La sociedad española está dispuesta a cambiar sus hábitos para actuar frente al cambio climático. Esta es una de las principales conclusiones del informe «Percepción de la sociedad española respecto al cambio climático: Retos y oportunidades», promovido por ENGIE, referente mundial en energía y servicios bajos en carbono.
El informe, elaborado por la consultora beBartlet, se ha realizado en base a las conclusiones de las tres encuestas anuales promovidas por el “Observatorio ENGIE en España: Ciudadanos, Cambio Climático y Transición Energética” y realizadas por GAD 3 entre 2021 y 2023. A lo largo de estos tres años se han recabado las opiniones de aproximadamente 10.000 entrevistados de distintas comunidades autónomas, lo que ha permitido conocer la valoración de los españoles en diversos aspectos relacionados con la energía y el cambio climático.
Buena voluntad de la ciudadanía
De esta forma, el estudio refleja la voluntad de la ciudadanía de acelerar la transición hacia fuentes de energía renovables, con un 53% de los encuestados considerando la energía solar y eólica como las acciones más efectivas contra el cambio climático. Además, se enfatiza la necesidad de una mayor educación y concienciación sobre sostenibilidad, ya que un 66% de los españoles afirma que necesita más información para adoptar hábitos más sostenibles.
El informe también destaca la demanda de un plan de acción política a nivel nacional, con un 70% de la ciudadanía abogando por ello, y el papel crucial del sector privado, señalado por un 41% de los encuestados, en adoptar un modelo productivo sostenible. Además, un 65% de los españoles está de acuerdo en que el coste de los daños provocados por el cambio climático supera al de las inversiones necesarias para una transición verde, y un 68% ve en la reducción de importaciones energéticas una oportunidad para aumentar la independencia y el beneficio económico del país.
La compatibilidad de las energías renovables con la protección de la biodiversidad es ampliamente reconocida, con un 85% de los encuestados considerándola como compatible o muy compatible, y un 90% reconociendo la importancia del consumo de energía renovable para la sostenibilidad de la industria.
Este informe no solo destaca la preocupación y disposición de la sociedad española hacia la acción climática y la transición energética, sino que también subraya la necesidad de un esfuerzo coordinado entre administraciones públicas, empresas y ciudadanía para abordar estos desafíos de manera efectiva.
ENGIE creó en 2021 el “Observatorio ENGIE en España: Ciudadanos, Cambio Climático y Transición Energética” con el objetivo de conocer la percepción de los ciudadanos sobre los temas relacionados con la energía y el medio ambiente. Este Observatorio aspira a convertirse en un referente en investigación, análisis, evaluación y difusión pública de información sobre el conocimiento y compromiso de la sociedad en relación con el cambio climático y la transición energética.
Estrategia de sostenibilidad alineada
Teniendo en cuenta las conclusiones obtenidas tras el análisis de los datos de las tres encuestas realizadas, ENGIE propone avanzar en cuatro vías de trabajo: seguir dando certidumbre al despliegue renovable, asegurar la flexibilidad del sistema eléctrico, acelerar la descarbonización de la industria y avanzar en la introducción de los gases renovables. Estas propuestas buscan no solo abordar las preocupaciones ciudadanas sino también alinear los esfuerzos del sector público y privado hacia una transición energética justa y efectiva.
ENGIE se ha comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono en su cadena de valor para 2045. Esta estrategia incluye objetivos como reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 90% respecto a 2017, prevenir la emisión de 45 millones de toneladas de CO2 anuales mediante soluciones energéticas sostenibles hasta 2030, y compensar emisiones residuales. Además, busca reducir el consumo energético en un 66% para 2030, superando los objetivos climáticos globales. La visión y compromiso de ENGIE reflejan su firme dedicación hacia una transición energética sostenible, contribuyendo de manera significativa a la mitigación del cambio climático y al impulso de una economía baja en carbono.