¿Puede una red social como Twitter fomentar y mejorar el aprendizaje universitario? Esta fue una de las preguntas que se hicieron Dolors Setó, investigadora del departamento de Gestión de Empresas, y Archie B. Carroll, profesor emérito de la Universidad de Georgia (EEUU). Ambos referentes de las redes sociales en RSC, decidieron analizar investigaciones previas sobre el uso de las redes sociales en la docencia y poner en práctica una metodología propia que les ha permitido determinar que Twitter puede ser una herramienta para aprender responsabilidad social, sostenibilidad y ética empresarial. Los resultados de la investigación se han publicado en la revista científica Journal of Business Ethics Education.
Las empresas deben tener en cuenta a sus stakeholders
“Es importante que, cuando se toman decisiones en el ámbito empresarial, no solo se consideren criterios económicos, sino también éticos, sociales y medioambientales”, explica Dolors Setó, profesora de la Universidad Rovira i Virgili (URV). Setó es la investigadora principal de grupo de investigación RESET, que estudia la responsabilidad social, la ética empresarial y la sostenibilidad en la empresa. Haciendo referencia a estos conceptos, apunta que “las empresas deben tener en cuenta sus impactos en todos los grupos de interés”, sean accionistas, trabajadores, consumidores o la sociedad en general. A la vez, deben ser respetuosas con el medio ambiente y no centrarse únicamente en el beneficio económico. Con Archie B. Carroll, uno de los investigadores de referencia en este campo, ha podido demostrar que integrar Twitter en los procesos lectivos motiva a los estudiantes y los acerca a la realidad fuera de las aulas.
El equipo investigador detectó que no existía precedente en el uso de las redes sociales para enseñar responsabilidad social corporativa, sostenibilidad y ética empresarial. Diseñaron un sistema para introducir la herramienta en el aula y se definieron sus características, sus beneficios y sus inconvenientes, motivados por la “preocupación de formar bien a las personas en estas habilidades y competencias”. Su experiencia impartiendo estos conocimientos y en el uso de Twitter —ambos figuran entre los cien profesores más influyentes en redes sociales en responsabilidad social corporativa— los empujó a diseñar los pasos para introducir la red social en los procesos lectivos.
Cómo se averiguó
Las actividades consistieron en usar Twitter para compartir artículos, noticias y ejemplos de conceptos tratados previamente en el aula, entre otros. Los alumnos debieron seguir perfiles y grupos de interés para la asignatura y generar debate acerca de los contenidos a evaluar y sobre temas de actualidad. Una vez aplicada la metodología, los estudiantes manifestaron que estaban “más conectados con el mundo real”, gracias a ejemplos actuales que pudieron seguir en tiempo real.
Dolors Setó puntualiza que esto no es posible con métodos tradicionales: “Estos ejemplos no se encuentran en manuales, ni en libros o artículos”. También se observó un incremento en la motivación de los alumnos, asumiendo el rol de “cocreadores de contenido” añadiendo material al curso —artículos, noticias, etc. En este sentido, los investigadores detectaron un aumento del debate y la participación dentro y fuera del aula. “Twitter rompe las barreras físicas del aula y te permite conectar con personas interesadas en temas de responsabilidad social y sostenibilidad”, observa Setó.
El uso de la red social también contribuyó a “romper con la timidez” de algunos alumnos poco inclinados a la participación y, en general, los mantuvo enganchados a la asignatura, incluso una vez terminada. “Pueden continuar siguiendo los principales referentes en temas de responsabilidad social y compartir conocimiento”, remarca la investigadora. En otro sentido, los estudiantes encontraron la asignatura “más amena” y la limitación de caracteres de Twitter los forzó a sintetizar las ideas que querían compartir.
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