En el Marco del Día Mundial de los Refugiados, UNICEF España recuerda que se necesitan soluciones urgentes para que todos los niños, niñas y adolescentes refugiados y desplazados tengan los mismos derechos y oportunidades que el resto de niños, niñas y adolescentes del mundo.
Los niños constituyen menos de la tercera parte de la población mundial y, sin embargo, suponen más del 40% de toda la población desplazada en el mundo: millones de niños y niñas se ven obligados a abandonar sus hogares cada año debido al conflicto, la violencia, la pobreza, los desastres naturales o el impacto, cada vez mayor, del cambio climático. Esto tiene consecuencias sobre su educación que queda interrumpida, su protección, ya que a menudo sufren violencia, o su salud mental, especialmente si quedan solos o separados de sus familias.
A finales de 2023 había 47 millones de niños desplazados en todo el mundo. España es el tercer país de la UE en solicitudes de protección internacional, con 163.220 personas que la solicitaron (récord histórico) en 2023, de las que 31.429 fueron niños y niñas (19,25% del total). Desde el inicio de la guerra de Ucrania, España ha recibido a más de 62.000 niños y niñas refugiados procedentes de ese país.
A pesar de los esfuerzos realizados, el sistema de gestión de solicitudes y la acogida de solicitantes de protección internacional todavía no es capaz de dar respuesta a la nueva realidad del asilo en España. La gestión de la crisis de refugiados asociada a la guerra de Ucrania demostró que, si hay voluntad, es posible hacer frente a grandes desplazamientos de personas poniendo a la infancia en el centro. Y, sin embargo, los avances que se dieron en términos de rapidez, coordinación, innovación, servicios y acogida ciudadana no han beneficiado a todos los niños y niñas que piden protección internacional en España. Por ello, UNICEF España recalca la importancia de seguir trabajando para conseguirlo.
En 2023, llegaron a Canarias 39.910 personas y 17.100 desde enero a mayo de 2024. Esta cifra supone un 259,6% más que el año anterior en el mismo período. Cada vez llegan más menores de edad solos y muchos no piden protección internacional porque no son identificadas sus necesidades, a pesar de que muchos proceden de países con una tasa alta de reconocimiento. Entre las razones está la situación de saturación insostenible en la que se encuentra el sistema de protección de Canarias, con más de 5.600 niñas y niños no acompañados.
“Han de encontrarse soluciones urgentes para estas niñas y niños – sean o no potenciales beneficiarios de protección internacional – que están siendo atendidos por los servicios de protección canarios. Garantizar su interés superior pasa por encontrar fórmulas que garanticen la obligatoriedad de los traslados”, explica Sara Collantes, especialista en migraciones de UNICEF España. “También se necesita una mayor inversión y herramientas eficientes que permitan poner en marcha estas medidas”, concluye.
A nivel global, UNICEF pide medidas como aumentar las rutas legales y accesibles para las familias que buscan refugio, incrementar las opciones para que puedan regularizar su estatus, invertir en sistemas y servicios accesibles a los niños y niñas desplazados, y a las comunidades de acogida, garantizar el retorno seguro a los lugares de origen cuando se considere que esta es la mejor opción para un niño, y escuchar a los propios niños y niñas desplazados para poder encontrar las mejores soluciones para ellos.
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