Hoy conversamos con Javier M. Flores, director general de la Fundación Microfinanzas BBVA que vislumbra un camino alentador en igualdad de oportunidades para la mujer. La Fundación Microfinanzas de BBVA atiende a más de 2 millones de personas: y entre ellas, 1,2 millones son mujeres emprendedoras en situación de vulnerabilidad en América Latina.
¿Qué supone la presentación en España del índice de Instituciones Sociales y Género (SIGI 2019) de la OCDE?
Es un hito importante. El Informe SIGI 2019 se presentó en Paris, y ha sido importante poder traerlo a España en un momento en el que hay demanda social, y sobre todo poner el foco en España y en la región de Latino América, que es donde la Fundación Microfinanzas ejerce su labor. Nosotros desde hace 12 años venimos trabajando en la región, y observamos que hay una realidad, y es que muchas mujeres tienen que trabajar por necesidad, y además en muchas ocasiones son cabeza de familia, y tienen que repartirse para atender los distintos retos que se les plantea. A partir de ahí, empezamos a poner foco en la mujer para ver cómo podíamos atender mejor sus necesidades, teniendo en cuenta el contexto social en el que trabajan, que es muy complicado, desde el punto de vista de las costumbres, prejuicios, desde las barreras legales y también para acceder al crédito.
¿Desde FMBBVA a cuántos emprendedores vulnerables en América Latina se ha ayudado? ¿a cuantas mujeres emprendedoras se atiende?
A lo largo de los años, más de tres millones de mujeres han tenido acceso a servicios financieros gracias a la labor de la Fundación. En el momento actual, la Fundación tiene 2.130.000 clientes de los cuáles el 60% son mujeres, por lo tanto 1.200.000 son mujeres, y tienen algún tipo de relación financiera con la Fundación.
¿Cuál es la metodología propia que sigue la FMBBVA para ayudar a estos emprendedores con escasos recursos?
Nosotros empleamos una metodología que la llamamos finanzas productivas responsables, porque hemos visto que no solo basta con dar crédito, especialmente cuando hablamos de mujeres. Muchas veces nos encontramos con personas que están realmente excluidas socialmente con problemas de autoestima. Desde la Fundación, hemos tratado de aportar no solo una oferta financiera, si no también un acompañamiento de educación financiera y de integración en la sociedad. Tenemos por ello, distintas iniciativas en las que agrupamos a mujeres de perfiles similares para que ellas mismas se respalden unas a otras, no solo desde el punto de vista de crédito, si no desde el punto de vista de sus iniciativas, que aprendan unas de otras, que se sientan emponderadas y que tengan esa fuerza para salir adelante en sus comunidades.
¿Qué importancia tiene para la Fundación Microfinanzas de BBVA, la comunicación de la RSC y cómo lo llevan a cabo?
Para la Fundación es básico, por varios motivos. Primero porque nosotros como Fundación, fuimos creados por BBVA para tener impacto social y para generar reputación social corporativa positiva. Pero hay algo más importante que todo esto, la visión institucional o corporativa, tenemos que generar conciencia en la sociedad de que hay personas que han tenido la poca fortuna de nacer en condiciones de desventaja diferentes a nosotros, y que están esperando a que haya instituciones que sean capaces de darles una oportunidad. Si con la actividad que nosotros hacemos y comunicando lo que hacemos, y exponiendo los ejemplos de mujeres que han salido adelante partiendo de muy abajo somos capaces de movilizar a otros sectores de la sociedad en España, en América o donde sea, incluso a movilizar conciencias, pues bienevenido sea. Comunicar lo que haces está bien, pero cuando comunicas algo que tiene un propósito, no solo está bien sino que además mueve las conciencias de las personas.
¿Cuáles son los principales retos de futuro en materia de Responsabilidad Social y Sostenibilidad para la FMBBVA?
Para nosotros el gran reto que tenemos es escalar el tamaño de la Fundación, el poder llegar a más personas. Ese es el driver principal. Llegar a impactar en el mayor número de personas posibles. La sociedad está cambiando y todo lo que tiene que ver con ser capaces de llevar todas las bondades de la tecnología al servicio de la personas vulnerables para hacerles la vida más fácil, y que tengan una capacidad de tener acceso a más información, acceso a mercados a interrelacionarse , a integrarse en la sociedad y en las comunidades. Eso es un gran reto que tenemos y algo en lo que estamos poniendo mucho esfuerzo. Por supuesto nosotros, estamos muy comprometidos con los ODS de Naciones Unidas y esto es un reto de largo alcance. Trabajamos distintas líneas que no solo es tratar el emponderamiento de la mujer, y erradicar la pobreza, sino que estamos también generando líneas de trabajo relacionadas con la sostenibilidad del medio ambiente. Ahí nos tenemos que poner a hablar de los pequeños productores agrícolas que muchos de ellos están sobreexplotados por los grandes compradores de materia prima que les pagan cuatro centavos. Nosotros lo que estamos tratando es de ayudarles para que sus cultivos sean más productivos, sean más eficientes y amistosos con el medio ambiente. Tenemos varias iniciativas como son las fincas demostrativas de medidas de adaptación al cambio climático que hemos organizado con ONU medio ambiente en Colombia, y que en la actualidad estamos implantado en República Dominicana. Entendemos que a estas personas, la mejor manera que tenemos de ayudarles, es enseñarles que hay otro modelo de poder cultivar de una manera más sostenible, no solo con el medio ambiente, si no desde el punto de vista de la sostenibilidad financiera.