Existen diversos desafíos que enfrenta el Perú de los cuales no se habla mucho y uno de ellos es la desigualdad de género laboral. Si bien se registraron avances durante los últimos años, diversos indicadores revelan que aún hay mucho por hacer, no solo a mejores condiciones laborales, sino también a posiciones de mayor liderazgo. En un estudio realizado por AVON, un 56% de mujeres en Perú asegura que la mayoría de los altos cargos están ocupados por hombres y un 61% percibe que es mucho más sencillo para los hombres alcanzar un puesto directivo en una empresa.
El estudio, que se realizó en Perú, Argentina, Chile, México y Colombia, tiene en cuenta la percepción de más de 2.100 mujeres acerca de la igualdad de género en el mercado laboral, el cual refleja que aún mantiene brechas asociadas al acceso al empleo, los salarios y a la ocupación de posiciones de liderazgo de las mujeres.
“Es imperativo que seamos conscientes de que la brecha salarial y la poca representación de mujeres en puestos de alta dirección siguen siendo una realidad. La diversidad de género se debe abordar con un enfoque más estratégico en las empresas, impulsando el talento femenino e iniciativas para incorporar a las mujeres en roles de mayor responsabilidad, teniendo como principio la igualdad de oportunidades”, sostiene Alexandra Oliva, gerenta de Reputación y Comunicación Corporativa de AVON.
De acuerdo con la UNESCO, la violencia económica se refiere a la retención o uso indebido de los bienes de las mujeres o incluso al obtener un salario menor por tareas iguales, dentro de un mismo lugar de trabajo. En ese sentido, un 55% de las peruanas encuestadas, indican sentir que en general, los hombres ganan mucho más que ellas por el mismo tipo de trabajo. “A esto le sumamos que aún existe la percepción en las mujeres sobre la dificultad de conciliar la vida laboral y personal, un nuevo desafío para la mujer profesional con hijos”, señaló Oliva.
Según ONU Mujeres, a pesar de que la incorporación de las mujeres al mundo laboral es cada vez mayor, esto no ha supuesto un reparto equitativo de las responsabilidades familiares. Es decir, aunque la mujer trabaje, por lo general, sigue siendo ella la que se ocupa del cuidado de los hijos o familiares dependientes y de las tareas del hogar.
En términos de oportunidad económica, el informe del Foro Económico Mundial (FEM) resalta que es importante tener en cuenta que los ingresos de las mujeres representan solo la mitad de los ingresos estimados de los hombres en el año 2022, lo que significa que todavía existen importantes barreras económicas para la paridad de género.
Por otro lado, según los últimos informes del FEM, sugieren que para que el mundo alcance una paridad completa de género se necesitan, al menos, 132 años. Si bien, se ha logrado un progreso estructural medible, la investigación de AVON encuentra que las experiencias vividas por las peruanas muestran que todavía hay mucho trabajo por hacer, especialmente en lo laboral. “Abordar las problemáticas de género de manera integral es una obligación ética para garantizar la autonomía económica de las mujeres y el goce efectivo de sus derechos. Además, es un requisito esencial y una meta estratégica para avanzar en el desarrollo inclusivo y sostenible del país”, indicó la ejecutiva de AVON.
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