Con motivo de la celebración del Día Internacional del Legado Solidario, el 13 de septiembre, Manos Unidas hizo un llamamiento a la colaboración y recordar que las herencias y legados solidarios son un importante instrumento para contribuir a hacer realidad un mundo mejor y más justo para todos.
“Con el testamento solidario se puede seguir manteniendo vivo el esfuerzo que tantas personas comprometidas hacen en vida por lograr un mundo mejor” explica Alberto Mora, responsable de Herencias y Legados de la ONG. “Este gesto de donar parte de la herencia a una organización como Manos Unidas, es una forma de ofrecer una vida mejor a las generaciones venideras; una manera de seguir colaborando con los más necesitados” afirma Mora.
“Se trata de un acto sencillo, económico y reversible, que respeta los derechos de los herederos legítimos y que, día a día, está adquiriendo mayor importancia en nuestro país. La sociedad española, como previamente ya ha ocurrido en otros países, ha comenzado a ver que, otorgar testamento solidario, es un gesto necesario para poder seguir trabajando junto a los más empobrecidos y prueba de ello es el incremento que, en los últimos años, las entidades sin ánimo de lucro han experimentado por este concepto” prosigue Mora.
Un 12% de la recaudación de 2019
Su pertenencia a la Iglesia, su experiencia de seis décadas de trabajo en casi 60 países, su misión y sus valores, así como su seriedad, rigor y transparencia, han permitido que Manos Unidas sea, desde hace muchos años, una de las principales entidades receptoras de herencias y legados en España.
En el año 2019, la ONG obtuvo por este concepto 5.157.018 €; un 12 por ciento del total de sus ingresos del año, lo que le ha permitido financiar diversos proyectos en todos los sectores en los que trabaja.
Madrid, Bilbao, Barcelona, Salamanca y Oviedo son las ciudades de las que Manos Unidas ha recibido la mayor parte de sus ingresos por herencias y legados.
“Algunas de las personas que nos incluyen en su testamento expresan su voluntad de dedicar su aportación a causas concretas como la educación, la infancia, el trabajo con mujeres o la protección del medioambiente, mientras que otros prefieren destinar su aportación a los fines de la organización, para que se destinen a la lucha contra el hambre en el mundo”, informa Mora.
“Lo importante es que, en ambos casos, esa donación permitirá que miles de personas puedan ver mejoradas sus condiciones de vida porque, gracias al compromiso y solidaridad de los testadores, que perdurará más allá de la vida, seguirán ayudando a Manos Unidas a transformar el mundo y a llevar esperanza y un futuro mejor a los más empobrecidos del planeta. Sabemos que es posible acabar con el hambre y la pobreza y sabemos también que se necesita de la participación de todos para conseguirlo… Quizá no sea hoy ni mañana, pero en nuestras manos está lograrlo” concluye el responsable de Herencias y Legados de la ONG.
El caso de Josep: Solidaridad que perdura en el tiempo
Josep, que colaboró durante muchos años con Manos Unidas, decidió dejar un importante legado en su testamento para que “Manos Unidas lo destinase a lo más conveniente”. La vida de Josep siempre estuvo orientada a ayudar a los demás. Ahora, gracias a su generosidad, pueden llevarse a cabo distintos proyectos, como la construcción de una escuela en un barrio muy humilde de una ciudad de Angola.
Como indica su ahijado Jaume, “Josep siempre consideró que la mejor ayuda es dar las herramientas, enseñar a trabajar, para que las personas puedan luchar con sus propios medios por su futuro, lo cual no podría coincidir más con la vocación de Manos Unidas en su actuación para con el prójimo”.
Este es sólo uno de los múltiples motivos por los que personas anónimas, afines a Manos Unidas y comprometidas en construir un mundo mejor, deciden dejar parte de su herencia o un legado a la organización. “Este legado solidario permitirá que perdure en el tiempo la solidaridad de personas como Josep, cuya huella de generosidad seguirá ayudando más allá de su vida”, apunta Mora.