El envejecimiento de la población española es un fenómeno que redefine las necesidades de seguridad y asistencia en los hogares, con impacto directo en la economía senior. Según datos de Securitas Direct, el 25,64% de las emergencias sanitarias atendidas en hogares corresponden a personas de entre 55 y 65 años, un grupo que concentra el 60% del consumo nacional y contribuye con el 26% del PIB. Este colectivo, fundamental en la economía española, enfrenta riesgos crecientes que exigen soluciones integrales.
En los últimos cinco años, las emergencias gestionadas por servicios conectados de Securitas Direct han aumentado un 76%, un incremento que refleja tanto el envejecimiento como la necesidad urgente de soluciones de protección avanzadas para la población senior, que ya supera los 15 millones de habitantes. En este contexto, el servicio de Protección Senior, desarrollado junto a CaixaBank, se ha consolidado como un recurso vital, brindando teleasistencia rápida para personas mayores o en situación de dependencia.
Los datos del último informe de Securitas Direct destacan la vulnerabilidad de las personas mayores en emergencias domésticas. Entre las principales preocupaciones de este grupo se encuentran la demora en la llegada de ayuda (63%), la soledad durante el incidente (57%) y las dificultades para abrir la puerta a los servicios de emergencia (42%). A su vez, la percepción de las emergencias sanitarias como un problema prioritario ha aumentado un 17%, subrayando la importancia de reforzar los sistemas de asistencia en el hogar.
Barcelona, Madrid y Alicante lideran el número de emergencias gestionadas, mientras que las personas de 71 a 90 años concentran el 71,8% de los casos atendidos, lo cual evidencia la necesidad de asistencia personalizada para esta franja etaria.
Impacto del envejecimiento y las emergencias en la economía española
El envejecimiento poblacional no solo afecta al gasto en emergencias sanitarias, sino que también plantea retos económicos. Actualmente, solo el 15% de los hogares cuenta con dispositivos conectados a servicios de emergencia, lo cual muestra una brecha de acceso tecnológico en los mayores. No obstante, en el último año la adopción de alarmas conectadas ha crecido en más de 5 puntos porcentuales, con un 43% de los usuarios utilizándolas específicamente para emergencias de personas mayores. Estos dispositivos no solo mejoran la calidad de vida, sino que generan oportunidades en sectores tecnológicos, asistenciales y de cuidados.
Además, el envejecimiento impacta el mercado laboral: solo el 19% de los mayores de 55 años permanece activo, enfrentando barreras para acceder a empleos adaptados. Sin embargo, este grupo es líder en el autoempleo, con el 28% de los autónomos en esta franja de edad. La creciente demanda de servicios de asistencia, como teleasistencia y ayuda a domicilio, representa una oportunidad para crear empleos específicos en sectores orientados a la economía senior. Comunidades como Madrid, Castilla-La Mancha y Andalucía destacan en cobertura de servicios, mientras que La Rioja y Navarra lideran en centros para mayores.
En este sentido, España tiene una oportunidad única de convertirse en líder global en la integración de soluciones para la economía senior. Los datos de Securitas Direct apuntan a la necesidad urgente de ampliar el acceso a tecnología de emergencia y teleasistencia para la población mayor, impulsando así la silver economy como motor de crecimiento.
Las recomendaciones clave para impulsar la economía senior en España incluyen ampliar el acceso a dispositivos de emergencia en hogares de mayores para reducir la brecha tecnológica. Estas medidas también pasan porfomentar el empleo en sectores de asistencia y cuidados, desarrollar comunidades “silver friendly” con servicios adaptados a los mayores, y combatir el edadismo en el mercado laboral, aprovechando el talento y experiencia de este grupo. Todo ello, no solo fortalecerían la protección de los mayores, sino que también contribuirían al crecimiento económico y social del país.
Sin duda la protección de los mayores repercute de forma directa en la economía. Y es que, el aumento de las emergencias sanitarias en el hogar pone de manifiesto la vulnerabilidad de una población que, al mismo tiempo, es uno de los pilares económicos del país. Proteger a los mayores mediante servicios de emergencia adaptados no solo es una cuestión de responsabilidad social, sino también una inversión en el desarrollo de la economía senior. Por ello, España tiene la capacidad de liderar esta transformación, convirtiendo los retos del envejecimiento en oportunidades para la innovación, la generación de empleo y la mejora del bienestar.
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