El plan Gerontológico Nacional contempla la necesidad de promover la salud y la prevención primaria de la enfermedad, y su línea básica de intervención es potenciar la permanencia de personas mayores y dependientes en su entorno familiar y en su propio domicilio, desde el convencimiento de que ello les capacita para mantener su independencia y su capacidad de adaptación.
La prestación de cuidados por lo general siempre recae en una sola persona y me gustaría resaltar que los cuidadores de las personas dependientes y personas mayores, están sometidos a presiones psicológicas y emocionales muy fuertes. Al estrés que les producen las situacions del dia de una manera muy intensa, además se les pueden añadir el descuido de sus propias necesidades.
Conforme va pasando el tiempo, el cuidador va asumiendo poco a poco una gran carga física y psíquica, ya que se responsabiliza por completo de la vida del afectado y poco a poco se va sintiendo absorbido por el enfermo, perdiendo sin darse cuenta su propia independencia. Esto provoca que se desatienda a él mismo, pero hay que recalcar que para cuidar bien de alguien primero debemos cuidarnos a nosotros mismos.
Este estrés conlleva muchos peligros para el equilibrio psíquico de estas personas y de forma indirecta para el propio anciano. Al conjunto de alteraciones que repercuten en todas las esferas del cuidador se le denomina “síndrome del cuidador”.
Entre las necesidades que aparecen más alteradas en los cuidadores son sueño y descanso, desarrollo personal, prácticas preventivas de salud y recreación. Los problemas médicos más detectados son las lumbalgias y dorsalgias de repetición, malestar psíquico, depresión y ansiedad. El 51% de los cuidadores presentan cansancio habitual, el 32% manifiestan estar deprimidos, el 20% creen tener un deterioro de su salud a causa del cuidado.
La esfera psicológica y emocional de los cuidadores es, por tanto, uno de los aspectos que ha de atenderse de forma especial con el objetivo de prevenir la aparición de potenciales crisis anímicas. Esto es de suma importancia porque si practican el auto-cuidado estarán mejor preparados para afrontar el estrés y la depresión, tomarán decisiones más acertadas y una atención de mayor calidad.
Es necesario cuidarse para cuidar mejor
Hay que aceptar que cuidar de alguien con dependencia es una tarea complicada que trae mucho agotamiento y es por ello que es recomendable:
- Prestar atención a la alimentación del cuidador.
- Dedicar algún tiempo a hacer deporte.
- Es muy aconsejable practicar técnicas de relajación como el yoga.
- Descansar el tiempo necesario.
- Procurar dormir las horas precisas.
- Dedicar algún tiempo a la semana a reunirte con tus amistades.
- No abandonar las aficiones. Aunque sea por poco tiempo, retomar alguna o comienza otra nueva.
- Y sobretodo no olvidar planificar las actividades de la semana y del día.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Internacional de las Personas Cuidadoras