La Fundación Freno al Ictus ha otorgado a SECE la certificación de “Espacio Cerebroprotegido”. Este reconocimiento valida que la compañía ha desarrollado debidamente el programa formativo dirigido a que un considerable número de empleados estén capacitados para brindar una respuesta eficaz en caso de que alguien sufra un ictus.
Capacidad de actuar rápidamente
Jordi Escriche, CEO de SECE, explicó que “A pesar de que la sociedad está cada vez más concienciada sobre la gravedad de esta enfermedad, todavía hay muchas dudas acerca de cómo actuar y como identificar sus síntomas, por lo que la formación nos ha permitido adquirir conocimientos cruciales sobre ella, los factores de riesgo y las medidas de prevención. Esto no solo nos capacita para actuar rápidamente ante una emergencia, sino que también nos facilita poder transmitir ese conocimiento y que el mensaje llegue al máximo número de personas.
En una etapa inicial del proyecto, han sido capacitados a 126 empleados mediante formación online. En una segunda fase, se sumaron 74 más, alcanzando un total actual de 200 empleados formados. Este grupo, que constituye el 85,84% de su fuerza laboral, tanto de estructura como en contacto directo con el ciudadano, ha recibido una formación especializada centrada en la identificación, estabilización y respuesta ante posibles casos de ictus. El objetivo primordial de esta iniciativa es reducir el tiempo de respuesta, salvar vidas y minimizar las secuelas. La activación inmediata del protocolo ‘Código Ictus’, a cargo del personal capacitado, es fundamental y puede realizarse de manera rápida a través del servicio de emergencias 112.
En este sentido, el presidente de la Fundación Freno al Ictus, Julio Agredano ha indicado que “Damos la bienvenida a SECE al grupo de empresas responsables con su comunidad, gracias a ellos y a sus 200 colaboradores formados, podrán ser el primer eslabón en la cadena de supervivencia frente a un ictus.”
Recordemos que el 35% de los casos de ictus se producen en la edad laboral según señala el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), sólo en el último año, más de 24.000 personas perdieron la vida a causa de un ictus, mientras que más de 34.000 desarrollaron discapacidades significativas debido a esta enfermedad.
El ictus se produce cuando el flujo de sangre a una región del cerebro se interrumpe, lo que puede tener consecuencias devastadoras en la calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores. Se estima que aproximadamente una de cada cuatro personas experimentará un ictus a lo largo de su vida. Actualmente, el ictus constituye la principal causa de discapacidad adquirida en adultos y ocupa el segundo lugar en términos de mortalidad, siendo la principal causa de muerte en mujeres. Cada año, alrededor de 120.000 personas en España se ven afectadas por esta condición, resultando en un alto porcentaje de muertes o discapacidades graves.