Profesionales del ámbito jurídico, social y académico se han reunido en el seminario jurídico “Enfrentando la aporofobia”, organizado por la Fundación Fernando Pombo. En el acto se han compartido situaciones reales de aporofobia, evaluando conjuntamente las dificultades de denuncia y buscando soluciones para mejorar el acceso a derechos de las personas en situación de vulnerabilidad en la calle.
La aporofobia fue introducida en el Código Penal en el 2021 como agravante de un delito (art. 22.4.ª del CP) y como motivación de un delito de odio (art. 510 del CP). Este contexto hace que sea un momento crucial para actuar. Por ello, la Fundación Fernando Pombo, en colaboración con abogados del departamento de penal-económico de Gómez-Acebo & Pombo, la Clínica Jurídica de la Universidad Autónoma de Madrid y HOGAR SÍ, decidieron abordar este tema desarrollando la guía jurídica: Enfrentando la aporofobia.
El acto ha sido inaugurado por Carlos Saiz, socio responsable del área de penal-económico en Gómez-Acebo & Pombo, y Ana Higuera, directora de la Fundación Fernando Pombo.
Carlos Saiz ha identificado tres problemas básicos en relación con la infradenuncia. El primero es el acceso a la justicia, ya que el sistema judicial no se activa sin una denuncia, lo cual es especialmente difícil para las personas en situación de sinhogarismo. El segundo, es la dificultad de probar los hechos, dado que la mayoría de las agresiones ocurren de noche y sin testigos. Por último, la motivación de la conducta: se exige que estas acciones se deban a la humillación y el menosprecio, con el ánimo de lesionar la dignidad de la persona.
Por su parte, Ana Higuera, ha recordado que la misión de la Fundación Fernando Pombo es promover una abogacía responsable y comprometida con el fortalecimiento del Estado de derecho y el acceso a la justicia. La creación de proyectos como la guía jurídica Enfrentando la aporofobia y los foros como éste, para promover la coordinación entre el sector social y la abogacía, deben contribuir a facilitar el acceso real a la justicia.
El seminario se ha organizado en cuatro conversaciones entre representantes de la Fundación Arrels, HOGAR SÍ, Cáritas Madrid, San Juan de Dios Valencia y abogados de Gómez-Acebo & Pombo y la Fundación Fernando Pombo. Las conversaciones han sido moderadas por Francisco Fita, socio director de la oficina de Valencia de Gómez-Acebo & Pombo, quien, gracias a su experiencia en proyectos pro bono y de voluntariado con este grupo de personas, ha aportado una perspectiva valiosa sobre el fenómeno del sinhogarismo.
En la primera conversación, Juan Manuel Rodilla, coordinador de Atención a Personas e Innovación en San Juan de Dios Valencia, y Juan Mira, abogado del área de penal de Gómez-Acebo & Pombo, han presentado dos casos con los que han podido ejemplificar los indicadores y circunstancias que hacen que exista un delito de odio por razones de aporofobia. Juan ha destacado que «el ensañamiento, el número de agresores y la selección de la víctima son algunos de los indicadores más importantes». Por su parte, Juan Manuel ha destacado que «colaborar con la abogacía contribuye a la tecnificación de las entidades sociales y, esto a su vez, a mejorar la atención a nuestros beneficiarios».
En la segunda, Marina Sánchez, técnica de investigación e incidencia en el Observatorio HATEnto de HOGAR SÍ, y Marta Martínez-Almeida, abogada del área de penal-económico de Gómez-Acebo & Pombo, han partido del análisis de un caso acontecido en Gijón en el que una persona en situación de sinhogarismo fue obligada a beber orina y luego incendiaron el lugar donde dormía. Marina ha narrado como «los agresores, por medio de un vídeo, retaban a la ciudadanía a denunciarles pensando que no había una herramienta de denuncia. Es cuando desde HOGAR SÍ decimos actuar». Marta, en su análisis, ha destacado que «el vídeo es una prueba puesta en bandeja y la herramienta de denuncia es el artículo 510.a) del CP».
En la tercera conversación, Eva Mª Hobeich, responsable del departamento jurídico en Fundación Arrels, y el abogado Juan Mira, han compartido un caso de aporofobia que ha sido defendido como acusación popular por Arrels, en el que han colaborado conjuntamente. «Hicimos la reflexión de que, si acompañamos a las personas, lo hacemos hasta el final. Por eso decidimos a partir de entonces que nos personaríamos como acusación popular» ha resaltado Eva Mª sobre el enfoque de trabajo en su entidad.
En la cuarta y última conversación, Jesús Polo, psicólogo y responsable del proyecto San Felipe Neri en Cáritas Madrid, y la abogada Marta Martínez-Almeida, han abordado el caso de una persona en situación de pobreza, migrante y, además, con problemas de salud mental. Jesús hizo hincapié en «cómo animar a la persona a confiar de nuevo en las instituciones o cómo adelantarse a lo que puede ocurrir si denuncia, es uno de nuestros grandes retos como profesionales de atención».
El seminario ha concluido con un llamamiento a colaborar desde el momento en el que se detecta un hecho que pueda ser delictivo, así como a construir una red sólida entre la abogacía y las entidades sociales contra la aporofobia.
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