Remedios Orrantia, presidenta de la Fundación Vodafone España, ha hablado con Corresponsables sobre la labor de su organización, y su labor en la promoción de la educación inclusiva y digital de jóvenes y mayores.
¿Cuál es la misión de la Fundación Vodafone y cómo trabaja para lograrla?
El objetivo de la Fundación Vodafone es poner la tecnología al servicio de las personas más vulnerables. Somos una compañía que cree que las nuevas tecnologías pueden ayudar a este colectivo a tener una vida mejor, a integrarse mejor en la sociedad, y a ser ciudadanos de pleno derecho.
En nuestros más de 27 años de vida, hemos intentado poner la tecnología al servicio de los más vulnerables y, desde hace aproximadamente cuatro años y medio, que es cuando yo asumí la presidencia de la Fundación, lo que queremos hacer, además, es poner un foco muy especial en la educación. Hemos desarrollado mucho trabajo en torno a aplicaciones para ayudar a integrar a personas con capacidades diferentes, pero, desde hace cuatro años, lo que decidimos fue dar un giro hacia la educación, porque creo que está en un momento en el que tiene que actualizarse. Tenemos que ser capaces de crear un modelo educativo robusto y sólido en este país, para garantizar su competitividad. Es lo que, sin lugar a duda, le da a los niños oportunidades para un futuro en igualdad.
Empezamos a trabajar en un programa educativo con el propósito de aportar nuestro granito de arena, y ver cómo la tecnología podía mejorar nuestro sistema educativo en tres elementos: la tecnología, la actualización de los contenidos y la metodología de aprendizaje. Así es como realmente creemos que podemos empezar a impactar en nuestros niños para que tengan un futuro prometedor.
¿Podría hablarnos sobre algunas de las iniciativas y programas que la Fundación Vodafone ha implementado para promover la educación inclusiva y digital?
Nuestro programa estrella es DigiCraft, un programa dirigido a niños y niñas entre los seis y los doce años, en el que enseñamos tecnologías disruptivas como realidad aumentada, programación, videojuegos, Internet de las cosas, ciberseguridad…Son temas que parecen complicados, pero que se pueden adaptar en materias asequibles en estas edades tempranas. Hemos conseguido meter el programa dentro del horario lectivo, en las comunidades autónomas en las que estamos implantados, que es ya en torno al 7% de los colegios públicos españoles.
Lo que hacemos es trasladar esos conocimientos al profesorado, a través de una serie de itinerarios formativos que nosotros impartimos a los profesores, porque sin ellos es imposible hacer esa transformación digital, y luego ellos se encargan de enseñárselo a los niños. Contamos con distintos itinerarios formativos en función de la edad y, además de acercar estas tecnologías disruptivas, donde no hay ningún tipo de brecha de género, les enseñamos también otro tipo de habilidades, porque esta manera de aprendizaje ayuda al desarrollo del pensamiento crítico, la creatividad, la capacidad de hablar en público, y trabajo en equipo. Habilidades que son fundamentales, y que están así definidas además por el marco europeo.
DigiCraft se lanzó en el curso 2018- 2019, y ya tenemos colegios a los que les hemos dado la identificación de “cole de referencia” porque han pasado por todos los años y todos los itinerarios, y la verdad es que está funcionando francamente bien.
Aunque tenemos puestos de trabajo en el ámbito digital, el paro juvenil en España sigue estando en el 40%. Creo que es importante empezar a accionar planes que ayuden a que esos datos y esas tendencias de años se frenen. Y creemos que la manera es enseñar a los niños tecnología en edades tempranas, de tal manera que cuando tengan 15 años se acerquen a ella de una manera natural y no con cierto miedo. Así podemos ayudarles a que opten por profesiones que les permitan acercarse a opciones de trabajo en el futuro. Los niños y niñas de España son grandes usuarios de tecnología, pero queremos que pasen de ser usuarios de tecnología a ser los programadores de su futuro. Y eso lo que requiere es que no solamente usen la tecnología, sino que sean capaces de crearla.
¿Cuál es el enfoque de la Fundación Vodafone con relación al papel del profesorado en la transformación de la sociedad? ¿Qué herramientas y recursos les proporcionan para mejorar los modelos educativos?
El profesorado es la pieza clave de todo este engranaje. Me he encontrado con profesores con una vocación de servicio, de capacidad de entrega, y de enseñanza, espectaculares. Ellos son los que conocen el sistema, las deficiencias y las partes positivas, entonces, hay que ayudarles a mejorar sus conocimientos digitales.
Desde la Fundación Vodafone lo que hacemos es trabajar con ellos en los itinerarios formativos que nosotros desarrollamos. De esa manera ellos también adquieren un conocimiento que, en muchos casos, no tenían. Aportan muchísimo, esto es una comunicación de doble vía y nosotros también nos enriquecemos de sus aportaciones a la hora de hacer más accesible el contenido para estos niños en estas edades tempranas.
Una vez que los profesores superan la formación, van, con nuestro apoyo, a impartir estos conocimientos en el aula. Tenemos experiencias súper bonitas de profesores que, una vez finalizada la formación, han sido capaces de emplear el conocimiento adquirido con nuestras actividades en otro tipo de asignaturas como geografía, por ejemplo. Es un proyecto que requiere involucración, y siempre encuentras profesores que son más disruptivos e innovadores, y que consiguen después contagiar al resto de profesores con esa dinámica.
Insisto en que el programa no gira únicamente en torno al contenido, sino también en torno a la forma de aprender. Cuando nosotros lanzamos los programas en las comunidades autónomas nos aseguramos siempre de que haya una variedad importante de colegios de zonas rurales, de zonas más marginales, y otros con altos grados de inclusión de niños con distintas capacidades, para asegurar que el programa funciona en todos los entornos y en todos los niños.
La figura del profesor es clave del programa, y de cualquier cambio que quieras hacer dentro del modelo educativo. La comunidad educativa es la que tiene que accionar ese tipo de cambios, y debemos escucharles más.
El Plan Nacional de Competencias Digitales busca formar en competencia digital al 80% de la población para el año 2025. ¿Cómo contribuye la Fundación Vodafone a este objetivo?
Contribuimos de una manera activa con todas las personas que pasan por nuestro programa. Hay una parte importante de la comunidad educativa que está atravesando este proceso de adaptación y de actualización de sus conocimientos digitales. Por supuesto, también los niños. Y, luego, contamos con una plataforma online donde tenemos distintas actividades en abierto, con una zona que es para los padres. Es decir, si estás en casa con tus niños una tarde y no sabes qué hacer, puedes jugar a DigiCraft. Hay una serie de activaciones con las que los padres también enriquecen sus conocimientos. Además, contamos con una zona para el profesorado, porque hay muchos profesores que, una vez que han finalizado la formación, quieren seguir ahondando en determinados conceptos.
Hemos desarrollado programas también con dos ONG: Save the Children y Cruz Roja Juventud. Ambas instituciones cuentan con el programa a nivel nacional en las aulas de refuerzo, donde van niños que no pueden regresar a sus domicilios después del horario escolar.
Además, en la historia de la Fundación Vodafone, se ha apostado por la educación en competencias digitales de la ciudadanía en su conjunto. En el pasado, ha apoyado mucho la formación de la tercera edad, que ha tenido que adaptarse a dispositivos que les han llegado de repente, y hemos intentado que pudiesen adquirir toda esa formación en habilidades digitales. Es decir, nos dedicamos más a la parte alta de la pirámide poblacional y a los niños. Ahí es donde más estamos.
Además, desde la compañía hemos apoyado también este objetivo. Teníamos un programa llamado Code Like a Girl (Programa como una niña) en el que todos los años formábamos en programación a niñas de 14 a 18 años. Lo hacíamos con voluntarios de Vodafone, que ayudaban a acercar ese tipo de actividad a las niñas, que siempre son un poquito más reticentes.
Esas son las iniciativas más destacadas que, en estos 27 años de historia, hemos llevado a cabo para asegurarnos de que todo este proceso de transformación digital que nos inunda, que no es un futuro sino que es una realidad, empieza a ser más amigable para todas las personas, cada uno en su situación y su contexto.
¿Cómo evalúa la Fundación Vodafone el impacto de sus programas y cómo mide el éxito en términos de mejorar la educación y promover la inclusión digital?
La medición es muy importante para nosotros. Realizamos evaluaciones antes y después del programa para ver cómo ha evolucionado el conocimiento digital una vez que han pasado por el programa. Lo hacemos tanto con los niños como con los profesores, y se ve clarísimamente su mejora.
Lo que estamos intentando, en colaboración con la Universidad de Salamanca, para el desarrollo de los itinerarios formativos, es ver de qué manera se pueden acreditar esas evaluaciones por las que pasan los profesores, y que luego les sirva a ellos para esos puntos que van acumulando de cara a sus opciones de moverse dentro de la estructura educativa.
Ahora que ya tenemos un histórico de colegios que han pasado tres años seguidos por el programa, queremos medir el impacto que tiene en las niñas que han pasado por DigiCraft, a la hora de elegir la formación de FP o universitaria a la que quieren optar. También en los niños, por supuesto, pero como es en las niñas donde existe esa brecha digital, me gustaría entender si esta intervención en las edades tempranas tiene el impacto que nosotros creemos que debe tener. Ver si hemos conseguido cambiar ese porcentaje de chicas que optan por las carreras STEM.
¿Podría compartir algunos detalles sobre el SuperReto y cómo contribuye a los objetivos de la Fundación Vodafone en el ámbito de la educación?
El reto es el momento culmen del proyecto. Tras las finales que se celebran en cada una de las comunidades autónomas, los ganadores viajan a Madrid. La experiencia de venir a Vodafone, someterse a todos los jurados, y competir con niños de otras comunidades autónomas es impactante. Preparan speech de cinco minutos como si fuesen una startup, y todos los miembros del equipo son capaces de describirte el proyecto o la propuesta que han desarrollado.
Para mí es uno de los días más bonitos de todo el año, poder ver a los niños de todas las comunidades autónomas corriendo por el Vodafone Plaza, siendo capaces de competir. Contamos con proyectos muy potentes, es un día lleno de ilusiones, y también de alguna frustración. Pero creo que es bueno ser capaces de gestionar esos momentos de competición, de nervios, de ansia, incluso para los que no ganan, porque considero que es importante desarrollar la resiliencia.
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