La empresa, specializada en investigación y desarrollo, producción electrónica y marketing de equipamiento de comunicaciones, también provee soluciones de redes personalizadas para operadores de la industria de telecomunicaciones.
¿En qué consiste el proyecto ICT Academy?
ICT Academy es un programa de periodicidad anual que la compañía lanzó en 2013 y que busca la cooperación entre el ámbito universitario y la empresa. Además, involucra a instituciones de otros niveles de educación superior y busca, de alguna manera, construir o poner en marcha una suerte de ecosistemas de talentos. Nos planteamos comenzar este proyecto en 2013 porque Huawei tiene una característica fundamental que es el músculo en materia de innovación. Es decir, la importancia y la relevancia que da al aspecto de la investigación y del desarrollo, pero también la aportación económica que destina a ello. En los últimos resultados financieros más del 15% de la facturación se destina única y exclusivamente a I+D. Y esto, al final, es un músculo, como decía, muy importante que busca que se transfiera ese know-how, ese expertise, en las últimas tecnologías, tecnologías punteras que todavía están desarrollándose. Esto es lo que ocurrió, por ejemplo, con el 5G, la compañía empezó a innovar o a invertir en 5G hace 10 años y, ahora, en 2020 es cuando está encima de la mesa.
Con esa lógica de aprovechar y poner en valor toda la inversión que hace la compañía en materia de I+D, teniendo en cuenta que casi la mitad de los empleados trabajan en labores de I+D (ya a sea en centros de innovación conjunta con operadores de telecomunicaciones, en centros de I+D, en laboratorios…), lo que queríamos era ponerlo a disposición de las universidades y de un ecosistema de partners, de talentos, de escuelas, que nos venían ayudando desde hace tiempo.
Todo esto lo hemos hecho trabajando con docentes de colegios y de universidades, en la parte más formativa. Pero también con infraestructuras. La compañía es más conocida en el ámbito de dispositivos o de teléfonos, de smartphones, de tablets, etc. Pero Huawei es, fundamentalmente, un proveedor de infraestructuras de redes de telecomunicaciones. Y, en ese sentido, toda la infraestructura que corre y la provisión o las redes que los operadores de telecomunicaciones despliegan, en España y en otros países, es infraestructura de telecomunicaciones de 4G, inalámbrica, fibra óptica y de 5G que fabrica y comercializa Huawei. Eso nos sirve también para dar un soporte, desde el punto de vista de infraestructura tecnológica, en los campus.
ICT Academy tiene dos partes. Una parte de formación y un ámbito de infraestructuras de telecomunicaciones que se aporta en los campus. Como, por ejemplo, routers, conmutación, cloud, big data, temas de inteligencia artificial, de almacenamiento… Todo eso permite que haya dos capas. Una capa de tecnología, que ayuda a los campus de las grandes universidades a funcionar, pero también una capa importante de formación, de contenidos.
A finales del año pasado este programa ya se había implementado en 72 países de todo el mundo. Por supuesto, en Asia. Pero también en Europa, en África, en Oriente Medio o en América Latina. Con lo cual, hay mucha capilaridad a nivel mundial, 45.000 estudiantes reciben formación cada año. Además, por ejemplo, el año pasado participamos en más de 50 ferias de talentos para identificar talento e incorporarlo a la compañía. Esto nos ha permitido a nivel mundial atraer o incorporar a más de 21.000 estudiantes y ayudar y contribuir a que casi 4.000 personas tengan una formación muy específica en ámbitos y en sectores como puede ser cloud, big data, inteligencia artificial o 5G.
En España la foto es muy positiva y, además, se retrotrae a varios años atrás. El ICT Academy se puso en marcha en nuestro país por primera vez en el año 2014, en la Universidad de Alicante. Nosotros firmamos un acuerdo de cooperación con ellos para suministrar esas dos partes de las que hablaba, la parte de redes de telecomunicaciones y la de formación y cursos relacionados, fundamentalmente, con las redes, la infraestructural de red. También hemos ido desarrollando o identificando oportunidades con otras universidades como la Pompeu Fabra, la Universidad Florida Universitaria de Valencia o la Universidad Politécnica de Madrid.
No se trata de un programa o un proyecto en standby, sino que tiene una voluntad de crecer y de aportar con mucha inversión añadida. De hecho, hemos anunciado que este proyecto, al que hemos llamado la versión 2.0 (que es como una actualización de este programa) va a contar con una inversión añadida de, al menos, 50 millones de dólares. Para ayudar a que dos millones de profesionales mejoren sus skills en el ámbito de tecnologías de información y comunicación. Que se popularicen esas skills, esas habilidades digitales, en los próximos cinco años y además, se haga en todos los niveles y sin ningún tipo de diferenciación por género. Porque es de todos conocido que, desafortunadamente, las carreras de tecnologías de la información, de telecomunicaciones o de informática no suelen ser las que eligen las niñas o las mujeres. Es por ello que este programa intenta estimular esas capacidades.
La idea, con este empuje que le estamos dando en estos últimos meses al programa, es reforzar la cooperación entre la universidad y la empresa en tecnologías como pueden ser el 5G o la inteligencia artificial.
¿Cómo se enmarca esta iniciativa dentro de la responsabilidad social corporativa de Huawei?
El programa de ICT Academy encaja con total naturalidad en la estrategia de responsabilidad social corporativa de Huawei porque cuelga de un paraguas que es el de nuestra estrategia “Creando oportunidades a través de la Educación”. Que es la estrategia de responsabilidad social corporativa de Huawei en nuestro país. Es una estrategia que se puso en marcha hace ya casi nueve años y quiero subrayar que se hizo en nuestro país porque en una multinacional que opera en más 170 países las peculiaridades de cada país, cómo funciona o cuáles son las demandas, los requerimientos, el estado social, económico e, incluso, político varía de forma constante. Nosotros decidimos que el marco, el ángulo o la proyección que en nuestro país se le iba a dar al ámbito de la responsabilidad social era vinculado a la educación.
No ha sido así en todos los países en los que opera la compañía. Hay oficinas de Huawei en las que se ha dado especial relevancia a temas de medioambiente, a temas de discapacidad… Nosotros, desde las oficinas de España, también tenemos presentes estos otros temas así como los temas de diversidad o de género. Pero hace ocho años tuvimos muy claro que si en algo la compañía podía aportar aquí era en dos ámbitos: en primer lugar, con el expertise en materia de innovación. Y en segundo lugar, ayudando a contribuir al background profesional, pero también formativo y docente de muchísimos estudiantes que hace ya casi nueve años tienen un alto grado de formación específica de determinadas áreas. Más allá de la formación docente que vienen recibiendo de las universidades, les venía muy bien y les será de gran ayuda para entrar en el mercado laboral y tener un valor diferencial en el mercado profesional. Esa es la lógica que marca la estrategia de RSC de Huawei en España y en ese paraguas, en el que evidentemente hay muchos otros proyectos, es donde se enmarca el ICT Academy.
ICT Academy es, por lo tanto, un programa mundial que tiene su foto aquí en España y que encaja perfectamente en la estrategia de responsabilidad social corporativa local que decidimos llamar “Creando Oportunidades a través de la Educación”.
¿Qué proyectos o buenas prácticas destacadas tenéis actualmente en marcha nuestro país en materia de RSC o de sostenibilidad?
A lo largo de estos últimos años hemos activado muchos proyectos que estamos orgullosos de llamar programas ya que cuentan con un peso, con una periodicidad anual y con una voluntad de continuidad más allá de las circunstancias actuales.
Me gustaría destacar dos de ellos. En primer lugar, el programa del Smartbus, un programa de formación y concienciación de un uso responsable y seguro de las nuevas tecnologías y de las redes sociales. Es uno de los proyectos que más satisfacciones nos ha dado porque lo hemos trasladado a miles de personas, a miles de estudiantes, de padres, madres y profesores en colegios a nivel nacional.
El proyecto del Smartbus fue el primer gran programa de responsabilidad social corporativa que Huawei hizo en España hace ocho años. Entonces la situación no era la actual, el uso intensivo que hacen de la tecnología los menores de edad, desde 9 a 13 o 14 años es, actualmente, mucho mayor que el que se hacía en su momento. Pero ya entonces identificamos que cada vez los niños estaban usando la tecnología y las redes sociales de forma más frecuente y, además, invertían más tiempo en el uso de esas redes sociales. Eso suponía una oportunidad, una ventana a muchísima información, conexión y comunicación con amigos y compañeros, pero también una entrada o un acceso a posibles riesgos y amenazas. Esa es la lógica por la que activamos en su momento el proyecto del Smartbus.
Acabamos de terminar la edición 2019-2020, en la que hemos llegado a más 25.000 personas en toda España. Hemos estado desde septiembre del año pasado visitando casi 100 colegios en trece comunidades autónomas. Yo creo, humildemente, que hemos hecho un trabajo, granito a granito, por el que 25.0000 personas nos han dado las gracias. Porque les hemos ayudado a identificar ciberbullying, sexting, amenazas, etc. Y la horquilla de edad de entre 9 y 13 años son especialmente sensibles a ese tipo de situaciones. Por tanto, uno de los proyectos que forma parte del universo de la RSC de Huawei en España es este, el del Smartbus.
Otro proyecto que hacemos todos los años son las becas. Las becas El Futuro de las TIC en las que becamos a estudiantes españoles para que se formen en ingeniería de telecomunicaciones, en las últimas tecnologías, tanto en la sede de la compañía en China como en otras ubicaciones. En esta edición 2020 las circunstancias son las que son y, evidentemente, vamos a buscar alternativas para ese programa “El futuro de las TIC”. Pero ya llevamos siete ediciones con esa formación intensiva. Una formación pagada íntegramente por Huawei y en la que hasta ahora han podido formarse casi 100 estudiantes españoles.
¿Cómo estáis fomentando desde Huawei la comunicación y el diálogo con los grupos de interés?
Desde Huawei le damos mucha importancia al ámbito de la responsabilidad social corporativa pero también al ámbito que nosotros llamamos el ecosistema de stakeholders o de la industria en su conjunto.
Le damos importancia con recursos asignados y dedicados a la comunicación y a la gestión de las relaciones con ese ecosistema. Le damos importancia también con un presupuesto al efecto. Y, sobre todo, le damos importancia por una cosa, fundamentalmente, y es que Huawei tiene muy presente que es un actor más de la industria del sector de las telecomunicaciones, pero también de la economía digital por extensión en nuestro país y que, por lo tanto, queremos y necesitamos hacer las cosas en conjunto. Hacer las cosas en modo ecosistema, en modo cooperación. Y siempre lo hemos hecho así.
Un ejemplo es la cooperación y la relación que tenemos con la Universidad Politécnica de Madrid desde hace siete años. Es una relación de largo recorrido en la que empezamos con un curso de postgrado. Un curso de especialización en el que los propios empleados de Huawei formaban a estudiantes de la Universidad Politécnica de Madrid en ámbitos como era el 4G (hace años) y que después fuimos actualizando a cloud, a big data, a 5G. Es una relación de largo recorrido porque estamos convencidos, además, de que es un win-win. Nos enriquecemos mutuamente. Nosotros de ellos, sin duda alguna, y del ecosistema universitario, de think tank, de partners, de asociaciones del sector, de fundaciones…. Tenemos muchas relaciones con fundaciones, con asociaciones, más verticales, más amplias, con muchísimas universidades. Pero también para que la compañía entienda qué es lo que se está necesitando en el sector y podamos, de alguna manera, acomodarnos o adelantarnos a esas necesidades y aportar valor añadido.
¿Cuáles son los próximos retos de Huawei en esta materia de responsabilidad social corporativa?
Los próximos retos de Huawei son, fundamentalmente, dos. En primer lugar, mantener y elevar las oportunidades y el aporte en materia de educación y de formación en nuevas tecnologías. Es cierto que, para nosotros, incluso te diría a nivel de estrategia de la oficina de España, la RSC es un pilar fundamental. Es decir, la RSC no está en absoluto desvinculada del posicionamiento del desarrollo de negocio de la compañía en nuestro país. Muy al contrario. Y eso, al final, hace que el nivel de exigencia que nosotros nos marcamos normalmente en cuanto al mantenimiento de los proyectos y la mejora de los mismos sea muy importante.
El punto número uno, por lo tanto, sería marcarnos mejoras en cuanto a programas de más envergadura, en los que podamos llegar a más gente y, sobre todo, muy acomodado a las necesidades del mercado. Hemos detectado, por ejemplo, temas relacionados con la mujer en la economía digital. Creo que es fundamental hoy en día para el sector en el que nos encontramos que el talento, como es el talento femenino, esté incorporado y, además, estimular ese acceso del talento femenino a carreras de tecnologías desde edades muy tempranas. No hay muchas ingenieras de telecomunicaciones o informáticas en las grandes multinacionales. Para eso tienen que estudiar y tienen que empezar desde los 9, 10 y 11 años a entender que es un mundo en el que todas las oportunidades están encima de la mesa y que, sin duda alguna, hay ejemplos muy inspiradores que reflejan que hay una oportunidad fantástica para las mujeres en los sectores más vinculados a lo que llamamos las vocaciones STEM (ciencias, ingenierías, tecnología, matemáticas, etc). Ese es un ámbito que para nosotros es una oportunidad y que ya estamos poniendo en valor apoyando formación para ese perfil, apoyando estudios que ponen en valor esos asuntos.
El segundo punto, en cuanto a reto, es poner las tecnologías últimas, las próximas tecnologías que ya, de hecho, están muy presentes, como es la inteligencia artificial, al servicio de los ciudadanos, al servicio de la salud. Como estamos haciendo con proyectos como, por ejemplo, el de StorySign o el de Track AI. Son proyectos muy concretos en los que ponemos la inteligencia artificial en manos de profesionales, por ejemplo, de la medicina, en el caso de Track AI permitir que niños que sufren discapacidad virtual tengan oportunidad de una detección precoz. Es un proyecto fantástico que hacemos a través de una pyme española, de Zaragoza, que se llama Dive Medical. Es un dispositivo que ayuda a los profesionales médicos a identificar alteraciones visuales en niños pequeños y en bebés. Ese es un ejemplo muy concreto del uso de la tecnología para ayudar a las personas en el corto y medio plazo.
Otro ejemplo es StorySign, un proyecto en el que también se recurre a la inteligencia artificial y a la realidad aumentada para ayudar a que los niños sordos, o con algún tipo de deficiencia auditiva, aprendan a leer y mejoren su lectura. A leer se aprende escuchando por lo que en las personas con dificultades auditivas la capacidad de leer y la evolución en el aprendizaje puede ralentizarse un poco. StorySign es una plataforma fantástica con una aplicación en el smartphone que permite que los niños lean a través de unos cuentos que va leyendo un muñequito mediante lenguaje de signos. Es un refuerzo, sin duda alguna, para su educación.
Estos son ejemplos concretos de ese segundo ángulo que le queremos dar a la RSC, que es el de las nuevas tecnologías y de la inteligencia artificial o del 5G para un uso efectivo y en beneficio de la sociedad.
Escucha aquí la entrevista completa con la protagonista: