María del Mar Pageo, presidenta de Cruz Roja Española; Vicente Cancio, CEO Grupo Zurich en España y miembro del consejo de administración de la Z Zurich Foundation; Íñigo Vila, director de la Unidad de Emergencias de Cruz Roja Española y Cristina Gomis, directora de Responsabilidad Social Corporativa de Zurich y representante de la Z Zurich Foundation en España han presentado esta mañana en la sede de Cruz Roja Española las primeras conclusiones del proyecto Resiliencia comunitaria ante riesgos climatológicos.
Cruz Roja y Zurich Seguros, junto con la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y la Z Zurich Foundation, unieron fuerzas el año pasado para reforzar la resiliencia de la población ante eventos de carácter climatológico; con el objetivo de preparar a la población ante desastres como los que provocan las inundaciones y las olas de calor y que, de ese modo, se minimicen las consecuencias.
“Se trata de un proyecto pionero en España que busca compensar y reforzar las capacidades personales, comunitarias e institucionales con conocimiento y recursos, lo que nos permitirá adaptarnos mejor a las cada vez más frecuentes inundaciones u olas de calor, y que su impacto negativo sea cada vez menor entre la población”, ha afirmado Vicente Cancio, CEO Grupo Zurich en España.
“El riesgo ante los desastres es uno de los ámbitos de trabajo donde la aparente división entre personas en situación de vulnerabilidad se diluye. Todos somos, en una u otra medida, vulnerables ante eventos extremos y, frente a ello, existe una patente necesidad de integrar la preparación ante emergencias en nuestra normalidad presente y futura. Claramente, es urgente entre otras medidas, mejorar la comprensión que tenemos sobre cómo el riesgo forma parte de nuestras vidas e incrementar nuestras capacidades para hacerle frente”, ha explicado María del Mar Pageo.
“Para explicar las razones de la urgencia –ha añadido la presidenta de Cruz Roja Española–, podríamos aludir a muchos factores distintos, pero, en particular, me gustaría destacar tres. El primero es que, como señala el Informe Mundial de Desastres de la FICR del año 2022, desde 1970 ha aumentado el promedio anual de desastres desencadenados por amenazas naturales a nivel mundial; el segundo elemento es que la mayor parte de los desastres registrados son de origen climático y, el tercero, es que ningún país, ni comunidad quedará a salvo de los efectos del cambio climático. El riesgo de desastres de origen climatológico constituye un riesgo real para todas las personas”.
“El primer paso del proyecto ha sido realizar un análisis con el Medidor de Resiliencia Climática para Comunidades de la Z Zurich Foundation, la fundación de la aseguradora, entre los vecinos de los barrios de San Cristóbal y Vistalegre, en Madrid, y los de Martxalenes, Ciudad Jardín, L’Amistat, Ayora y La Punta, en Valencia. Este medidor es una herramienta que se utiliza en varios países en que Cruz Roja y Zurich Seguros desarrollan proyectos para medir la resiliencia frente a múltiples peligros (como olas de calor, inundaciones y otros desastres climáticos) para acelerar la adaptación al cambio climático”, ha explicado Cristina Gomis, directora de Responsabilidad Social Corporativa de Zurich y representante de la Z Zurich Foundation en España.
Con esta herramienta se ha medido el nivel de resiliencia de los vecinos de dichos barrios frente a inundaciones y olas de calor a través del análisis de cinco aspectos de la comunidad: humana, social, física, natural y financiera. Si cualquier ciudadano sufriera una inundación en su vivienda a causa de las lluvias torrenciales, ¿sabría qué tiene que coger antes de salir de casa? ¿tenemos preparada una lista de cosas imprescindibles a llevar, como los medicamentos o el cargador del móvil?… En definitiva, ¿estamos, ciudadanos y administraciones, preparados para afrontar una catástrofe climática?
Las primeras conclusiones sirven para aportar una fotografía sobre dónde podemos encontrar las fortalezas y las carencias de nuestras ciudades, a fin de contribuir a crear comunidades más preparadas para afrontar emergencias climáticas. Estas son algunas de las reflexiones más relevantes obtenidas de las encuestas a los vecinos de los siete barrios mencionados de Madrid y Valencia:
- Los hogares no tienen salud financiera. No disponen de ahorros que les permitan afrontar imprevistos. Un alto porcentaje de hogares están por debajo del umbral nacional de pobreza y/o por debajo de la media del ingreso nacional.
- Un alto porcentaje de hogares sufre pobreza energética. Adolecen de acceso a servicios energéticos esenciales, como calefacción, refrigeración, iluminación y agua caliente.
- Necesidad de más información sobre recursos. Existe un gran desconocimiento sobre la existencia de recursos para la gestión de desastres como, por ejemplo, los mapas de riesgos, los presupuestos de recuperación para inundaciones y el Plan de Acción Olas de Calor.
- Piden participar más de la toma de decisiones. Los ciudadanos desconocen cómo participar o influir en latoma de decisiones en temas tan cruciales como la gestión de riesgos y la inclusión social de todos los grupos, incluida la identificación y priorización de problemas y soluciones.
- Los usuarios creen que es necesario velar por el mejor interés de toda la comunidad.
- Ponen de manifiesto la necesidad de mayor respaldo al personal de respuesta ante los desastres.
- Manifiestan la necesidad de más infraestructuras y suministros que respondan ante un desastre como, por ejemplo, el acceso a generadores, refugios de enfriamiento para la población, distribución de equipos de aires acondicionados, ventiladores, etc.
- Apuesta por la formación. Existe un gran desconocimiento sobre cómo prepararse ante inundaciones: el trato del agua contaminada, evacuaciones seguras, preparación del hogar…
- Los usuarios, según los datos recogidos, demandan aumentar el presupuesto para mantenimiento de infraestructuras públicas (que se poden los árboles con la frecuencia idónea; que se realice un correcto y frecuente mantenimiento a las fuentes o el alcantarillado …). Por otro lado, reclaman que se invierta en vistas de una reducción del riesgo ante olas de calor e inundaciones.
- Ponen de manifiesto que no tienen conocimientos teóricos ni prácticos de qué son los mensajes de alerta temprana ni cómo actuar.
- Solicitan que se mejore el acondicionamiento de las instalaciones educativas.
- Se evidencia la falta de acceso de algunos grupos vulnerables a los sistemas de predicción (por brecha digital, por ejemplo).
- Hay que mejorar la percepción de la seguridad, el bienestar y su protección y la de la comunidad.
- Manifiestan la falta de apoyo mutuo entre la propia comunidad
- Los vecinos reconocen diferencias dentro de su comunidad, por grupos sociales y que tampoco existe equidad entre diferentes barrios.
“Para paliar este tipo de situaciones, estamos trabajando en diferentes ámbitos. Por ejemplo, nos hemos propuesto actuar a corto plazo en la línea de la educación financiera, con la realización de talleres de gestión económica en el hogar, en los que los participantes aprenden a manejar sus finanzas personales de manera efectiva”, explica Iñigo Vila, responsable de Socorros y Emergencias de Cruz Roja Española.
“También vamos a realizar actuaciones en la línea de la educación y concienciación, mediante talleres de ahorro energético y campañas de sensibilización para mejorar la eficiencia energética con la adecuación de los hogares y la asistencia financiera con la revisión de facturas energéticas. Proponemos, además, la realización de mapeos de recursos climáticos; dar a conocer los sistemas de alerta temprana y cómo actuar ante la alerta; realizar capacitaciones y formaciones dirigidas a la población sobre preparación, planificación y actuación ante una emergencia; la distribución de un kit de primera respuesta (mochila porta documentos, botella de agua, crema solar, repelente, abanico, etc.) para afrontar situaciones de emergencia como olas de calor e inundaciones, etc.”
“Las familias no disponen de ahorros suficientes para asumir estos imprevistos provocados por los desastres climatológicos”
“Organizaremos talleres de ahorro energético, iniciativas de apoyo económico en las situaciones de riesgo”
“Implantaremos un sistema de alerta temprana,… pic.twitter.com/jr6SGffeLg
— Corresponsables (@Corresponsables) 20 de junio de 2024
Por último, concluye Iñigo Vila, “la brecha digital y otros factores limitantes impiden que estos grupos reciban información crítica, lo que los coloca en mayor riesgo ante eventos meteorológicos adversos. Nos referimos a varios grupos vulnerables que enfrentan barreras significativas para acceder a los sistemas de predicción meteorológica como personas mayores, personas con discapacidad, población de bajos ingresos, población migrante y de minorías étnicas, personas sin hogar”.
Colaboración global
El proyecto Resiliencia comunitaria ante riesgos climatológicos se enmarca de toda una línea de trabajo a nivel mundial. Urban Climate Resilience Program, además de en Madrid y Valencia, se desarrolla en ciudades de Australia, Malasia, Italia, Turquía y Reino Unido entre otras. Todas ellas, entornos urbanos que utilizan el mismo enfoque de medición de resiliencia comunitaria ante eventos climatológicos que, según sus fortalezas y debilidades, también desarrollará sus actividades concretas para fortalecer sus capacidades.
Cruz Roja Española trabaja de la mano de Zurich España, Z Zurich Foundation, y la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Estas entidades trabajaban desde hace años el concepto de resiliencia comunitaria con proyectos y metodologías orientadas a mejorar las capacidades de las comunidades para la reducción del riesgo de desastres.
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