En el mundo actual, la tecnología lo impregna todo, incluso gran parte de nuestras rutinas. Esta transversalidad tecnológica es indudable, por lo que es llamativa la escasez de mujeres profesionales en el ámbito TIC. Es un sector que no para de crecer, y no sólo a nivel global. Si nos fijamos en los últimos años, podemos ver que en España ha crecido un 6,24% de promedio anual, llegando a emplear a más de 530.000 personas de manera directa en nuestro país.
Según el último informe que hemos publicado desde Experis, “Mujer y Tecnología”, el sector IT necesita este año más de 240.000 profesionales cualificados. De ellos, al menos la mitad deberían ser mujeres para reducir de manera progresiva la brecha de género que existe en el sector. Esto supone unos 120.000 puestos que deberían de cubrir las mujeres este año.
Esta demanda se convierte en una oportunidad para las profesionales que quieren formar parte de una industria muy dinámica, retadora, con claro impacto social y que ofrece oportunidades de crecimiento y desarrollo muy diversas. Y nos solo eso, se trata de un sector en el que existe igualdad salarial y en el que las profesionales cobran un 70% más que la media de las mujeres trabajadoras en España.
Aun contando con grandes beneficios, lo que nos encontramos en realidad es que las mujeres representan en la actualidad únicamente el 20,6% del total de puestos dedicados a IT.
Y esto es preocupante porque, desde la perspectiva de las empresas también estamos dejando pasar una oportunidad. Contar con equipos diversos impulsa la productividad, contribuye a fidelizar el talento, permite a las compañías ser más atractivas para clientes y potenciales candidatos y suma otros estilos de liderazgo que enriquecen a la organización.
Principales causas de desequilibrio
El informe repasa las principales causas por las que se produce ese desequilibrio y las analiza desde tres perspectivas: educativa, sociocultural y profesional.
Ante la primera barrera, la educación, desde Experis estamos convencidos de que el abordaje debe ser integral, haciendo una profunda revisión de la formación reglada e impulsando el uso de otros recursos formativos que permitan dotar a las profesionales de las habilidades específicas que el mercado demanda en menos tiempo (bootcamps, por ejemplo). Además, es necesario ampliar la visión que se tiene del mundo tecnológico y trasladar el mensaje de que trabajar en tecnología no tiene por qué requerir una formación exclusivamente técnica. Por tanto, es crucial impulsar la formación para poder contar con todo el talento que el sector demanda y, especialmente, el femenino.
Para afrontar la barrera sociocultural, es fundamental poner en valor los referentes femeninos del pasado, así como los perfiles de éxito que están en la industria hoy en día. Las que ostentamos cargos de responsabilidad debemos asumir el rol de referentes, mentoras e impulsoras de la carrera de otras profesionales para continuar construyendo una red de inspiración, ayuda y apoyo que atraiga a mayor número de al sector IT.
Por último, para derribar la barrera profesional se hace necesario poner en marcha políticas de diversidad de género capaces de generar un completo ecosistema de talento e innovación que beneficie a todos los que lo practican.
Se hace necesario, de manera urgente, poner en marcha planes de acción que atraigan y fidelicen al talento femenino, como la revisión de los procesos de selección, la promoción activa y real de una cultura de empresa diversa e igualitaria, la creación de una política de remuneración y promociones sin sesgos, la presencia de políticas reales de conciliación y el contar con un análisis cualitativo de las bajas voluntarias de la compañía.
Desde Experis podemos contribuir asesorando y ofreciendo soluciones a las necesidades de transformación digital de las empresas para conseguir sus objetivos. Además, colaboramos con un amplio espectro de organismos, administraciones y empresas para ayudar a diseñar e impartir programas de desarrollo de las competencias más demandadas para su aplicación inmediata en el puesto laboral.
El sector TIC no deja de crecer y aporta un gran valor añadido a nuestra economía. Sin embargo, la falta de profesionales, especialmente de mujeres, amenaza al desarrollo de la industria situación es compleja. La solución no será sencilla, ni inmediata, pero es necesario avanzar y, para ello, los diferentes agentes sociales tenemos que colaborar. Tenemos un increíble reto por delante: atraer al mejor talento para la industria y eso pasa por no renunciar a la mitad de la población. Estoy convencida de que todo lo bueno que logremos compensará, con creces, los esfuerzos necesarios.
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