Las situaciones de sinhogarismo son diversas y tienen que ver tanto con el acceso a la vivienda como con las condiciones de habitabilidad; FEANTSA elabora la clasificación ETHOS (tipología europea acerca de las diferentes situaciones de sinhogarismo y exclusión residencial) que permite identificar diferentes intensidades de exclusión en función de la relación que la persona tiene con la vivienda.
Así que la situación de sin hogar va más allá de encontrarse sin cobijo, al raso. Encontrarse sin techo es la cara más visible y más cruenta de la exclusión residencial. Todos los recuentos (desde 2008) realizados en Barcelona, al igual que la mayoría de grandes ciudades europeas donde se realizan este tipo de actuación, nos ofrecen datos similares: son los hombres que, mayoritariamente, están más representados en esta categoría.
El porcentaje de mujeres que duermen en la calle en Barcelona es del 12,2% frente al 87,4% de varones. Las mujeres se encuentran menos representadas en la primera categoría ETHOS (sin techo) y su presencia aumenta de forma destacable en los recursos residenciales de media y larga estancia representando el 25% de las personas atendidas.
Pero esto no significa que las mujeres no estén sufriendo situaciones derivadas de encontrarse sin hogar; La dificultad de cuantificar el número de mujeres radica en que las situaciones de exclusión residencial que sufren quedan ocultas y se viven de puertas para dentro. Para evitar caer en la calle, muchas de ellas deben sostener y soportar situaciones de abusos y violencias o agotar las alternativas de alojamiento intermitente que puedan ofrecerles amigos o conocidos.
Según datos del INE 2012, la incidencia de las mujeres aumenta de forma considerable en las categorías ETHOS 3 y 4 (vivienda insegura e inadecuada) donde los porcentajes alcanzan un 48%. De hecho, hace pocos días que el Ayuntamiento de Barcelona ha hecho balance del funcionamiento de los Servicios sociales y la conclusión ha sido clara: la crisis socioeconómica derivada de la pandemia está afectando especialmente a las mujeres.
Las mujeres conforman uno de los grupos sociales más susceptibles a la vulnerabilidad y la exclusión social. Las principales limitaciones a las que se enfrentan las mujeres sin hogar se vinculan al mercado de trabajo, el rol cultural asignado y otros factores interseccionales que agravan la situación de vulnerabilidad; Desgraciadamente, encontramos que el sinhogarismo femenino va, muy a menudo, de la mano de haber sufrido situaciones de violencia.
Poner el foco en lo invisible nos ayuda a ver a las mujeres que hay detrás de los porcentajes. Acompañarlas nos demuestra todos los días nuestra razón de ser y nos enseña la gran capacidad de resiliencia de estas mujeres.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de la Mujer 2022.