La Embajada de Suecia y AstraZeneca han celebrado la primera ‘Cumbre de Prevención’ en Madrid, un espacio que ha reunido a expertos en salud pública con el objetivo de promover la prevención como una prioridad dentro de la agenda europea y las estrategias de salud pública, especialmente en el ámbito de las enfermedades infecciosas del aparato respiratorio.
La crisis del coronavirus evidenció la necesidad de contar con planes de preparación y respuesta ante las potenciales amenazas contra la seguridad sanitaria. Afortunadamente, la covid-19 ya no causa las situaciones extremas que vivimos en el 2020, pero tanto el SARS-CoV-2 como el virus de la gripe, el virus respiratorio sincitial (VRS) o el metapneumovirus humano (hMPV) siguen representando un riesgo importante para la salud, especialmente para los colectivos de la población más vulnerables, y año tras año tensionan los sistemas sanitarios de todo el mundo.
Prevención y colaboración público-privada
Ante este contexto, autoridades sanitarias de España y Suecia han debatido sobre los retos y las estrategias actuales en salud pública, poniendo el foco en la importancia de la prevención y la colaboración público-privada.
El Presidente de AstraZeneca, Rick Suárez, ha destacado que “nos encontramos en un momento histórico marcado por la constante amenaza de desafíos sanitarios globales como las epidemias, el cambio climático o la superpoblación. Ante esta situación, una de las piedras angulares sobre la que debemos asentar nuestras estrategias es la prevención: anticiparnos a las crisis potenciales y minimizar sus consecuencias si llegan a producirse. En AstraZeneca tenemos el compromiso de trabajar de manera colaborativa junto a la comunidad científica y las autoridades sanitarias para para liderar los esfuerzos en la gestión proactiva de estos desafíos, impulsando la llegada de soluciones innovadoras y contribuyendo a reforzar nuestra capacidad de respuesta”.
Suecia instauró en el año 2014 la Agencia de Salud Pública, que desempeñó un papel crucial durante la gestión de la pandemia. En España estamos siguiendo los pasos y actualmente se está tramitando en el Congreso la Ley para la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública, que servirá para vigilar, identificar y evaluar el estado de salud de la población, así como reconocer los problemas o riesgos que pueden surgir en materia de salud pública, prestando especial atención a las desigualdades en salud.
El Dr. Pedro Gullón, Director general de Salud Pública y Equidad del Ministerio de Sanidad del Gobierno de España, y la Dra. Karin Tegmark Wisell, Directora general de la Agencia de Salud Pública de Suecia, han reflexionado sobre la evolución del concepto de salud pública a lo largo de los años, que ha cobrado una importancia sin precedentes tras la pandemia. A este respecto, ambos han compartido su visión acerca del papel que juegan los tratamientos profilácticos, como las vacunas, que han demostrado ser una de las herramientas más efectivas en la prevención de la covid-19 y otras enfermedades infecciosas.
En palabras del Dr. Pedro Gullón, “la visión de salud pública tiene que tener un papel central en las políticas de salud a nivel local y a nivel global. Los ámbitos de prevención, la visión de los determinantes sociales de la salud, y la mirada de salud en todas las políticas son la única forma de afrontar los retos actuales y futuros en salud”.
Durante la jornada, se han expuesto los aprendizajes y retos que se vivieron durante la pandemia desde las diferentes comunidades autónomas. Para ello, la jornada ha contado con la participación de la Dra. Laura Ruiz, directora general de Salud Pública de la consejería de Sanidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha; el Dr. Jorge del Diego, director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía; y la Dra. Yolanda Márquez, directora general de Salud Pública del Servicio Extremeño de Salud.
Todos ellos han coincidido en que las campañas de vacunación y las medidas de protección individual fueron esenciales para controlar la propagación del virus y mitigar sus efectos más graves en la población. Además, han subrayado la persistente amenaza que el virus supone para los grupos vulnerables y cómo otras enfermedades estacionales, como la gripe, siguen teniendo la capacidad de ejercer una presión significativa sobre los sistemas sanitarios. En este sentido, han destacado la importancia de destinar recursos público-privados a la prevención para evitar crisis sanitarias futuras y garantizar la resiliencia del sistema de salud.