Los terremotos de Turquía y Siria, que azotaron ambos países el pasado lunes 6 de febrero, es ya la mayor catástrofe natural producida en las regiones desde hace más de un siglo. La devastación producida por los seísmos deja más de 35.000 muertos hasta la fecha, pero la ONU ya ha anunciado que superarán las 50.000 víctimas. Las ONG del Comité de Emergencia, que trabajan en terreno, también advierten de que podrían ser necesarios muchos años para que las víctimas recuperen su vida con normalidad, y por tanto será imprescindible una potente financiación a medio y largo plazo para la reconstrucción de las comunidades afectadas.
Ante esta emergencia de proporciones históricas, las ONG miembros del Comité de Emergencia (Aldeas Infantiles SOS, Educo, Médicos del Mundo, Oxfam Intermón, Plan International y World Vision) consideran más necesario que nunca que los gobiernos se involucren completamente en proporcionar fondos para satisfacer las necesidades de la población afectada a medio y largo plazo. Además, aboga por la apertura de los puestos fronterizos para permitir y mejorar el acceso libre de ayuda y mercancía.
El devastador seísmo castigó el noroeste de Siria, donde las condiciones humanitarias eran ya terribles tras 12 años de guerra. Y es que cuatro millones de personas ya dependían completamente de la ayuda humanitaria en esa zona antes del desastre. Las personas que vivían en la pobreza extrema han perdido lo poco que tenían, millones de familias han perdido su hogar y muchos pueblos han quedado reducidos a escombros.
Antes del seísmo, eran 6 o 7 personas las que compartían tiendas de campaña; ahora la cifra ha ascendido a 17 personas de media. Los hospitales, ya saturados, sobrecargados y sin fondos suficientes, se encuentran sin electricidad debido a la falta de combustible. Familias que ya habían huído de sus hogares en varias ocasiones debido al conflicto sirio, se ven obligadas a desplazarse de nuevo, exponiéndose a nuevos riesgos, especialmente las niñas y niños no acompañados y las adolescentes.
Las ONG aceleran sus esfuerzos para responder en Turquía y Siria
Sobre el terreno, las ONG que conforman el Comité de Emergencia están trabajando sin descanso desde el primer minuto proporcionando estufas y combustible para abastecer a los hospitales y refugios temporales. También para reparar tuberías y colectores, así como para instalar grifos y letrinas en escuelas, mezquitas y otros lugares donde se refugia la población que se ha quedado sin hogar. Los equipos humanitarios están alerta ante el riesgo de enfermedades por falta de higiene y agua limpia, especialmente en el norte de Siria, zona ya afectada antes del terremoto por un brote de cólera. Además, está siendo especialmente importante la distribución de alimentos, agua, refugio y ropa de abrigo, mantas, kits de higiene, así como kits de higiene menstrual para las mujeres y adolescentes.
La protección infantil y el apoyo a otros sectores vulnerables son también una prioridad en estos momentos en los que preocupa la exposición a diversos riesgos de niños, niñas, adolescentes, mujeres, personas con discapacidad o personas mayores. Miles de familias turcas y sirias están recibiendo apoyo por parte del Comité de Emergencia gracias a la solidaridad de la ciudadanía y la colaboración de los partners (Atresmedia, RTVE, Vocento, Prisa, Unidad Editorial, Exterior Plus, MásMóvil, Allianz Partners, DKV, CecaBank, Orange, Museo Thyssen) y más empresas españolas y medios de comunicación que continúan cediendo sus espacios para ampliar el llamamiento de las ONG miembros del Comité de Emergencia.
Consulta más información responsable en las publicaciones Corresponsables