El pasado mes de diciembre se publicó en España la primera parte del III Barómetro LHH Executive sobre Liderazgo Directivo en España, un análisis sobre las claves del liderazgo directivo en nuestro país, que en esa primera entrega estaba centrado en las predicciones de contratación que los líderes empresariales tenían para 2023.
En esta segunda entrega que se presentada por LHH Executive, se quiere dar continuidad al análisis sobre las claves del liderazgo directivo en nuestro país, centrándose en tres aspectos fundamentales del entorno actual: la igualdad de género en los puestos ejecutivos, la sostenibilidad en las empresas y la salud mental de los empleados/as.
La llegada de la pandemia ha cambiado la forma de trabajar y han obligado a empresas y empleados a adaptarse y abordar profundas transformaciones. Los nuevos modelos de trabajo, la transformación digital y otros muchos desafíos exigen contar con líderes que refuercen el cuidado de los trabajadores, que garanticen la igualdad de género y que apuesten por un futuro sostenible.
La salud mental de líderes y equipos
La pandemia puso a prueba la capacidad de las empresas para respaldar el bienestar de sus trabajadores y trabajadoras y tras más de dos años adversos, líderes y empleados acusan el cansancio físico y psicológico que ha supuesto hacer frente a esta época. La importancia de la salud mental en el ámbito laboral y las complicadas condiciones laborales tras la covid-19 han supuesto que aplicar medidas para contribuir al bienestar en el trabajo sea un reto clave para el futuro de las empresas. Por ello, en el III Barómetro se ha consultado a los directivos y managers acerca de su propia salud mental, de su preocupación por este aspecto, de las causas que lo provocan y de las medidas para prevenirlo.
La primera cuestión aborda la preocupación de los directivos por la salud mental de los empleados, y el 55,23% sí se encuentran preocupados. La segunda pregunta trata la salud mental de los propios ejecutivos, destacando un 8,53% que reconoce no tener buena salud mental y un 36,43% afirma tener altibajos. Las mujeres que trabajan en PYMES reconocen estar preocupada por la salud mental de sus compañeros y los lideres experimentados de grandes empresas consideran que mantienen una buena salud mental.
La tercera pregunta afecta la existencia de iniciativias para prevenir los problemas de salud. El 67,64% manifiesta la inexistencia de estas medidas. Entre los que indican que sí, estas medidas se centran princiapalmente en formación de apoyo para evitar estrés o cualquier factor psicosocial y, en menor medida, talleres y actividades de risoterapia y meditación/yoga. Los líderes de pequeñas y medianas empresas aseguran que llevan a cabo medidas para prevenir roblemas de salud mental.
La siguiente cuestión trata los factores que puedan empeorar la salud mental. Casi el 70% cree que la sobrecarga de trabaja es el principal problema, seguido de la dificultad de conciliar trabajo y ocio, los entornos de trabajo conflictivos y la no desconexión.
La igualdad de género en los puestos directivos
Desde que en 2007 vio la luz la Ley Orgánica para la Igualdad efectiva de mujeres y hombres se ha avanzado mucho, pero sigue habiendo importantes desigualdades. Las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en todos los espacios de poder, tal y como demuestran las cifras.
Así, uno de cada dos encuestados en el barómetro señala que hay menos de un 30% de mujeres con cargos directivos en su empresa. Asimismo, el 35,27% indica que hay entre un 30% y un 50% de mujeres directivas en su compañía y en tan solo un 14,73% de las empresas en las que trabajan los encuestados/as hay más del 50% de mujeres con cargos directivos. La participación de las mujeres, la paridad en los espacios de toma de decisiones, tanto en el ámbito público como en el privado, y la composición equilibrada de mujeres y hombres en órganos y cargos de responsabilidad sigue siendo un reto.
Para responder a la pregunta sobre la desigualdad de género en los puestos directivos, la principal causa señalada es la falta de oportunidades (41%), seguido de la maternidad y la discriminación de género. Ante esta situación, se pregunta por la implementación de medidas que aumenten el porcentaje de mujeres directivas. Ante la cuestión, más del 60% responde que no se están aplicando medidas y un 38% manifiesta que sí se está poniendo en marcha alguna iniciativa de igualdad.
De las medidas para lograr una consecución de la igualdad de género, los encuestados destacan el apoyo interno de la empresa, la formación de empleados y directivos y, por último, el apoyo de las instituciones públicas.
La sostenibilidad en la empresa española
La pandemia también ha provocado que se tome conciencia de la necesidad de cambiar el modelo económico actual hacia uno que incorpore la sostenibilidad garantizando el equilibrio social y medioambiental.
Según el III Barómetro, cerca de la mitad de los encuestados señala el reciclaje de todos los residuos y la economía circular como una práctica sostenible que lleva a cabo su empresa (47,67%). Destacan también, el uso de materiales reciclados y de origen orgánico (34,69%), fomentar el teletrabajo (32,95%) y tener un modelo de negocio sostenible (31,20%). En menor medida, el 25% de los líderes encuestados declara usar energías renovables y solo el 13,76% el fomento de la alimentación vegetariana o vegana. Sin embargo, el 12,40% de los directivos y directivas indica que no se lleva a cabo ninguna práctica sostenible en su empresa.
Son las mujeres y los líderes más jóvenes, en mayor porcentaje que el resto, aseguran usar materiales reciclados y de origen orgánico. Por otra parte, las microempresas y las grandes, en mayor medida que el resto, afirman no practicar la sostenibilidad en sus compañías.
La pandemia también ha aumentado la presión sobre los equipos directivos para que ofrezcan un valor social y ambiental. Ante la pregunta sobre medidas para fomentar la sostenibilidad empresarial, el 50% los encuestados destacan programas de beneficios para todas aquellas personas que favorezcan la sostenibilidad el compromiso de la dirección, seguidos de medidas legales que prohíban las acciones nocivas para el medioambiente, la formación de los empleados/as y el apoyo económico de las instituciones públicas. Por otro lado, también las mujeres y los líderes de organizaciones de 250 a 1.000 empleados opinan que el compromiso de la dirección sería necesario para fomentar la sostenibilidad en las compañías.
Las empresas son uno de los grandes agentes de cambio de la sociedad. Como tales, tienen la responsabilidad de incorporar prácticas medioambientales y sociales en su actividad. El 37,6% de los encuestados cree que la mejor manera de reducir el impacto ecológico causado por los vehículos de transporte es el teletrabajo, seguido del uso del transporte público, el uso de vehículos eléctricos, coches compartidos o el uso de los carriles bici.
Otra cuestión acerca de medidas para reducir la cocnentración de la población en núcleos urbanos, ademas del teletrabajo, señala la mejora de infrraestructuras de las zonas despobladas (32,5%) e incentivos fiscales a zonas despobladas (22,5%). Por último, ocho de cada diez encuestados opina que la tecnología es aliada de la sostenibilidad (84,30%) frente al 15,70% que la ve como enemiga.
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