Los ODS de la Agenda 2030 recogen la lista de deseos y aspiraciones de cualquier ser humano de bien; una foto de un mundo mejor en que se da respuesta a todas las necesidades de las personas (igualdad, educación, salud…) y del planeta (clima, ecosistemas, mar…) ¿Alguien puede estar en contra? Unas metas que invitan a la acción colectiva y que sobre el papel son perfectas, y quizá sea ese el problema, que el papel lo aguanta todo.
Estamos en la mitad del plazo estimado para su consecución y si levantamos la vista, ¿qué encontramos? Una pandemia aún latente que lejos de aunar criterios y decisiones ha dejado al descubierto la desigualdad entre países, manifestando claramente que el cuidado y la protección de la salud están muy lejos de ser universales, y dependen de los euros de cada caja, por cierto, nada común. A la pandemia sumamos muchas guerras, aunque en esta parte del mundo solo tenemos una en mente, que además poco a poco se va desdibujando a medida que nos sumergimos en nuestras vacaciones.
Desde la posición que me otorga esta tribuna alzo mi voz como ciudadana del mundo para apelar a gobiernos, instituciones y empresas a actuar de manera conjunta y coordinada, de verdad, por un fin común que es la Agenda 2030. Antes de terminar de escribir esta frase he sido consciente de la candidez infantil de mi apelación, casi como la de quien escribe a los Reyes Magos. Así que como quizá sus Majestades no me escuchen, lógico porque también estarán veraneando, lo más práctico y eficaz es pasar a la acción.
Me siento afortunada por con contar con el impulso y los recursos con los que desde Ibermática se trabaja para dejar una huella positiva en la sociedad. Estas iniciativas se aglutinan bajo el proyecto ‘Planet, Society and You’, cuyas líneas de acción impactan particularmente en los siguientes ODS: impacto muy alto en los ODS 8 (trabajo decente y crecimiento económico) y 17 (alianzas para lograr los objetivos), impacto alto en el 9 (industria, innovación e infraestructura) y 10 (reducción de las desigualdades) e impacto positivo en el 4 (educación de calidad), 5 (igualdad de género) y 13 (acción por el clima).
Quizá nombrar una serie de ODS resulte muy institucional, por eso yo prefiero quedarme con los nombres, caras, gestos y comentarios de las cientos de personas a las que hemos llegado en cada proyecto: nunca olvidaré el agradecimiento de Encarna al teclear por primera vez su APP MiMe (Mi Memoria) que le recuerda la medicación que tiene que tomar, la ilusión de Ivan que ya tiene un portátil como todos sus compañeros de clase, la alegría de Yamal que ha conseguido su primer empleo como programador, y el tesón de Beatriz que ha conseguido la beca de prácticas que siempre ha querido, como ella dice “su discapacidad no limita sus ganas”… y así montones de historias que hacen que se sienta grande, y hacen grande a Ibermática.
He de reconocer que otras veces también me siento muy pequeñita y desbordada por todo lo que me gustaría hacer, pero ni el tiempo, ni los medios, alcanzan a tantos frentes. Quizá a ti te pase lo mismo, en ese caso haz como yo, refresca aquella frase del Dalai Lama: “si crees que eres demasiado pequeño para marcar la diferencia, intenta dormir con un mosquito”.
“Planet, Society and You”, el proyecto de Ibermática que aglutina las iniciativas en ODS
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