Somos Conexión, la primera cooperativa de telecomunicaciones de España sin ánimo de lucro, ha lanzado la “Guía para familias crueles y malvadas”, un recurso educativo que ofrece pautas para establecer límites y fomentar el uso responsable de los móviles entre los menores. La iniciativa nace con el objetivo de concienciar sobre los riesgos asociados al uso abusivo de las tecnologías y brindar herramientas a las familias para proteger a sus hijos e hijas de los peligros del entorno digital. De momento, ya se han distribuido 60 mil ejemplares.
Entre los riesgos destacados por Somos Conexión se encuentran el aislamiento familiar, los cambios en la rutina y las aficiones, la alteración del sueño, el fracaso escolar, los cambios de humor o en las relaciones sociales, la adicción, el ciberacoso, la ansiedad y la depresión. Estas problemáticas son especialmente alarmantes si se toma en consideración el número de adolescentes con acceso a lo digital. Según el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), siete de cada diez menores en España tienen teléfono móvil y un 98% entre los 10 y los 15 años accede a Internet.
16 años, la edad recomendada para introducir el primer móvil
Para hacer frente a estos desafíos en edades tan tempranas, Somos Conexión recomienda que el primer móvil se incorpore a partir de los 16 años y preferiblemente a partir de los 18. Sin embargo, reconocen que la presión social puede influir en esta realidad y adaptan su recomendación a no incorporarlo antes de los 12.
“En este contexto, el papel de la familia es fundamental para concienciar a los más pequeños sobre los peligros del entorno digital, sin prohibir su uso, estableciendo pactos y límites de tiempo, horarios y situaciones adecuadas para usarlo”, sostiene Mercè Botella, socia fundadora de Somos Conexión y autora de la guía. Asimismo, desde la cooperativa sostienen que es importante hacer una incorporación gradual del móvil, en paralelo al desarrollo de competencias que permitan un uso equilibrado con otras actividades de la vida diaria. De acuerdo con Botella, así se consigue “tomar conciencia, fomentar la madurez y permite una intimidad progresiva en el proceso”.
Toma de conciencia, madurez y una intimidad progresiva, puntos centrales de la guía
La “Guía para familias crueles y malvadas” -título en clave de humor-, está dividida en cinco etapas que van desde un uso mínimo a uno consciente y más complejo del dispositivo móvil. Además, ofrece recursos prácticos, como una plantilla de pacto de uso, que establece condiciones adecuadas para cada etapa y permite llegar a acuerdos adaptados a la madurez y progreso de los hijos e hijas.
Según Botella, alcanzar un uso responsable del móvil implica un proceso gradual, que empieza con un terminal compartido con la familia y concluye en uno propio para el menor. “Este recorrido requiere de varios años, comenzando en la infancia o preadolescencia y extendiéndose hasta aproximadamente los 18 años”, añade. Llegados a la mayoría de edad, Somos Conexión insta a hacer el cambio de titular en la línea, transmitiendo todas las responsabilidades jurídicas e informando sobre el coste económico que comporta. De este modo se promueve la autonomía de los jóvenes en una transición hacia la vida adulta, empoderando su relación con la tecnología.
La era digital evidencia la necesidad de acompañar a las familias
De acuerdo con Botella, el uso cada vez más temprano de las tecnologías evidencia más que nunca la necesidad de acompañar a las familias en la era digital. “La falta de información lleva a padres y madres a buscar actividades y grupos que les ayuden en este aspecto tan esencial en la vida cotidiana”, remarca. Más de 500 socios, socias y usuarias de la cooperativa, junto con unos 300 centros educativos en España, han solicitado la guía de Somos Conexión para distribuirla entre sus familias, entidades y asociaciones de familias (AMPA y/o AFA).
Ante este recibimiento, la operadora telefónica también organiza talleres digitales para profundizar en el contenido de la guía, abordando las consecuencias del uso excesivo, las inquietudes de las familias que se sienten “malvadas” por limitar el uso de los móviles y la importancia de que sus hijos e hijas no se sientan excluidos. “Es fundamental acompañar a las familias en un entorno digital que está en constante evolución, brindándoles un espacio donde compartir sus experiencias y abordar los retos que este proceso conlleva”, concluye Botella.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables.