En un acto oficial, Laura Halpern Serra, presidenta de Fundación Occident, y Francesco Sciacca, director general del Comité español de ACNUR, ratificaron recientemente esta alianza estratégica y la aportación económica de 300.000 euros destinada a dicho programa plurianual de ACNUR. Se contó además con la presencia del director general de la Fundación, Ignacio Gallardo-Bravo y del presidente del Comité catalán de ACNUR, Xavier Miranda.
Si bien Fundación Occident (previamente, Fundación Jesús Serra, en nombre y memoria de Jesús Serra Santamans, reconocido mecenas y fundador de GCO, Grupo Catalana Occidente), y el Comité español de ACNUR han venido colaborando estrechamente desde hace años, ahora se quiere avanzar en una nueva línea de trabajo a través de esta colaboración y donde el foco será ofrecer un mejor futuro a los niños y niñas refugiados en Zimbabue, más concretamente dentro del campo de Tongogara.
Colaboraciones conjuntas con socios estratégicos como esta son de vital importancia para la labor de ACNUR de forjar soluciones duraderas para las personas refugiadas y abordar las consecuencias del desplazamiento forzoso.
Mejora de la escolarización de la infancia refugiada
En un contexto internacional donde alrededor de la mitad de los niños y niñas refugiados del mundo no están escolarizados, el programa Primary Impact en Zimbabue pretende dar respuesta a la realidad específica de este país.
Para mejorar la educación primaria de la infancia refugiada, busca escolarizar a los menores que han tenido que huir de conflictos de la República Democrática del Congo, Ruanda, Burundi o Mozambique, entre otros, y que están fuera del sistema educativo; así como retener a aquellos que ya asisten a la escuela, para que no la abandonen por obstáculos varios. Sirva de ejemplo, en el caso de las niñas, la imposibilidad de comprar kits de higiene menstrual provoca el absentismo y el abandono escolar.
Gracias a la colaboración de Fundación Occident en este programa, no solo se dotará a los menores refugiados de uniformes y material escolar o kits de higiene, sino que también se prestará apoyo psicosocial y de salud mental a aquellos con necesidades especiales y se formará al profesorado para que aprendan herramientas para enseñar en un entorno tan complejo como un campo de refugiados.
Algunos de los alumnos que terminan la escuela pueden acceder a las universidades públicas, en concreto a través de programa de becas DAFI ejecutado por ACNUR, y con el que Fundación Occident ha venido colaborando en los últimos años como muestra de su hondo compromiso en la ayuda para el acceso a nuevas oportunidades por lo que en educación y asistencia sociosanitaria se refiere.
Durante el mencionado acto que tuvo lugar el pasado 17 de octubre en Barcelona en el emblemático edificio Palau Pasqual i Pons de Occident, entidad aseguradora de GCO, Laura Halpern Serra, presidenta de Fundación Occident, auguró una “colaboración (entre ambas entidades) que ha venido para quedarse”, ya que “la educación es una herramienta de progreso y de preservación de igualdad de oportunidades especialmente para colectivos que se encuentran en situaciones vulnerables” como es el caso de la infancia refugiada.
“Al firmar este acuerdo, estamos consolidando una alianza estratégica que cambiará la vida de cientos de menores en Zimbabue”, reafirmó Francesco Sciacca, director general del Comité español de ACNUR. “A lo largo de los años, Fundación Occident ha sido un aliado inestimable (para ACNUR), no solo en educación sino también en situaciones de emergencia. Su compromiso trasciende fronteras y demuestra una empatía y solidaridad ejemplares (…) Vuestra dedicación es una inspiración y un recordatorio de que juntos podemos ser parte de la solución”, concluyó Xavier Miranda, presidente del Comité catalán de ACNUR.
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