La infancia y adolescencia son etapas cruciales en las que se viven experiencias significativas para el desarrollo de la persona como pueden ser pérdidas de personas significativas, situaciones de bullying, desengaños sentimentales, inestabilidad en el hogar etc. La falta de habilidades para gestionar emocionalmente estas situaciones puede derivar en una respuesta desajustada dando lugar a problemas de salud mental que derivarán en dificultades educativas, comportamientos de riesgo o mala salud física.
Ofrecer herramientas de prevención y abordar estrategias clave para promover el bienestar emocional de los jóvenes, son los objetivos de la jornada que se ha celebrado bajo el título “Cuidando la mente joven: estrategias e intervenciones preventivas de salud mental para adolescentes”, organizadas por el Ayuntamiento de Arrasate y el Hospital San Juan de Dios de Gipuzkoa.
Así lo ha destacado la alcaldesa de Arrasate, Maider Morras Azpiazu, quien ve “imprescindible, a través de la colaboración, profundizar en el cuidado de la salud mental desde el punto de vista preventivo. Y es que cuando hablamos de la calidad de vida en el pueblo, el tema de la salud mental juega un papel fundamental”. En este sentido, la alcaldesa ha destacado que el Gobierno está haciendo “una apuesta seria desde el inicio de su mandato” y ha enmarcado esta labor dentro de un potente “ecosistema sanitario” para que para que mejore la calidad de vida de las y los arrasatearras.
En la misma línea se ha pronunciado la directora territorial de San Juan de Dios España, Elena Urdaneta, quien ha hecho hincapié en la “exigencia de un abordaje multidisciplinar e integrador que actúe no sólo a nivel sanitario sino también educativo y social ante las necesidades concretas de los pacientes jóvenes con algún problema de salud mental” y también en la necesidad de “actuar en red e ir de la mano de los agentes implicados en este reto sanitario: administración pública, instituciones sanitarias y educativas, así como la familia y el entorno”.
Precisamente ése es el objetivo del HDA de Guipúzcoa. Situado en el complejo hospitalario de San Juan de Dios de San Sebastián, cuenta con 16 plazas orientadas al tratamiento de adolescentes de entre 12 y 17 años con diversas patologías psiquiátricas que afectan de manera significativa a su funcionamiento familiar, social o académico.
El Hospital gipuzkoano está reforzando su estrategia en salud mental infanto-juvenil y por ello insiste, Urdaneta, en que “es fundamental que la sociedad en su conjunto tome conciencia de la importancia del bienestar emocional en estas edades, y seamos capaces de ofrecer una intervención temprana para prevenir problemas más graves en el futuro y marcar una diferencia significativa en sus vidas”.
Es el primer centro del entorno exclusivamente destinado a personas menores de edad en situaciones de desprotección, de gran complejidad y vulnerabilidad, y que requieren de atención psiquiátrica intensiva. La atención se encamina a la obtención de una mejoría psicopatológica y conductual en el menor que permita la continuidad del tratamiento en régimen ambulatorio.
Éxito de la intervención temprana en salud mental infanto-juvenil: 45,45% de altas
En los siete meses de funcionamiento, los resultados del HDA demuestran la eficacia de la intervención temprana en la salud mental infantojuvenil. De los 11 menores atendidos, se han dado 5 altas por mejoría, lo que supone un 45,45% de efectividad en la orientación asistencial de este dispositivo referente a la población adolescente.
Un enfoque cuyo objetivo es la desaparición o disminución de las alteraciones psicopatológicas y conductuales que permitan la reintegración del adolescente lo más rápidamente posible a su medio habitual. De hecho, “es uno de los objetivos más importantes”, resalta el director médico del hospital, Apolo Zepeda, “que los menores puedan continuar con su vida habitual, y por eso, también se trabaja en programas para la reinserción escolar o en programas educativos de acuerdo a su etapa escolar correspondiente”.
EKKO: educación y prevención para reducir riesgos
El Hospital San Juan de Dios de Gipuzkoa lidera el programa educativo de sensibilización EKKO dirigido a jóvenes de primaria, sus familias y el profesorado en la zona de Aretxabaleta y Eskoriatza con el que aborda la prevención de adicciones entre el alumnado de quinto y sexto de Primaria y profundiza en la adquisición y desarrollo de habilidades sociales para evitar comportamientos de riesgo.
Un proyecto en el que participa el departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Arrasate y que nació para dar respuesta a problemas detectados en un primer programa desarrollado en 2018/2019 entre el alumnado de secundaria para elaborar un diagnóstico sobre el consumo de sustancias, proyecto UDA, alumbrado por el club deportivo Atxabaltarra y puesto en práctica con la colaboración del Hospital San Juan de Dios de Gipuzkoa.
Esta primera experiencia arrojó resultados preocupantes detectando un importante nivel de consumo entre el alumnado de primero a cuarto de Educación Secundaria, y otros problemas relacionados con la baja autoestima y percepción de los riesgos, y bajo grado de habilidades para la toma de decisiones. En estos últimos años el Hospital San Juan de Dios ha seguido trabajando con el alumnado y conseguido reducir el consumo de sustancias, pero han detectado otra serie de problemas de vital importancia como la ansiedad, los trastornos de alimentación y las tecnoadicciones.
Trabajar en red
El alta del HDA no implica que se consideren también concluidas las intervenciones farmacológicas, individuales o familiares que se estén llevando a cabo, si no que tendrán su continuidad en los servicios de atención ambulatoria por lo que la coordinación e intervención de servicios sociales y Diputación exige una gran coordinación para aquellos pacientes que precise de este tipo de apoyo y seguimiento a nivel domiciliario.
El aumento de casos relacionados con problemas de salud mental en la población infanto-juvenil ha puesto de relieve la necesidad de reforzar la red de apoyo tanto a nivel familiar como escolar. De hecho, actualmente, 3 de los pacientes mantienen un régimen de ingreso a tiempo parcial en el que acuden 2-3 días por semana a su centro escolar y el resto de días al HDA. Es esencial que madres, padres, centros escolares y especialistas vayan de la mano para facilitar al adolescente, tanto si tiene problemas de salud mental como si no, el tránsito a la vida adulta.
Perfil diagnóstico en población infantojuvenil
Los pacientes a los que va dirigido este recurso son aquellos que presentan una clínica de difícil abordaje a nivel ambulatorio, o aquellos que tras una hospitalización por descompensación psicopatológica cursan con recaídas frecuentes o no se han conseguido los objetivos de reintegración y funcionalidad social.
En el caso del HDA, de los 11 adolescentes atendidos, los diagnósticos principales más comunes son el depresivo (4) y el trastorno adaptativo mixto (3) seguido muy de cerca por el trastorno de inestabilidad de las emociones (2). Hablamos de diagnóstico principal puesto que en la mayoría de los casos existen varios diagnósticos clínicos que coexisten de manera simultánea en los pacientes.
Los problemas de salud mental se encuentran entre las principales causas de enfermedad y discapacidad entre los adolescentes. Además, en esta situación, son especialmente vulnerables a sufrir exclusión social, discriminación y problemas de estigmatización.
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