A todas las personas nos importa el futuro del planeta, de nuestro entorno, de las sociedades en las que vivimos. Pero podríamos decir que, en muchas ocasiones, a las mujeres nos importa más. Si echo la vista a mi alrededor, son mujeres las que están apostando por proyectos sostenibles, poniendo en marcha iniciativas que llevan la responsabilidad social y con el entorno en el ADN. Además, lo hacen por pura convicción, alineadas con sus propósitos vitales, y suelen huir de lavados de cara asociados a una supuesta moda.
Y, eso que, si atendemos a los datos, las mujeres tenemos mucho en contra. Con menos representación en los órganos políticos y empresariales de todo el mundo, brecha salarial, techo de cristal… la carrera de obstáculos es larga. Sin embargo, se nos vienen a la cabeza muchas mujeres si pensamos en quiénes son aquellas personas que defienden el territorio en el que viven, que se organizan para mejorar sus vidas, y que se apoyan en la comunidad para dar un paso adelante.
Desde las camareras de piso que se organizan en toda España, a las directivas que hacen lobby para apoyar el talento femenino, pasando por todas las iniciativas de role models para las más jóvenes puestas en marcha en los últimos años. Somos el ejemplo para todo tipo de organizaciones, públicas y privadas, sin ánimo de lucro o con lucro, de cómo poner en marcha iniciativas sostenibles con el entorno en el que vivimos.
En LF Channel, la agencia de comunicación que fundé hace ya unos cuantos años, siempre hemos apostado por equipos diversos, y las mujeres tenemos mucho que decir. Mujeres hemos ocupados los puestos de liderazgo más relevantes en la agencia, y hemos sido la referencia para muchas otras que se iniciaban en la carrera profesional. Recientemente, cuatro de nosotras hemos abanderado el lanzamiento de DEI Channel, con la idea de trabajar para fomentar un futuro diverso e inclusivo desde la gobernanza, la comunicación y el marketing.
Y, todas nosotras, lideramos este proyecto desde la convicción y el compromiso. Estamos orgullosas de este proyecto, y nos encanta contárselos a otras mujeres, que muchas veces son nuestras interlocutoras al otro lado.
Estoy siempre agradecida a todas las mujeres con las que he compartido camino, en la vida profesional y personal, por ser inspiración y sostén. Los obstáculos que nos hemos encontrado no han podido parar nuestras ganas de progresar y mejorar nuestro entorno. Creo firmemente en nuestro poder para imaginar un futuro más sostenible. Las más jóvenes son muchas veces las que nos animan a caminar de manera firme hacia dicho futuro. Seamos nosotras su inspiración y referente a la hora de imaginarse liderando sus más ambiciosos proyectos.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables 8M-Día de la Mujer, el papel de la mujer en el desarrollo sostenible: retos y oportunidades.