Hace unos días me sorprendía y alegraba enormemente ver que los Reyes Magos habían traído a mis sobrinos un juego de reciclaje basado en clasificar los residuos en su papelera correspondiente según su composición. Este “juguete” había sido elaborado por sus padres con papel, cartón, mucha habilidad y mucho cariño. En el colegio tienen algo similar y les encanta jugar a acertar dónde depositar cada elemento, hasta el punto de pedirlo en la carta a los Reyes Magos. Es increíble la curiosidad y la forma de pensar de los niños, nunca dejan de sorprendernos.
Y es que concienciar sobre el cuidado del medio ambiente ha pasado de ser una opción a ser una obligación. Los niños son el futuro del planeta y educarlos sobre la importancia de conservar nuestro entorno natural, tanto en los colegios como en los hogares, es fundamental para garantizar un futuro sostenible.
Según el reciente Informe de Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial las cuatro primeras amenazas en los próximos 10 años serán los fenómenos meteorológicos extremos, cambios críticos en el sistema terrestre, pérdida de biodiversidad y colapso de los ecosistemas y escasez de recursos naturales. Ante estas previsiones, la educación ambiental desempeña un papel crucial para difundir la evidencia científica y ayudar a la sociedad a comprender y cuidar el planeta. Si esta necesidad la trasladamos a la mente de los más pequeños, que cuentan con mentes “esponja”, más permeables y sin prejuicios, sembramos la semilla de la concienciación en las próximas generaciones.
Desde Weleda, una marca que apuesta por la sostenibilidad y el cuidado de la naturaleza, reconocemos que la educación ambiental es una pieza fundamental para concienciar acerca de los recursos naturales, el respeto por la naturaleza y la búsqueda de modelos de producción no lineales. Pero no sólo eso, la educación ambiental va mucho más allá de la transmisión de conocimientos: engloba la difusión de valores y comportamientos que promuevan un estilo de vida sostenible. Por eso, al apostar por la educación ambiental promovemos futuros consumidores más conscientes y responsables con su entorno.
De hecho, impulsar la educación ambiental no solo tiene beneficios para el planeta, también para el propio bienestar del niño y de la sociedad en general. Estudios recientes, como “Asociaciones entre la expoisicón a la naturaleza y la salud: una revisión de la evidencia”, publicado en International Journal of Enviromental Research and Public Health, confirman que el contacto con la naturaleza mejora la salud mental, los síntomas depresivos, la ansiedad o, incluso, la presión arterial y la función cognitiva.
En Weleda consideramos la naturaleza como la base de nuestra razón de ser, y de ahí, nuestro compromiso con su conservación y cuidado. Desde nuestra creación, en 1921, defendemos el desarrollo sostenible como parte de nuestro ADN, ofreciendo productos 100% naturales que son responsables con el planeta, los animales y las personas.
Y, aunque en los últimos años hemos visto un auge de concienciación ambiental en la sociedad civil -como el movimiento estudiantil Fridays for Future- o de profesores -Teachers for future- para promover la conservación del medioambiente, desde Weleda no perdemos la oportunidad de defender la educación ambiental en todas las etapas de la vida. Así, queremos aprovechar el Día Internacional de la Educación ambiental, que se conmemora cada 26 de enero, para cultivar el sentido de la responsabilidad social con la Tierra.
En Weleda, deseamos que nuestro compromiso con el cuidado del planeta sirva de inspiración. La educación y el pensamiento crítico son claves para tomar decisiones informadas y ayudar a los niños a entender cómo sus acciones diarias afectan a su entorno. Y aunque cada vez percibo que la sociedad está más comprometida no queremos perder la oportunidad de inspirar a las nuevas generaciones, que son la base de la sostenibilidad del futuro.
Actividades como siembra de árboles, limpieza de espacios naturales u observación de animales en su hábitat pueden activar la curiosidad de conocer más a fondo los misterios de la naturaleza y, ¿quién sabe?, quizá estas iniciativas impulsan un cambio en algún joven que aporte una solución revolucionaria en un futuro.
Así que, está en nuestras manos involucrar buenas prácticas y comportamientos que promuevan la sostenibilidad, algo que desde Weleda tenemos interiorizado desde hace más de 100 años. Para lograrlo, es crucial apoyarnos en la educación ambiental, elemento indispensable para difundir el conocimiento, dotar de pasión y consolidar el compromiso por el cuidado de la naturaleza a los niños: futuros líderes de cambios transformadores.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Internacional de la Educación 2024.