La pérdida de memoria es uno de los síntomas más temidos de las personas que sufren demencia y de sus allegados. Entre los pacientes, que superan los 50 millones actualmente, un 60 o 70% padecen alzhéimer. Y según estimaciones de la OMS, esta cifra se triplicará en 2050.
El alzhéimer es una enfermedad degenerativa compleja y todavía muy desconocida, que puede empezar a dañar silenciosamente el cerebro hasta 20 años antes de los primeros síntomas. Y es precisamente la necesidad de entender qué le sucede al cerebro durante este período asintomático —y lo que podemos hacer para prevenir o retrasar su aparición— lo que unió a la Fundación “la Caixa” y la Fundación Pasqual Maragall en 2010 para impulsar la investigación.
A día de hoy, no existe ningún tratamiento que revierta el alzhéimer. Por eso la prevención es una de las líneas principales de investigación para poner freno a esta enfermedad.
El Estudio Alfa, impulsado por la Fundación “la Caixa” en 2013, ha reunido a la cohorte de voluntarios más grande del mundo en la investigación para la detección precoz y prevención del alzhéimer. Actualmente cuenta con más de 2.700 voluntarios, que en el momento de enrolarse tenían entre 45 y 75 años y no mostraban déficits cognitivos –el 80% de ellos hijos o hijas de personas con alzhéimer. Se basa en estudios genéticos y familiares, tests de memoria y resonancias magnéticas, entre otras pruebas, que han permitido identificar nuevas posibles dianas terapéuticas en la prevención de esta demencia.
Además de esta década de colaboración con la Fundación Pasqual Maragall y el Barcelonaβeta Brain Research Center, a través de las convocatorias CaixaResearch de Investigación e Innovación, desde el año 2000 también hemos apoyado otros 160 proyectos liderados por 62 centros en España y Portugal. Y continuamos avanzando con paso firme contra el alzhéimer.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Alzheimer.