El próximo 24 de febrero se cumple un año de la escalada del conflicto en Ucrania. Un conflicto que ha agravado vulnerabilidades que ya existían, especialmente para los y las adolescentes que, tras tres años de pandemia, habían perdido los espacios de socialización propios de su edad en un momento clave para su desarrollo psicosocial. La escalada del conflicto afecta gravemente a la salud mental y el bienestar de niñas, niños y adolescentes, que necesitan apoyo para procesar los acontecimientos traumáticos.
Por eso, desde marzo de 2022 hasta la fecha, Plan International ha enfocado su labor en la creación de espacios seguros y en dar respuesta a las necesidades de las niñas, niños y adolescentes ucranianas refugiadas en Polonia, Moldavia y Rumanía y desplazadas internamente en Ucrania.
“En estos momentos, casi 4 millones de mujeres en Ucrania necesitan programas enfocados a prevenir y evitar el riesgo de violencia sexual, abuso y acoso al que se pueden estar viendo expuestas en su día a día. Plan International está llevando a cabo en Ucrania, Polonia, Moldavia y Rumanía, proyectos para garantizar que estas mujeres, las niñas y niños estén protegidos. Aquí en España, hemos desarrollado una unidad móvil de protección infantil donde las niñas y niños ucranianos pueden jugar y reforzar sus tareas escolares, así como recibir apoyo psicosocial. Es ahí donde se puede identificar en qué momentos pueden estar sufriendo un trauma o abuso escondido”, declara Concha López, Directora General de Plan International.
Los ataques han destruido infraestructuras críticas y esenciales para la infancia, como colegios – 1 de cada 5 ha sido destruido- y hospitales, interrumpiendo la educación de millones de niñas y niños, privándoles de la escuela como espacio de protección y arrebatándoles la sensación de normalidad. Además, lejos de su hogar y de sus redes de apoyo, las niñas, niños y mujeres corren un alto riesgo de explotación y violencia de género.
La menstruación y las necesidades de salud sexual y reproductiva no cesan en una emergencia, y Plan International es una de las pocas organizaciones que ofrece una respuesta centrada en las adolescentes, que incluye 11.200 kits de salud menstrual e higiene, y acceso a servicios de salud sexual y reproductiva.
En España, la organización también ha desarrollado programas de apoyo a las personas ucranianas refugiadas. Desde su puesta en marcha en julio de 2022, un total de 108 niñas y niños ucranianos de entre 3 y 16 años han participado en la unidad móvil “Child Friendly Space”, un programa desarrollado en un autobús cedido por Alsa en el que la organización ofrece actividades dirigidas al ocio educativo, la alfabetización digital, el refuerzo educativo y el apoyo psicosocial. También se han realizado Talleres de Orientación Sociolaboral que han llegado a 50 mujeres ucranianas refugiadas en España con itinerarios de inserción laboral y las acompañamiento en gestiones documentales requeridas por las Administraciones Públicas.
“Plan International España me dio mi primer trabajo en el país. Me ha ayudado mucho trabajar con un equipo de personas buenas que me han enseñado a dar mis primeros pasos en el mundo laboral de este país. Además, con mi trabajo he podido a ayudar a niñas y niños ucranianos y a mujeres que, como yo, han tenido que huir de su país”, cuenta Marianna, una ucraniana refugiada en España que ha trabajado con Plan International en la unidad móvil.
Niñas, niños y adolescentes, los más vulnerables
Más de 6,5 millones de personas son desplazadas internas en Ucrania y cerca de 15 millones, en su mayoría niñas, niños, adolescentes y mujeres, se han visto obligadas a huir del país, lo que supone la mayor oleada de refugiados de Europa desde la II Guerra Mundial. En octubre de 2022, España había otorgado más de 150.000 protecciones temporales a personas refugiadas ucranianas. Durante este año, la población ucraniana empadronada en España ha aumentado de 10.977 a 189.816 – casi 80.000 personas, según el INE-. Se estima que el 90% son mujeres, niñas y niños.
Además, los ataques a las infraestructuras energéticas han dejado sin electricidad a más de 6 millones de personas. Con el invierno, las temperaturas han alcanzado hasta los 20 grados centígrados bajo cero en algunas partes del país, lo que ha afectado gravemente a millones de personas que viven en casas dañadas o en edificios inadecuados para protegerse de las duras condiciones invernales.
Recomendaciones de Plan International para gobiernos, donantes y organizaciones
Desde Plan International se urge al cese inmediato de los ataques contra civiles e infraestructuras civiles – incluidos edificios educativos, hospitales e infraestructuras energéticas- y a respetar al derecho internacional humanitario y permitir el acceso seguro sin obstáculos a la ayuda humanitaria.
También recomienda priorizar las actividades integradas de protección y educación en la infancia, con enfoque especial en las zonas rurales y en niñas y niños con mayores riesgos de protección. Así como ampliar la programación para los niños con discapacidad desplazados, dada su mayor vulnerabilidad y los riesgos de protección.
La recogida y análisis de datos y necesidades específicas desglosadas por sexo, edad y discapacidad es fundamental para tener en cuenta los riesgos de protección específicos de género. También es prioritario garantizar la participación continua y equitativa de las mujeres, las organizaciones de derechos de la mujer y las dirigidas por jóvenes, así como de la población desplazada en los esfuerzos y planes de reconstrucción, rehabilitación y recuperación.
Plan International lanza la campaña #HazClickyColabora
Con motivo del aniversario de la escalada del conflicto, Plan International lanza la campaña #HazClickyColabora con Ucrania, creada en oposición a la idea del botón de destrucción masiva que todos tenemos en nuestro imaginario. Así, Plan International crea este botón solidario como una llamada a la acción para que el público en general, con un simple gesto, se sienta involucrado en el proceso de reconstrucción de la vida de millones de personas, y especialmente de niños, niñas y adolescentes, que viven en contextos de crisis o emergencias.
La organización propone este botón como el símbolo de un gesto sencillo y al alcance de todos que permite que los donantes formen parte del cambio y la reconstrucción de la esperanza, contribuyendo a la respuesta de Plan International en emergencias.
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