Tras casi 12 años de conflicto, 4,6 millones de personas, el 80% de las cuales son mujeres y niños, siguen atrapadas en el noroeste de Siria. La mayoría de ellas han tenido que huir de sus hogares al menos una vez, y casi 2 millones se encuentran en campos de desplazados. El hambre hace estragos y, a medida que empeora la situación económica, también lo hace su salud mental.
Un nuevo informe publicado por World Vision en colaboración con No Lost Generation (NLG), titulado “Reaching the Final Straw”, revela los estremecedores datos de la crisis de salud mental en el noroeste de Siria. Impulsado por la información recopilada por la Organización Mundial de la Salud, que revelan que el número de suicidios se triplicó en el primer semestre de 2022, siendo las niñas menores de 18 años las más afectadas World Vision y sus socios hablaron con más de 100 mujeres, hombres y jóvenes sobre la situación de la salud mental en Idlib.
Más del 90% de las personas encuestadas dijeron que las muertes por suicidio habían aumentado en el último año, y más de la mitad dijeron que los adolescentes, y en particular las niñas, estaban en riesgo. Tres cuartas partes de los encuestados afirmaron que la pobreza y la incapacidad de satisfacer sus necesidades básicas era una de las principales causas de ideación suicida entre los jóvenes.
Falta de servicios de salud mental
La salud mental de las mujeres y las niñas se veía especialmente afectada por la movilidad limitada en el noroeste de Siria debido a la falta de seguridad, y el riesgo de exposición a diversas formas de violencia sexual y de género, como el acoso sexual, la violencia doméstica o el matrimonio infantil. Estas conclusiones fueron corroboradas por debates en profundidad y entrevistas con trabajadores de primera línea y expertos en salud mental que trabajan en el noroeste de Siria.
Eleanor Monbiot, responsable regional de World Vision para Oriente Medio y Europa del Este, explica que: “La financiación para la crisis siria sigue disminuyendo a medida que el mundo desvía su atención hacia otras crisis, pero las necesidades humanitarias en el noroeste de Siria son mayores que nunca. Nuestro personal y nuestros socios han visto de primera mano los estragos que el conflicto y la incertidumbre por el futuro están causando en los niños y sus familias, y estos datos deberían ser un toque de atención para que todos hagamos más”.
El estudio de World Vision revela que, a pesar de las crecientes necesidades en materia de salud mental, y de que dos tercios de los encuestados creían que era muy probable que los niños actuaran con pensamientos suicidas, el 44% de las personas no conocía ningún servicio de salud mental para niños. Sorprendentemente, cuanto más jóvenes eran las personas con las que se hablaba, más probabilidades había de que creyeran que los niños y niñas llevarían a la práctica sus ideas suicidas.
“Si no actuamos ahora, corremos el riesgo de perder a toda una generación de niños y jóvenes”. Las muertes de niñas por suicidio están significativamente infradeclaradas y, sin embargo, seguían siendo el grupo más numeroso de muertes por suicidio registradas entre principios de 2021 y mediados de 2022. La combinación de conflicto perpetuo, alto riesgo de violencia sexual y de género, y crisis económica están dejando a los niños y niñas sin esperanza para el futuro. Es fundamental que el mundo no olvide a los niños y niñas de Siria”, afirma Johan Mooij, director de Respuesta en Siria de World Vision.
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