Cuatro de los mayores grupos de ayuda humanitaria internacional que trabajan en Afganistán han advertido de que las vidas de mujeres, niñas y niños corren peligro si las autoridades de facto no revocan inmediatamente la prohibición impuesta a las trabajadoras de las ONG en el país.
World Vision, el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), Save the Children y CARE International suspendieron temporalmente sus operaciones en Afganistán tras el anuncio de las autoridades de facto el 24 de diciembre, afirmando que no pueden llegar a los millones de niños, niñas, mujeres y hombres que necesitan ayuda sin personal femenino.
En una conferencia de prensa conjunta, las cuatro organizaciones no gubernamentales internacionales pidieron la revocación inmediata de la prohibición, que se produjo una semana después de que se prohibiera a las mujeres asistir a la universidad. Las niñas ya tienen prohibida la entrada en los centros de enseñanza secundaria y en noviembre se les prohibió el acceso a jardines públicos, gimnasios y baños públicos.
Los últimos datos indican que unos 28 millones de personas, más de la mitad de la población, incluidos 14 millones de niños y niñas, necesitan ayuda humanitaria en Afganistán. Cerca del 97% de los afganos corren el riesgo de caer por debajo del umbral de pobreza este año. Más de 1,1 millones de niños y niñas menores de cinco años sufren desnutrición aguda.
World Vision lleva 21 años trabajando en Afganistán. La organización ha ayudado a seis millones de personas, tres millones de las cuales son niños y niñas.
Andrew Morley, presidente y director general de World Vision, ha declarado:
“Las trabajadoras humanitarias son vitales para que podamos prestar una ayuda humanitaria basada en principios. Son enfermeras, doctoras, maestras, expertas en nutrición, líderes de equipo, trabajadoras sanitarias comunitarias y vacunadoras. Nuestro trabajo consiste en salvar vidas y crear un futuro mejor para los niños y niñas de Afganistán. Para ello es necesario el pleno compromiso y liderazgo de nuestro personal femenino.
“Llevamos más de dos décadas al lado de los niños y niñas de Afganistán, a lo largo de tantos desafíos. Debemos encontrar una pronta resolución, para que nuestro personal femenino siga aportando vida en toda su plenitud para las niñas y las mujeres. No se merecen menos”.
No se puedo cortar la ayuda
El NRC cuenta actualmente con 1.541 miembros de personal en Afganistán, de los cuales 469 son mujeres. Desde el 15 de agosto de 2021, los equipos del NRC han prestado asistencia a más de 870.000 personas afectadas por desplazamientos en 18 provincias de Afganistán, con ayudas que van desde respuestas de emergencia a inundaciones, terremotos y sequías, hasta educación, refugio, asistencia jurídica, protección, medios de subsistencia, seguridad alimentaria y agua. Este año, el NRC prestó asistencia a 3.700 familias para prepararlas para el invierno. Estas actividades de preparación para el invierno que salvan vidas están ahora en suspenso debido a la prohibición.
Adam Combs, director regional de NRC, ha declarado: “No podemos funcionar sin nuestro personal femenino; forman una parte vital de nuestra respuesta humanitaria y constituyen aproximadamente un tercio de nuestra plantilla. Necesitamos un acceso sin trabas tanto para hombres como para mujeres a nuestro trabajo”.
Inger Ashing, directora general de Save the Children, declaró que su organización ha tratado a 73.000 niños y niñas de las formas de desnutrición más mortales y a 30.000 mujeres a través de clínicas móviles, y que estas vidas corrían peligro sin personal médico femenino.
Inger Ashing dijo que “Save the Children tiene 5.700 empleados y trabajadores comunitarios en Afganistán, de los cuales 2.490 son mujeres, y lleva 40 años trabajando en el país. Desde que las autoridades de facto tomaron el poder en agosto de 2021, Save the Children ha ayudado a casi 4 millones de personas, entre ellas 2 millones de niños y niña”s.
“Lo trágico es que cuando las autoridades de facto han emitido esta decisión las mujeres, hombres, niñas y niños afganos se enfrentan a una de las mayores crisis humanitarias del mundo, incluyendo niveles récord de hambre. Afganistán se enfrenta a su peor crisis alimentaria desde que hay registros, con 6 millones de personas al borde de la hambruna”.
“No se trata de una elección. No podemos prestar nuestra ayuda vital sin nuestras compañeras. Si no somos capaces de empezar a programar de nuevo, los niños y niñas morirán… así de grave es la situación”, dijo Ashing en la conferencia de prensa virtual.
CARE International cuenta con 900 empleados, el 38% de los cuales son mujeres, repartidos en 9 provincias. CARE empezó a trabajar en Afganistán en 1961.
La secretaria general de CARE Internacional, Sofia Sprechmann Sinerio, declaró en la conferencia de prensa: “Las mujeres y las niñas ya son las últimas y las que menos comen, en un momento en que se calcula que 6 millones de afganos están a un paso de la hambruna. Uno sólo puede imaginar el impacto que esta última decisión devastadora tendrá en una población que ya se enfrenta a dificultades extremas. Las mujeres humanitarias son algunas de las más eficaces del mundo; son una parte innegociable de la prestación de ayuda, que no puede discriminar”.
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