En 1886, cuatro de los primeros 14 empleados de Johnson & Johnson eran mujeres. Pocos años después, en 1908, ya había ocho pioneras liderando alguno de los 36 departamentos de nuestra compañía, y ese mismo año, se incorporó la primera científica a la plantilla, un área en el que la presencia masculina era aún mayoritaria por aquella época. Todavía no había nacido el movimiento que en 1911 dio lugar al nacimiento del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer.
En las compañías de Johnson & Johnson las mujeres son catalizadoras para la generación de un mundo más saludable desde nuestro nacimiento hace más de 130 años; la diversidad e inclusión son dos valores que llevamos en nuestro Credo como compañía y tratamos de plasmar en todo lo que hacemos día a día. Por eso, en este 8M no queremos dejar de sumarnos al movimiento mundial que sigue llamando nuestra atención sobre la importancia de romper prejuicios invisibles que todavía siguen lastrando las carreras profesionales de las mujeres.
La pandemia de Covid-19 no ha sido precisamente una aliada de las mujeres como alertan numerosos indicadores. Por un lado, ha frenado el número de publicaciones científicas firmadas por mujeres, como ya señaló la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) en un artículo liderado por la Dra. Pilar Garrido; o como mostró un análisis publicado en la revista BMJ Global Health en el que se observó que solo uno de cada tres autores que publican artículos relacionados con el SARS-CoV-2 son mujeres.
Cifras paradójicas si tenemos en cuenta que el 70% de la fuerza laboral sanitaria en todo el planeta corresponde a mujeres; una cifra que, según la OMS, asciende al 90% entre quienes están y han estado en primera línea de la emergencia por COVID-19.
Esta marcha atrás en la equidad de género tiene importantes implicaciones para el avance de la ciencia. Las razones son varias, sabemos que las mujeres llevan hoy en día más carga en las labores domésticas y de cuidados; al tiempo que persisten sesgos inconscientes internos (muchas veces por falta de confianza y falta de referentes femeninos) y externos (debido a estigmas asociados al papel de mujer en determinados puestos).
Todo ello permite que siga existiendo una desigual distribución del liderazgo femenino. En el terreno concreto de la ciencia, los datos indican que se pierde talento femenino a lo largo de la carrera investigadora. Según el informe ‘Científicas en cifras 2021’, aunque la proporción de alumnas universitarias en ciencias supera en muchas carreras el 50%, cuando se integran en el mundo de la investigación su porcentaje disminuye dramáticamente a medida que se asciende en la escala de responsabilidades. Y no podemos permitirnos, como sociedad, perder por el camino el 50% del talento, del 50% de la creatividad, del 50% de la energía y de la inteligencia y conocimiento que aportan las mujeres.
Por eso es necesario actuar desde ya tanto desde los ámbitos públicos, con políticas orientadas a cambiar la tendencia actual, como desde el privado. En Johnson & Johnson lo hacemos potenciando el desarrollo de las mujeres dentro de la organización, a través de iniciativas como WiSTEM2D, que fomenta las vocaciones femeninas en las áreas de ciencias, tecnología, ingeniería o matemáticas (las llamadas carreras STEM) desde niñas; o WLI (Women’s Leadership & Inclusion) que guía nuestras políticas en materia de diversidad e inclusión desde hace 25 años mediante programas específicos de desarrollo de liderazgo femenino que nos ayudan a que cada vez haya mayor número de mujeres en nuestros puestos directivos.
Porque cuando los equipos son diversos, son capaces de llegar a soluciones más sostenibles, a una mejor comprensión de los problemas, aportan ideas más creativas, mayor conocimiento, respuestas más éticas y efectivas. Es cierto que aún queda camino por recorrer y somos conscientes de que aún hay áreas de mejora y estigmas que romper. Por eso nuestra compañía ha lanzado en este 8 de marzo el manifiesto ‘Una promesa a todas las mujeres’ por el que nos comprometemos a poner continuamente en práctica las políticas de diversidad e inclusión de nuestra Compañía para el desarrollo profesional de TODAS las mujeres en TODOS los niveles y en TODO el mundo.
Porque somos una familia global de compañías que operan en muchos países, cada una con una riqueza diferente y única en su historia, con sus puntos de vista y expectativas culturales respecto a las mujeres, y porque que en Johnson & Johnson estamos unidos por nuestra adhesión compartida al compromiso de Nuestro Credo de “respetar su diversidad y dignidad y reconocer su mérito” para las mujeres de TODO EL MUNDO.
Por eso, en el 25 aniversario de nuestro grupo Women’s Leadership & Inclusion, establecemos esta promesa de compañía, porque deseamos establecer nuevos objetivos y construir a partir de otros objetivos para la contratación, retención y promoción de las mujeres en nuestras empresas, en cualquier lugar del mundo; convencidos de que este camino nos llevará sin duda a una mejor salud global.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de la Mujer 2022.