En 2013 la ONU proclamó el 6 de abril como el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz. Una fecha para concienciar sobre la importancia que tiene el deporte en la promoción de los derechos humanos y el desarrollo económico y social, y que nueve años después cobra aún más relevancia en una sociedad en la que el deporte va ganando cada vez más protagonismo.
De hecho, según datos de la última Encuesta de Hábitos Deportivos en España, el número de personas que realizan algún tipo de práctica deportiva, de manera periódica u ocasional, ha aumentado un 6% en los últimos cinco años. Además de gozar de una mejor salud y calidad de vida, una sociedad activa también garantiza una convivencia más respetuosa, desarrollada e inclusiva.
No es casualidad tampoco que en la Agenda 2030 para un Desarrollo Sostenible se reconozca precisamente el papel del deporte en el progreso social como un facilitador importante del desarrollo sostenible. Tiene un poder transformador como elemento de inclusión e integración de las sociedades; promueve valores como la tolerancia, el empoderamiento y la inclusión social; e impacta de manera directa en materias de salud y educación.
Sin embargo, es fundamental continuar avanzando y creando conciencia acerca del papel que el deporte inclusivo tiene en nuestra sociedad. Esta disciplina agrupa a todas las personas con el objetivo de impulsar la integración social sin tener en cuenta las capacidades individuales. Desde Fundación Sanitas llevamos más de 10 años trabajando a favor de este proyecto porque creemos que este es el verdadero y único sentido del deporte: romper barreras, fomentar la igualdad de oportunidades y potenciar tanto la salud física como mental de todas las personas.
El deporte como herramienta para el progreso social
El respeto, la empatía, la persistencia y la superación son aprendizajes con los que podemos contribuir al espíritu del ODS10 que ampara la ‘Reducción de desigualdades’ y trabaja por reducir la desigualdad de oportunidades entre los diferentes países, pero también dentro de ellos promoviendo la inclusión social, económica y política de todas las personas, sobre todo de los sectores más vulnerables.
Cuando hablamos de deporte inclusivo hablamos de beneficios para todas las personas, ya que esta práctica mejora la actitud de las personas sin discapacidad hacia sus compañeros al aumentar las interacciones y comunicación positiva entre todos. Todo ello, a su vez, contribuye a mejorar la autoestima y el autoconcepto de aquellas personas que sí tienen discapacidad, puesto que fomenta en ellos el sentimiento de pertenencia al equipo.
Con este impacto positivo en el bienestar emocional, además de los evidentes beneficios físicos que proporciona el deporte, se contribuye de manera directa al ODS3, de Salud y Bienestar, que busca garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades, algo esencial para el desarrollo sostenible.
Sin embargo, para poder materializar todas estas metas y contribuir a un cambio real en la sociedad a través del deporte es preciso trabajar alineados con el ODS17 ‘Alianzas para lograr los objetivos’. Tejer redes entre las diversas entidades, instituciones públicas y privadas y sectores que impulsen esta visión integradora y saludable del deporte es fundamental para ser parte del progreso de nuestra sociedad.
Fundación Sanitas impulsa este objetivo a través de la Alianza por el Deporte Inclusivo que aúna instituciones, federaciones deportivas y de la discapacidad y fundaciones involucradas en hacer llegar el deporte inclusivo a toda la sociedad. Es gracias a ello que hemos logrado un hito histórico en el mundo del deporte: celebrar los Primeros Juegos Inclusivos de la historia, que tuvieron lugar el pasado 7 de octubre en Madrid en los que participaron 170 deportistas olímpicos y paralímpicos españoles.
Está en nuestras manos dar los pasos pertinentes para contribuir al progreso social y económico, pero siempre poniendo el foco en los derechos humanos y en la igualdad de oportunidades. En este sentido, el deporte, en especial el deporte inclusivo, se presenta como un perfecto agente transformador en favor de una sociedad más desarrollada, justa y solidaria.
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