Con el propósito de afrontar esta situación, ARHOE-Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, con el apoyo de la Dirección General de la Mujer de la Comunidad de Madrid, ha desarrollado el Ciclo de Jornadas «Igualdad, Corresponsabilidad y Conciliación».
El objetivo del ciclo fue crear conciencia, entre los jóvenes, acerca de la necesidad de la igualdad y la corresponsabilidad como factores determinantes en el desarrollo integral de las personas, de su bienestar y salud y, por ende, de la sociedad. Pero sobre todo el propósito fue sensibilizarles de que más allá de los cambios que son necesarios promover desde las empresas, desde el Gobierno en el ámbito educativo o el laboral, desde los medios de comunicación, ellos, los jóvenes, pueden convertirse en agentes de cambio, ellos pueden promover cambios en los entornos donde se desenvuelven (familiar, amigos, en clase, en el club deportivo, etc.), haciendo posible que estos contextos sean más igualitarios, equitativos y corresponsables, en definitiva, más justos.
Se han realizado 16 talleres, cuyos destinatarios han sido 387 jóvenes estudiantes de diferentes Ciclos Formativos de Grado Superior, con una media de edad de 24 años, siendo un 53% mujeres y un 47% hombres. En el taller se ha reflexionado sobre cómo la cultura, los estereotipos de género, y sus roles asociados, son el factor fundamental de la existencia y mantenimiento del statu quo de desigualdad entre sexos.
Ha sido importante contar con la colaboración de expertos como Usúe Madinaveitia (fundadora de #mamiconcilia y #papiconcilia), Javier de Domingo (psicólogo y fundador de #siloshombreshablasen), David Kaplún (consultor asociado de AHIGE) y Pablo Macías (cocreador del estudio Cuatro Tuercas, de la colección de cuentos «Érase dos veces» y de la marca Prepapá), quienes además de ser ejemplos de creatividad e innovación emprendedora, de transformación y activismo por la igualdad y la corresponsabilidad, han trasladado el relevante discurso de lo que recientemente se vienen denominando como las nuevas masculinidades, más por infrecuentes que por nuevas.
Con ello hemos querido poner sobre la mesa lo que los hombres se están perdiendo: un espacio, el de la crianza de los hijos, el de los cuidados, también de personas dependientes y de nuestros mayores, el de compartir solidariamente una responsabilidad doméstica, que les permitiría desarrollarse de forma plena. Asimismo, reflexionar sobre los motivos que lo impiden o lo dificultan: por no perder sus «privilegios» (egoísmo nada rentable), por negligencia, ignorancia, por cobardía, por un rol masculino mal entendido, por la presión de nuestro entorno, sobre todo el laboral.
Exponer explícitamente esta perspectiva, el de las «nuevas masculinidades», ha ayudado a abrir los ojos sobre nuevos modelos, valores y modos de relacionarse de forma equitativa y solidaria.
Hábitos e igualdad en el ámbito doméstico
También se pasó un cuestionario, no tanto para recabar información sobre sus hábitos en el ámbito doméstico, como para que fueran conscientes, cada uno, de lo que hace en casa, lo que no hace, de qué se lo impide, cuáles son sus propuestas para el cambio y qué efectos tendrían en su entorno. El cuestionario, en realidad, no nos ha revelado nada que no supiéramos: las mujeres están más sensibilizadas sobre esta materia, ellas son las que realizan más tareas y durante más tiempo que ellos, y además realizan las más ingratas, como limpiar el baño o planchar. Asimismo, se mencionaba que una de las ventajas de adoptar medidas para favorecer la corresponsabilidad tendría como consecuencia el que las madres descansaran más y dispusieran de más tiempo para ellas. No así el padre, cuya situación en ocasiones era «denunciada» por el propio joven.
Interesante fue la pregunta de si su «conocimiento y opinión sobre la corresponsabilidad y el valor que esta supone para las personas y la sociedad había cambiado». Las respuestas fueron afirmativas en un 57%. La mayoría de las razones de este cambio apuntaron a haber supuesto una mayor concienciación y conocimiento sobre la realidad, así como la necesidad de cambio y lucha hacia una sociedad más igualitaria. Este cambio de actitud lo valoramos muy positivamente, si bien ello puede distar mucho de que se convierta en un comportamiento alineado con estos principios de equidad y justicia.
También les preguntamos acerca de la atribución que hacen sobre las causas de la falta de igualdad y corresponsabilidad en la sociedad. El orden establecido fue, de mayor a menor responsabilidad, el siguiente: la familia, los medios de comunicación, los gobiernos, los hombres, el sistema educativo y, por último, las propias mujeres. Como principal propuesta para paliar dicha situación, se apuntó mayoritariamente a que debía provenir del sistema educativo y desde edades tempranas.
El ciclo se cerró con la celebración, el pasado 24 de mayo en el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, de una jornada de conclusiones donde se reflexionó sobre la experiencia y la naturaleza de la desigualdad en la juventud.