Según Girls in Crisis, un nuevo informe de World Vision que investiga el gasto de los donantes en matrimonio infantil y violencia contra los niños y niñas, los donantes mundiales sólo destinan el 0,15% de los fondos a poner fin a la violencia sexual contra los niños.
El informe ha descubierto que, a pesar de las advertencias realizadas ya en mayo de 2020 de que la pandemia provocaría un aumento de los matrimonios infantiles, los donantes redujeron el gasto para acabar con la violencia contra los niños en el primer año de la pandemia, destinando los fondos en su lugar a las respuestas a la Covid-19.
En 2020, sólo el 0,07% de la ayuda oficial al desarrollo se destinó a la lucha contra el matrimonio infantil, a pesar de que, un nuevo análisis de World Vision sobre el terreno muestra que ha habido un aumento del 163% de los matrimonios infantiles en los primeros 18 meses de la pandemia. Las denuncias de otras formas de violencia sexual, incluidas las violaciones e intentos de violación, aumentaron en un 50%.
“Debemos proteger a los niños y niñas en todas partes, para que puedan ser simplemente niños. Esto significa trabajar juntos AHORA para detener el matrimonio infantil y otras formas de violencia sexual contra los niños y niñas. Es una parodia que, a pesar de las repetidas advertencias de World Vision y otras organizaciones, la financiación para abordar el matrimonio infantil y la violencia sexual contra los niños represente un porcentaje mínimo de la inversión de los donantes. Las niñas están pagando esto con su futuro”, afirma Eloisa Molina, directora de comunicación de World Vision España.
La pandemia intensifica el problema
El nuevo informe pone de manifiesto el aumento del matrimonio infantil y la violencia sexual contra los niños y niñas durante la pandemia, y analiza dónde y quién gasta la financiación que existe. Hace un llamamiento a los donantes y a las instituciones financieras internacionales para que aumenten su financiación en este ámbito, de modo que el mundo pueda disfrutar de los grandes dividendos sociales y económicos que genera el fin de la violencia contra los niños y niñas.
“La violencia sexual contra los niños y niñas es una atrocidad mundial. Necesitamos una inversión real por parte de los líderes mundiales para proteger a los niños de todo el mundo. Con los recursos adecuados, la movilización y la voluntad política, podemos trabajar juntos para proteger a los niños y niñas de la violencia sexual, permitiéndoles alcanzar su verdadero potencial en la vida”, concluye Eloisa Molina.
Consulta más información responsable en las publicaciones Corresponsables