La Escuela Superior de Hostelería de Madrid se ha llenado de sabores, olores y tradición ucraniana gracias el evento gastronómico “Un Pedacito de Ucrania en Madrid”, organizado por la empresa social Volies en colaboración con Sigma, socio director de la Red Voluntare, la mayor red de Voluntariado corporativo de habla hispana.
Bajo el lema: “Sigma Volunteers – feeding the future”, la multinacional de alimentación, con presencia en 18 países, y que tiene por objetivo hacer llegar los alimentos favoritos a las distintas comunidades, ha ofrecido una experiencia única para sus voluntarios, centrada en la diversidad cultural a través de la gastronomía, con especial interés en la integración de las costumbres ucranianas, comunidad que ahora reside en nuestro país.
En colaboración con la Asociación Cumbre Eslava y la Fundación Píos Project, 38 voluntarios de Sigma en Europa junto a 14 personas refugiadas de Ucrania se han retado a preparar un plato salado y un plato dulce en un tiempo límite de 90 minutos.
Distribuidos en varios equipos, los voluntarios de Sigma han cumplido con un importante papel de pinches para los distintos “jefes de cocina” del país ucraniano, fomentando un enriquecedor intercambio cultural y generando un feedback único entre las diferentes culturas. Además, los platos preparados representan diferentes regiones de Ucrania, lo cual he permitido a los participantes destacar la autenticidad de su gastronomía.
El evento ha contado con un servicio de camareros muy especial: personas con discapacidad intelectual de la clase de Protocolo de la Fundación APROCOR que han podido poner en práctica lo aprendido. El sabor y la presentación de los platos han sido criterios importantes a valorar por el jurado para escoger el plato ganador. Pero, por encima de todo, se ha valorado el trabajo en equipo y el intercambio cultural. Un jurado que ha contado con la presencia de María Zurita, concursante de MasterChef Celebrity, y Claudia Stilianopoulos Ridruejo, Presidenta de la Fundación Píos Project.
Emitido el veredicto llegaba la mejor parte: compartir los platos preparados entre todas las personas participantes del reto, y compartir degustaciones de los mismos en tuppers “anti-despilfarro”; para llevar a casa y disfrutar de los sabores de Ucrania.
“Este evento nos ha demostrado cómo la gastronomía trasciende fronteras y culturas, creando puentes de entendimiento y poniendo en valor la diversidad cultural. Es un recordatorio de que la cocina es un lenguaje universal que une a las personas y genera lazos” ha destacado Ana Belén Antúnez, Coordinadora de Proyectos de RSE de Sigma en Europa.
“Un Pedacito de Ucrania en Madrid”; ha mostrado una vez más la importancia del papel del voluntariado corporativo para crear conciencia social, y la poderosa capacidad de la cocina y la gastronomía para fomentar la diversidad y la inclusión.
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