¿Puede hablarnos de las iniciativas de su organización, de cómo han evolucionado estos años hasta la actualidad y cuáles son actualmente sus principales áreas estratégicas?
Desde hace 50 años, la Fundación Vicente Ferrer se centra en promover el desarrollo sostenible y la justicia social en la India, concretamente en la zona de Anantapur. Nuestro proyecto es holístico (hospitales, educación, centros de acogida a mujeres víctimas de trata…), aunque en los últimos tiempos, nuestro trabajo en India se ha visto afectado por las diferentes olas de Covid-19 que ha sufrido el país y por ello hemos dedicado gran parte de nuestra infraestructura sociosanitaria a luchar contra la pandemia. Además, en la actualidad estamos muy enfocados tanto en programas de medio ambiente como de género (empoderamos a las mujeres para hacerlas protagonistas del progreso social).
Lo que no ha cambiado en estos 50 años es el foco en el pensamiento humanista de Vicente Ferrer, un hombre de acción que dedicó su vida a los demás. Como él, creemos en las personas y en el poder de la acción.
¿Qué iniciativas o proyectos relevantes por iniciativa de la Fundación o por alianza con otras organizaciones nos podría compartir, y cuáles son sus principales beneficios y beneficiarios?
Para las empresas, tenemos diferentes tipos de alianzas centradas en las distintas áreas en las que trabajamos en Anantapur: educación, sanidad, vivienda, ecología y colectivos especialmente vulnerables en el sur de la India, las mujeres y las personas con discapacidad. El impacto que tienen estas colaboraciones en la población es muy significativo, con resultados muy concretos, por ejemplo, en la vida de las niñas.
Por ejemplo, junto a LaLiga, a través de su departamento de fútbol femenino y de su Fundación, potenciamos el desarrollo deportivo femenino con un programa de becas destinado a chicas adolescentes. En el ámbito deportivo también estamos aliados con la Fundación Rafa Nadal. Desde hace más de 10 años, la alianza permite integrar socialmente a niños y niñas a través de la formación en tenis.
También tenemos un acuerdo de colaboración con BNI Baleares con un enfoque sostenible: construcción de viviendas, huertos para autoconsumo, plantación de árboles frutales y gestión de residuos sólidos, entre otros. Otra alianza que va a suponer un gran avance para nuestro trabajo en India es la que formamos con Simon Holding y Punto Fa (Mango) para la construcción de un centro educativo residencial para niñas y niños con discapacidad intelectual en Dornala. Y también promovemos los acuerdos territoriales, como el que tenemos en la Comunitat Valenciana con las cooperativas de enseñanza asociadas a Ucoerm y por la que hemos podido construir viviendas y escuelas.
¿Qué importancia tiene para su entidad la comunicación de sus iniciativas, y cómo la trabajan?
Tenemos muy presente la importancia de la difusión de nuestras iniciativas, para que puedan visibilizarse y podamos sumar así a más personas y empresas a nuestra causa. Siempre trabajamos esa comunicación con las empresas colaboradoras, para generar sinergias y ver los mensajes comunes y qué canales son los más propicios para explicar las alianzas.
Consideramos Linkedin una herramienta clave de difusión ya que en los últimos tiempos está cogiendo mucho peso y muchas personas, además de las propias empresas, la están usando como vía para estar informadas. Pero también estamos presentes en otros canales y nuevos formatos como Tik Tok.
¿Cuál considera que es la situación actual de la RSE (o de la Solidaridad) en nuestro país y sus principales barreras y desafíos de futuro?
Las empresas cada vez más están concienciadas de la importancia de obtener no solo beneficios económicos sino que también deben aportar beneficios sociales y/o sostenibles a la sociedad. La RSC se va introduciendo poco a poco, sobre todo en pequeñas y medianas empresas, mientras que las grandes organizaciones la tienen más integrada. En todo este proceso, hay un actor que está tomando un papel muy importante, el consumidor final, que actúa como palanca de cambio para que las empresas sean sostenibles e implementen los criterios ESG.
Desde la Fundación Vicente Ferrer, consideramos que la RSC tiene grandes retos por delante y trabajamos para ofrecer lo mejor de nosotros mismos a las posibles alianzas. Dentro de la gran variedad de organizaciones no gubernamentales que existen y el gran abanico de causas que representan, nuestra fundación tiene una marca diferencial con un trabajo muy concreto. Intentamos además generar con nuestros alidados una comunicación alineada, utilizando el mismo lenguaje, ya que muchas veces el lenguaje que usamos en las ONG no termina de encajar con el lenguaje de las empresas y es algo en lo que hay que acortar distancias. Se debe de alinear y remarcar que las empresas son aliadas estratégicas para el tercer sector.
También es un reto mejorar la adaptabilidad del tercer sector para co-crear proyectos conjuntamente (empresa + ONG). Las empresas colaboradoras quieren implicarse cada vez más con los proyectos y no quieren financiarlos y recibir informes, quieren colaborar en la creación y exigen medidores de impacto para analizar los resultados del proyecto en el cual han colaborado.
Nuestro principal reto es seguir llevando recursos a las poblaciones más vulnerables de Anantapur. Nos mueve el inconformismo de Vicente Ferrer, por eso queremos incrementar nuestro trabajo para poder atender al mayor número de personas posible. Uno de nuestros retos es seguir sumando nuevos colaboradores en el ámbito de las empresas, y que éstas puedan conocer de primera mano el impacto que con sus acciones están generando en nuestro proyecto en India.
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