En el marco del Día Mundial del Ictus (29 de octubre), la Fundación Freno al Ictus, junto a la Sociedad Española de Neurología (SEN), el Grupo de Estudios de Enfermedades Cerebrovasculares (GEECV) de la SEN y con el apoyo de la Fundación GMP, organizaron un año más el “Encuentro científico y social sobre ictus”, cuyo objetivo estuvo centrado en analizar el impacto de esta enfermedad en España desde el punto de vista científico y social.
La (SEN) estima que, en los próximos 15 años, los casos de ictus en España podrían aumentar un 35%. En 2020, el ictus fue responsable de 6,6 millones de muertes en todo el mundo, convirtiéndose en la segunda causa principal de fallecimiento, la primera causa de muerte en mujeres y la tercera de discapacidad. Se proyecta que para 2050 esta cifra podría aumentar en un 50%, alcanzando los 9,7 millones de muertes anuales. En Europa, 1,1 millones de personas sufren un ictus cada año, con una tasa de mortalidad del 20-35%, lo que lo convierte en la primera causa de discapacidad. En España, en 2023, se registraron 23,173 muertes por ictus, de las cuales el 55% correspondieron a mujeres.
Francisco Fernández, director de la Fundación GMP, expresó: “en nuestra organización tenemos muy clara nuestra misión de trabajar para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por el ictus.”
Por su parte, el Dr. Jesús Porta Etessam, presidente de la SEN, señaló que “la prevención, la atención temprana en unidades de ictus y la neurorrehabilitación intensiva son esenciales para abordar una patología que afecta anualmente a entre 110,000 y 120,000 personas en España. Aunque podemos prevenir hasta el 90% de los ictus mediante hábitos saludables y controles médicos, es crucial reconocer los síntomas para activar el ‘Código Ictus’ y asegurar una atención rápida y eficaz. También debemos fortalecer las unidades de rehabilitación para que las personas afectadas puedan recuperar su calidad de vida. Este esfuerzo conjunto es fundamental, ya que el ictus sigue siendo una enfermedad devastadora para los pacientes y sus familias.”
Durante el acto de apertura, Pilar Aparicio Azcárraga, coordinadora de la Estrategia Nacional en Ictus del Sistema Nacional de Salud, expuso las estrategias para avanzar hacia una atención integral del ictus, destacando que “se han actualizado en función de las prioridades identificadas en la última evaluación de 2022, y se basan en los recientes avances científicos y tecnológicos, que han mejorado la prevención, el diagnóstico y el desarrollo de tratamientos altamente efectivos. Estas estrategias también están alineadas con el Plan Europeo de Acción para el Ictus 2018-2030. Este trabajo es fruto de un esfuerzo conjunto entre el Ministerio de Sanidad, las comunidades y ciudades autónomas, las sociedades científicas y las organizaciones de pacientes,” comentó.
La Dra. María del Mar Freijo Guerrero, neuróloga en el Hospital Universitario de Cruces de Bilbao y coordinadora del GEECV de la SEN, realizó una actualización exhaustiva sobre el manejo del ictus en España durante la sesión científica. Destacó que el ictus isquémico representa el 80-85% de los casos, mientras que el hemorrágico afecta al 15-20%. Subrayó la importancia de investigar las causas de los ictus para mejorar los tratamientos, ya que entre el 25-30% de los ictus isquémicos son de origen indeterminado.
También hizo hincapié en la prevención primaria, resaltando la necesidad de un estilo de vida saludable y la detección precoz. Explicó cómo el protocolo “código ictus”, está diseñado para agilizar la atención ante un posible ictus, y mencionó tratamientos que deben ser administrados con urgencia como la trombólisis y la trombectomía mecánica, esenciales para mejorar el pronóstico del paciente. Además, enfatizó la importancia de la investigación continua y la necesidad de que el 90% de los pacientes sean atendidos en unidades especializadas.
El Dr. Luis Ley Urzaiz, jefe del servicio de neurocirugía del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y vicepresidente de la Sociedad Española de Neurocirugía, habló sobre cómo el ictus hemorrágico es considerado un gran desconocido, qué es y cómo se trata, haciendo énfasis en la necesidad de dotar al sistema de capacidad para tratar el ictus hemorrágico de manera eficaz y de implicar a la neurocirugía en el ictus.
Impacto Social del Ictus
Durante el acto, también se abordó la patología desde su dimensión social a través de una cercana charla sobre “Las familias y su importancia en el proceso de recuperación tras un ictus“, presentada por Paloma Blanco de Córdova, presidenta de la Asociación Afasia Activa, quien participó junto a familiares afectados, conversando sobre las dificultades y retos encontrados en el proceso de recuperación de sus seres queridos tras el ictus.
Durante su intervención, Paloma Blanco comentó sobre el ictus: “Para mí, se entrelazan muchos sentimientos. Por un lado, representa un nuevo comienzo, y por otro, me ha enseñado a vivir y sentir la vida de una forma diferente, y mejor.”
La mañana también contó con la emocionante presentación del proyecto “Un final para el DCA” de la mano de Pedro Vaquero, CEO y fundador de Coloria. El proyecto tiene un doble objetivo: por un lado, ofrecer recursos de gestión emocional a menores que tienen familiares afectados, y por el otro dar visibilidad sobre el DCA a la población infantil y explicar su impacto en un lenguaje adecuado a su edad. Para ello se ha creado “El desafío de ardilla”, un cuento sin final que a través de la metáfora y de forma no invasiva permite que los menores comprendan la realidad y las implicaciones que hay detrás del daño cerebral adquirido.
El proyecto incluye guías didácticas dirigidas a tutores y a docentes y se complementa con talleres de sensibilización y gestión emocional que se realizan en centros educativos y en organizaciones que trabajan con afectados por DCA. “El proyecto ofrece muchos recursos para abordar la problemática en contexto familiar, lo que resulta de gran ayuda tanto para los afectados como para sus hijos”, destaca Vaquero.
Sobre el impacto de la divulgación sobre la patología en la sociedad y como poderosa herramienta de ayuda a los afectados y familiares, Julio Agredano Lozano, presidente de la Fundación Freno al Ictus, comentó que a su juicio “la sensibilización es clave para que la población reconozca los síntomas del ictus y actúe rápidamente. Cuanto más informados estén los ciudadanos, más posibilidades tendrán de salvar vidas y reducir las secuelas. Además, la educación sobre esta enfermedad no solo beneficia a los pacientes, sino que también empodera a sus familias, proporcionándoles recursos y apoyo en momentos críticos. Por lo tanto, es fundamental continuar trabajando en campañas de divulgación que acerquen esta información a todos los rincones de la sociedad.”
Asimismo, Agredano destacó la importancia de la detección precoz, que permite activar rápidamente la cadena de supervivencia. “Desde 2019, hemos formado a más de 25,000 personas en distintas organizaciones y empresas para que puedan identificar y reaccionar ante un ictus. Proyectos como ‘Espacio Cerebro Protegido’ buscan crear una red de ciudadanos informados que actúen como primeros respondientes en caso de emergencia. Cuanta más gente esté capacitada para reconocer lo que está ocurriendo, mayor será el impacto positivo en la mortalidad y discapacidad asociados al ictus.”
Este acto contó con el apoyo de la SEN, la Sociedad Española de Neurocirugía, Afasia Activa y Coloria, además del apoyo de Sanofi, Daiichi Sankyo, la Alianza BMS-Pfizer, Bayer, Novartis, Novo Nordisk, Abbvie, Boehringer Ingelheim, Ipsen y Omron. Julio Agredano agradeció la unidad que existe en la participación y apoyo por parte de todos en la lucha contra el ictus.
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