Probablemente, solo quien ha recibido la asistencia de un cuidador profesional puede valorar en su justa medida esta labor tan esencial. Esa capacidad para ayudar a otra persona y esa empatía para saber qué necesita cada una son características que cuesta poner en práctica en el marco de jornadas de trabajo agotadoras y en condiciones manifiestamente difíciles, en muchos casos.
Por eso, cuando hace quince años pusimos en marcha Gesad, tuvimos claro que la tecnología que podíamos ofrecer para la gestión del Servicio de Ayuda a Domicilio no tenía sentido si no servía para facilitar la jornada laboral de los cuidadores. Porque solo a través de un mayor bienestar de los cuidadores puede propiciarse un mejor cuidado del usuario y, en consecuencia, una mejora en la calidad del servicio, que es lo que todos queremos.
Y es obvio que la tecnología no puede sustituir a una labor de una naturaleza tan humana como la del cuidador, pero sí le puede ayudar de una manera muy notable. Por ejemplo, con una herramienta de uso tan común como un simple teléfono móvil. Si en él puede recibir su planificación de trabajo diaria, reduciendo el número de visitas a la oficina, el trasiego de papel y, por tanto, aumentando su seguridad, ya le estamos echando una mano.
Si, además, con una simple app como Gesad Mobile se puede mostrar al trabajador información como la dirección, las tareas que tiene que realizar, los teléfonos de contacto de las personas cercanas al usuario o la ruta más corta para llegar a su domicilio, entonces estamos poniendo nuestro granito de arena para que, en efecto, el cuidador pueda centrarse en el usuario que necesita de su asistencia.
En definitiva, estos pequeños avances tecnológicos solo pueden alcanzarse cuando se trabaja solo y exclusivamente pensando en solucionar los problemas y necesidades de los profesionales que trabajan en la atención domiciliaria. Hacia ellos nos seguimos dirigiendo y con ellos queremos marchar hacia el objetivo de ofrecer unos servicios sociales de máxima calidad, tanto en el aspecto humano como en el tecnológico.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Internacional de las Personas Cuidadoras