La inversión en infraestructuras, así como también en industria e innovación, es el objetivo número 9 dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para la agenda 2030, lo que evidencia la relevancia que adquieren las infraestructuras en un país. En este contexto, Ipsos ha publicado una nueva edición de su Global Infraestructure Index, que analiza el nivel de satisfacción de la ciudadanía hacia las infraestructuras, entendidas como todo aquello de lo que dependemos como son las redes de carreteras, ferrocarriles, aire, servicios públicos como la energía y el agua, la banda ancha y otras comunicaciones.
Este estudio, que lleva recogiendo datos desde 2016, indica que el 33% de la población española se muestra satisfecha con las infraestructuras del país, una cifra sin cambios respecto a 2023 (32%) y en línea con la media europea (35%). Aunque el nivel de satisfacción puede parecer bajo, representa la cifra más alta del histórico para el caso de España, aumentando en 8 puntos en los últimos 8 años.
No obstante, el margen de mejora sigue estando presente, así lo declara la mitad de la población, que considera que como país no estamos haciendo lo suficiente para satisfacer las necesidades de la población respecto a las infraestructuras, aunque es cierto que es una cifra que ha ido disminuyendo a lo largo de los años. En la primera edición del estudio, en 2016, este dato alcanzaba el 64%.
Las infraestructuras mejor y peor valoradas
En 2024 la ciudadanía da el “sello de calidad” en primer lugar a los aeropuertos, con un 76% de personas en España que se muestran satisfechas con este tipo de infraestructuras. Aunque la satisfacción con los aeropuertos siempre ha sido alta en España, analizando los datos de los últimos ocho años, ha aumentado en 17 puntos, situando así a España, tras los Países Bajos (79%) y empatando con Francia, entre los tres países europeo con mejor valoración.
Lo mismo sucede con la red de autopistas y carreteras principales, que se colocan en el segundo puesto de las infraestructuras mejor valoradas por los españoles. En 2016 casi la mitad de la población (47%) se mostraba satisfecha con su calidad, pero actualmente ese nivel ha subido en 22 puntos, situándose en el 69%. Sin embargo, la mayor subida la experimenta todo lo relacionado con la infraestructura digital como banda ancha de alta velocidad, redes de fibra completa (FTTP) o 5G, pasando de un 41% hace 8 años a un 67% en 2024. Situación casi similar para la infraestructura de abastecimiento de agua y alcantarillado, que también alcanza un 67% en 2024, mientras que en 2016 era un 52%, es decir, 15 puntos más.
Otra de las infraestructuras que ha aumentado ligeramente la percepción de calidad entre la población española en los últimos ocho años es la red ferroviaria, tanto en vías como en estaciones. De un 49% en 2016 pasa a un 56% en 2024, a pesar de ser constante las noticias negativas sobre estas infraestructuras en los medios de comunicación.
En el lado opuesto, las infraestructuras donde la satisfacción por parte de la gente es más baja, se concentra en la oferta de vivienda nueva, un tema que ocupa la actualidad política y social. Un 71% afirma que es pobre y solo un 23% se muestra satisfecho; es más, es el único servicio analizado donde el nivel de satisfacción desciende respecto a 2016, año en que la cifra era de un 26%. Seguidamente encontramos la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos, donde un escaso 27% de la población se muestra satisfecha y un 62% declara que es pobre. En el tercer puesto se sitúa la defensa contra inundaciones, que a pesar de haber subido 11 puntos desde 2016, alcanza apenas un 29% de población satisfecha y más de la mitad (55%) considera que es pobre.
¿Qué infraestructuras deben ser prioritarias a la hora de destinar las inversiones?
La población en España se desmarca de las prioridades internacionales y marca su propia agenda. La ciudadanía apunta como principal prioridad de inversión a las infraestructuras de energía solar, con un 40% de apoyo. En segundo lugar, sitúa con un 37% a la infraestructura ferroviaria (vías/estaciones) y en tercera posición a la red de abastecimiento de agua y alcantarillado con un 36%.
Cerrando el top 5 de prioridades de inversión se encuentran las infraestructuras de energía eólica como, por ejemplo, las turbinas, con un 33%, y con el mismo porcentaje, la red de autopistas y carreteras principales.
Llama la atención cómo las infraestructuras peor valoradas entre la población española no se encuentran en este listado. Es más, la nueva vivienda, la defensa contra inundaciones y la red de recarga de vehículos eléctricos apenas recaban un 27% las dos primeras y un 24% en el caso de la tercera, del apoyo de la población para que las inversiones en infraestructuras se destinen a estos fines.
Las infraestructuras ayudan a combatir el cambio climático
El estudio evidencia también una relación directa entre las infraestructuras y la lucha contra el cambio climático. Un 59% de la población española está de acuerdo con que las infraestructuras hacen una contribución importante a la hora de combatir el cambio climático, pero casi el mismo porcentaje, un 58%, piensa que las infraestructuras actuales en España no se han adaptado lo suficiente para hacer frente a futuros cambios en el clima.
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