A través de mi empresa, UHY Fay & Co. Auditores Consultores, tuve la oportunidad de asistir como voluntaria a una jornada de formación para Adisli, una asociación para la atención de personas con discapacidad intelectual ligera o inteligencia límite. Mi empresa que siempre anda involucrada en proyectos inclusivos y solidarios, nos planteó esta nueva propuesta. Y bueno, sin indagar mucho, de primeras me pareció muy interesante, tenía la intuición que podía ser una experiencia inolvidable y tener la ocasión de conocer un poquito más cerca a estas personas me atrajo bastante.
Esta asociación la integran personas altamente sensibles, cualidad valiosísima y de la que creo que tanto carecemos en la sociedad en que vivimos. La jornada se trataba de explicarles algunas técnicas telefónicas que les sirvieran para aplicar en su día y día, así como hacerles sentir más cómodos en algunas situaciones reales que se les pudieran plantear en un ámbito laboral.
La actividad transcurrió mejor de lo que esperaba, fue un ratito en el que la naturalidad, la espontaneidad, el interés por aprender algo nuevo, la colaboración, sus inquietudes y ganas por resolverlas, fueron las grandes protagonistas. Pero he de decir, que con lo que me quedo, es con el agradecimiento que recibes con tan poco das, y, sobre todo, con sus risas abiertas y desenfadadas. Al final, te das cuenta que hay un lenguaje mucho mejor que el de los formalismos y la tecnología, y es la comunicación a través de las emociones y el contacto humano.
Y bien, efectivamente fue así, colaborar con ellos, aunque haya sido de forma puntual, me ha abierto nuevas expectativas, aprendizajes y reflexiones que hasta ahora no había tenido. Es una instrucción que no se encuentra en los libros ni en ningún otro medio que no sea, como fue con esta ocasión, compartiendo tu tiempo con ellos. Y creo que al final, aprendí yo mucho más de ellos que al revés. Son personas que muchas veces inconscientemente subestimamos, pero lo cierto es, que simplemente tienen otro tipo de capacidades y habilidades y muy desarrolladas.
Me siento muy orgullosa y agradecida de haber aprovechado esta oportunidad para explorar y aprender de sus cualidades…, como bien decía Jorge Font, yo tengo lo que a ti te falta, y tú tienes lo que yo necesito, de eso se trata, de capacidades complementarias.