El Grupo de Acción de Salud y Sostenibilidad, liderado por Forética y compuesto por 23 grandes empresas -encabezadas por Chiesi, Grupo ASISA y Quirónsalud-, centrará su cuarta edición en abordar la integración de la salud mental en la estrategia empresarial y la responsabilidad que tienen las empresas de actuar, con el objetivo de poder prevenir, proteger, medir y maximizar su contribución positiva a la salud y el bienestar de las personas.
Entre el 11% y 27% de los problemas de salud mental se atribuyen al trabajo
Según la Confederación Salud Mental España, 1 de cada 4 personas tiene o tendrá algún problema de salud mental a lo largo de su vida. Concretamente en España, se considera que entre el 11% y el 27% de los problemas de salud mental se pueden atribuir a las condiciones de trabajo, según la Federación Mundial de la Salud Mental (WFMH).
La Organización Mundial de la Salud destaca el gran impacto que este reto tiene en la actividad de todos los sectores económicos. La economía mundial pierde alrededor de un billón de dólares al año de productividad solo por casos de ansiedad y depresión. De hecho, el coste total de los problemas de salud mental en España es de un 4,2% del PIB (aproximadamente 45.000 millones de euros). Según las estimaciones de McKinsey, invertir en salud mental de los empleados tiene un retorno económico para las organizaciones de 4,25 dólares por cada dólar invertido.
Ricardo Trujillo, Director de Impacto Social y Capital Humano de Forética, afirma: “Más allá de la salud física, las empresas dan cada vez una mayor importancia al cuidado de la salud mental de sus trabajadores, un tema de total actualidad ante los impactos de la COVID-19 y el actual contexto económico y social provocado por la crisis geopolítica. Las empresas están reforzando su aproximación a los aspectos vinculados a la salud y el bienestar como destaca la hoja de ruta ‘Visión 2050’, integrándolos como eje de sus estrategias de sostenibilidad’.
María Ordovás, Manager del Grupo de Acción de Salud y Sostenibilidad, destaca: “La promoción de la salud mental por parte de las compañías conlleva numerosos beneficios para las mismas. Entre ellos destaca el aumento de la productividad, la disminución del absentismo laboral, la minimización de la rotación laboral o la rebaja de costes sanitarios. Las empresas dan cada vez un rol más activo a los empleados en materia de salud y bienestar, otorgándoles voz y fomentando su participación a través de distintas herramientas”.