Una de cada cuatro personas tiene o va a desarrollar un trastorno mental, y de ellas, el 70% se manifiestan durante la niñez o adolescencia. Esta mañana ha tenido lugar el acto de presentación del estudio Inquietudes, preocupaciones y salud mental de la juventud en España publicado por la Fundación Atalaya. A través de una encuesta a 2.002 menores y jóvenes de entre 15 y 29 años, el informe arroja datos sobre el estado del país con el objetivo de definir cuáles son las áreas prioritarias en las que actuar según la edad y el género, como la ansiedad.
La ansiedad está presente de forma mayoritaria en mujeres y se manifiesta con problemas de sueño y dificultades para relajarse, y la depresión también la sufren más ellas en comparación con los chicos. Sin embargo, los síntomas más graves graves de este trastorno se dan en el grupo de jóvenes adultos, es decir, quienes tienen entre 25 y 29 años.
En el estudio también se ha analizado el riesgo de comportamiento suicida, en el que 143 encuestados ha manifestado haber tenido algún tipo de comportamiento autolítico, como la ideación, como el deseo de estar muerto o haber tenido ideas de quitarse la vida. Celso Arroyo, médico y psiquiatra del Hospital General Universitario Gregorio Marañón ha señalado tres aspectos clave para abordar estos resultados: Primero, la inclusión de profesionales de la psicología en los equipos de atención primaria, educación socioemocional y, por último, pruebas de autoevaluación en los centros médicos y educativos. “Hay que perder el miedo a preguntar si se tienen comportamientos suicidas, porque preguntar no incentiva el suicidio”.
Asimismo, el sentimiento de soledad no deseada no solo está presente en la tercera edad, también entre los y las jóvenes. Más del 55% afirma sentirla de forma moderada y más del 15% manifiesta soledad no deseada de forma frecuente.
En cuanto al apoyo social el estudio arroja datos positivos, solo el 22,5% siente un nivel de apoyo social bajo, aunque también hay brechas: Los jóvenes que se sitúan en los niveles altos residen en núcleos urbanos frente a los rurales, tienen estudios superiores y son de clase social media o alta.
Consulta más información responsable en las publicaciones Corresponsables.