¿Puede hablarnos de tent, para quien todavía no os conozca (a qué se dedica, cómo ha evolucionado y cuáles son actualmente sus principales áreas estratégicas)?
Tent Partnership for Refugees (Tent) es una organización creada en 2016 por Hamdi Ulukaya, CEO y fundador de Chobani (una empresa de alimentación multimillonaria en Estados Unidos). Nuestro objetivo es movilizar a grandes empresas en todo el mundo para ayudar a insertar a las personas refugiadas en el mercado laboral, dado que el trabajo es el factor más importante para integrarse con éxito en el país de acogida. En la actualidad, contamos con una red de más de 300 empresas multinacionales comprometidas con la contratación, la formación y la mentoría de las personas refugiadas, entre las que se incluyen, por ejemplo, Amazon, BBVA, Inditex, Telefónica, L’Oréal y Pfizer.
Actualmente, estamos presentes en varios países de Europa, entre los que se incluyen Francia, Alemania, Países Bajos, Reino Unido, Suecia, Polonia y España. Tenemos presencia, igualmente, en varias regiones de América; comenzamos en Estados Unidos, pero ahora trabajamos también en Canadá, México y Colombia.
Integrar a las personas refugiadas en el mercado laboral no solo es bueno para las personas y para la sociedad, sino también para las propias empresas. Nos entusiasma comprobar que en los últimos años cada vez hay más empresas conscientes del papel fundamental que tienen en la integración de las personas refugiadas y dispuestas a dar un paso adelante.
¿Qué iniciativas o proyectos nos podría destacar, y cuáles son sus principales beneficios y beneficiarios?
Nuestro principal enfoque es ofrecer apoyo a empresas que desean contratar a personas refugiadas en su plantilla, pero también trabajamos con ellas para ayudarles a ofrecer formación y mentoría profesional a refugiados.
En Tent ofrecemos nuestros servicios de forma gratuita a las empresas que se unen a nosotros para ayudarles a identificar, diseñar e implementar las iniciativas en apoyo a refugiados que más se ajusten a sus necesidades, localización y actividades de negocio. Entre nuestros servicios, compartimos las buenas prácticas de nuestra red de empresas, realizamos estudios, ponemos en contacto a las compañías con entidades locales que les puedan ayudar en sus iniciativas, diseñamos programas de capacitación personalizados, dirigidos a equipos de recursos humanos, para preparar a las empresas a integrar a refugiados en su plantilla, entre otros.
A raíz del conflicto en Ucrania, ahora hay entre unos 4 y 5 millones de personas refugiadas ucranianas en países europeos al oeste del país; aproximadamente 170.000 en España, según los datos de ACNUR. Por ello, hace unos meses lanzamos el Sunflower Project; una iniciativa que tiene como objetivo ayudar a las mujeres refugiadas de Ucrania en Europa a acceder a puestos de trabajo. Trabajamos juntos con las empresas para apoyarlas en sus esfuerzos para ayudar a las personas refugiadas a superar sus obstáculos para el acceso al mercado laboral, como, por ejemplo, el dominio limitado del idioma del país, la falta de conocimiento del mercado laboral a nivel local, la falta de redes profesionales, escasas habilidades de manejo digital, etc.
Otra iniciativa que tenemos en Europa es el programa de mentoría de mujeres refugiadas, del que ya forman parte más de 40 empresas. A través de la mentoría, realizada por parte de empleados de las empresas que se ofrezcan voluntarios a orientar a mujeres refugiadas, el sector privado puede tener un gran impacto en la vida de estas mujeres facilitandoles el acceso al empleo. En Tent, identificamos con ayuda de otras organizaciones a mujeres refugiadas, realizamos el ‘matching’ y facilitamos todos los recursos y materiales de apoyo necesarios para un programa exitoso.
¿Qué importancia tiene para su entidad la comunicación con sus grupos de interés, y cómo lo trabajan?
La comunicación con ellos es clave en nuestra organización. En este sentido, tenemos directores en diferentes países de Europa, y uno de nuestros principales objetivos es estar en constante contacto con las empresas miembro para entender sus necesidades y brindarles el apoyo que necesitan, así como con las organizaciones locales con las que colaboramos.
Por otro lado, ofrecemos distintas oportunidades de participación a las empresas; organizando webinars, eventos, ferias de trabajo, etc. Por ejemplo, en nuestra iniciativa del Sunflower Project, enfocada en ayudar a las mujeres refugiadas ucranianas a acceder al mercado laboral, organizamos sesiones de formación virtuales cada mes en las que explicamos buenas prácticas de nuestras empresas miembro y guías concretas con soluciones y recomendaciones para incorporar a la población refugiada a la plantilla.
También organizamos eventos en todos los países donde estamos presentes para animar a nuevas empresas a unirse a nosotros y que se comprometan a contratar a refugiados. De hecho, el 19 de junio organizaremos una cumbre empresarial europea en París donde reuniremos a grandes multinacionales para anunciar sus nuevos compromisos de contratación y formación, incluyendo el número de puestos de trabajo que se disponen a asignar a personas refugiadas en sus plantillas y el número de personas refugiadas a las que se comprometen a ofrecer formación profesional.
¿Cuál considera que es la situación actual de la RSE (si quiere, en relación a su ámbito de actuación) en nuestro país y sus principales barreras y desafíos de futuro?
La comunidad empresarial española se mantiene firme en su compromiso por la responsabilidad social corporativa y así lo demuestra el número creciente de proyectos acometidos por las empresas en los últimos años. El crecimiento no es solo en inversión o número de proyectos; también observamos cómo las empresas fomentan cada vez más el voluntariado corporativo y, al mismo tiempo, vemos a más empleados dispuestos a ayudar. La sociedad española siempre ha sido un referente en solidaridad y se desvive por ayudar a las personas que más lo necesitan; lo vimos con la pandemia, por ejemplo, y al final la comunidad empresarial es un reflejo de la propia sociedad.
En Tent realizamos hace poco un estudio sobre la percepción de los consumidores hacia las marcas que contratan a refugiados, y curiosamente en los resultados pudimos comprobar que los consumidores españoles son los que más valoran a las empresas que apoyan a las personas refugiadas en comparación con sus vecinos europeos, más allá de la edad y la ideología política. Creo que el siguiente paso es entender que el compromiso social no es solo una cuestión de solidaridad; también va en beneficio de la empresa. Esto lo vemos cuando las empresas integran a personas refugiadas en sus plantillas. No solo se trata de hacer algo bueno, sino de hacer algo inteligente.
¿Y cuáles son los próximos retos y desafíos de Tent y cómo los piensan llevar a cabo?
Si bien es cierto que hemos avanzado, aún queda mucho por hacer. En España acabamos de empezar a aterrizar toda esa labor que ya hemos afianzado en países como Estados Unidos, y ahora nuestro principal reto es conseguir que más empresas españolas se unan a nosotros. Y, precisamente ahora, con aproximadamente 170.000 personas refugiadas de Ucrania que se suman a las 120.000 de personas refugiadas procedentes de países como Siria o Venezuela, es un momento clave que representa una gran oportunidad para las empresas que consideren mostrar su liderazgo en este aspecto y dirigir sus esfuerzos en incorporar a esta población en sus equipos a través de programas piloto de contratación, formación o mentoría profesional; algo que está demostrado que aumenta el compromiso de los empleados con la empresa, así como la retención de talento y aporta mayor diversidad y talento a la fuerza laboral.
Nos gustaría hacer un llamamiento a las empresas españolas para que se unan a nosotros para comprometerse con la inclusión de las personas refugiadas.
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