance que tienen las narrativas xenófobas y racistas de determinados influencers, los cuales son seguidos en las RRSS por muchísimos jóvenes y a los que toman como referentes.
En este sentido, es urgente abordar la naturalización de muchos de estos discursos y la percepción que tienen las personas jóvenes de ellos. Según el estudio, si bien los y las jóvenes no se autoidentifican como emisores intencionales de estos contenidos discriminatorios, muchas personas entrevistadas indican que esos mismos adolescentes tomaron parte en la generación o difusión de estos mismos contenidos.
Recomendaciones para combatir el discurso de odio en la adolescencia
En primer lugar, el estudio destaca la necesidad de habilitar espacios de reflexión y aprendizaje para que los jóvenes puedan expresarse, conocer formas seguras de utilizar las redes sociales y concienciarles acerca de las consecuencias que tiene su mal uso. En este sentido, en numerosos institutos también existen una serie de iniciativas con el objetivo de erradicar el odio y fomentar la inclusión y la empatía. Estas formaciones son consideradas desde el propio personal docente como muy necesarias para detectar, prevenir y abordar esta realidad, específicamente en los centros educativos.
Otra recomendación es la visibilización de nuevos referentes positivos que sirvan a jóvenes migrantes y racializados a sentirse bien representados en términos positivos y que permitan al resto destruir los prejuicios que alimentan esos discursos de odio. Del mismo modo, la integración de perspectivas diversas y experiencias de personas diferentes orígenes culturales y étnicos en el currículo escolar puede ayudar a fomentar la empatía y el entendimiento entre el alumnado.
Finalmente, el estudio remarca la importancia de que no recaiga todo este trabajo en el ámbito escolar, sino también extender la sensibilización sobre diversidad y respeto a los hogares, proporcionando recursos y orientación a las familias para que puedan apoyar adecuadamente a sus hijos e hijas en la comprensión de la diversidad y en la lucha contra el odio étnico-racial.
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